Parte Ii: La Desigualdad Es Una Decisión Política

De esta manera, tomandoel caso de Coquimbo y su historia de apropiaciones del suelourbano, el trabajo nos muestra una acción en repuesta a la políticapública habitacional, que si bien se enmarca en la ilegalidad,es legitimada culturalmente por las y los habitantes de la ciudad. De esta forma, contó cómo, a su juicio, estos datos desigualdad economica pdf se relacionan con las protestas sociales de 2019, haciendo alusión a que “la desigualdad mata”. Así, comentó que en esa época abrió una cuenta de Twitter para compartir infografías, usando el Atlas de mortalidad, lo que le llevó a tener una visibilidad -que piensa-, le llevó a ser convocada para el cargo que ostenta hoy.

desigualdad actual

Por ejemplo, como detallamos más abajo, en Chile el 10% más rico se apropia de más de la mitad de los ingresos totales. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. Lo importante es destacar que Chile, en materia de desigualdad económica, se encuentra en mitad de la tabla de desempeño dentro del continente, pasando desde una de las desigualdades más altas del continente, a inicios de los años 90 (similares a Brasil, Colombia y Paraguay), hacia el promedio regional en el 2015 (CEDLAS, 2019; Amarante, Galván y Mancero, 2016). Entonces, bajo distintas mediciones y diferentes coeficientes de Gini estimados, Chile pareciera ser hoy más igualitario y justo incluso que muchos países latinoamericanos, como Brasil, México, Colombia, Paraguay y Ecuador, entre otros.

Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile», el que dio a conocer las enormes brechas que existen en nuestro país. Uno de los investigadores principales de aquel libro es Matías Cociña, quien referente al tema de las pensiones, uno de los más señalados y cuestionados en las movilizaciones, comenta que “los datos que mostramos en Desiguales indicaban que en el año 2015, de los pensionados y pensionadas de sixty five y más años, un 47% recibía una pensión que estaba por debajo del 70% del salario mínimo. No es coincidencia, entonces, que en nuestra encuesta solo una de cada tres personas del primer quintil de ingresos pensara que contaría con ingresos suficientes en la vejez para cubrir sus necesidades básicas. En el mediano plazo, probablemente habrá que discutir elementos más estructurales del sistema de seguridad social, discusión que le corresponde a las instituciones políticas”.

Dado lo anterior, estos investigadores concluyen que la desigualdad es dañina para el crecimiento, puesto que conduce a políticas que no protegen los derechos de propiedad y no permiten la apropiación privada whole de los rendimientos de la inversión. A partir de lo anterior se obtiene como resultado que para cada modelo existía una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento. En la misma línea, del estudio de Benabou (1996) se puede desprender que el coeficiente negativo para la desigualdad del modelo, como así también en otros, es provocado en parte por factores fuera de las variables planteadas, como por ejemplo la riqueza agregada (aggregate wealth), instituciones políticas (political institutions) o el nivel de desarrollo (development level). Lo anterior reforzado por Alessina y Perotti (1996), ya que estos evidenciaron que otro de los vínculos entre la relación negativa entre desigualdad e inversión es la inestabilidad política de un país promovida por el descontento social. El objetivo de la presente investigación es identificar la relación que existe entre la desigualdad en la distribución de los ingresos y el crecimiento económico de Chile entre los años 1996 y 2017. Para ello se utilizó el Ratio de Palma y una modificación a las tradicionales mediciones del fenómeno, basándonos en las remuneraciones que perciben los trabajadores.

La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile.

Las tres regiones del norte, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, efectivamente fueron las regiones que iniciaron con los índices de Gini más bajos, logrando menores reducciones de desigualdad en el tiempo. Chile ha presentado gran progreso en las últimas décadas en lo referente a indicadores de salud, con cifras comparables con países desarrollados en cuanto a mortalidad infantil y basic. Sin embargo, igual como pasa con el crecimiento, estos logros no benefician a toda la población de la misma manera, existiendo diferencias a nivel regional. Este tipo de desigualdad suele crear malestar por parte de la ciudadanía y descontento hacia las autoridades públicas, a quienes se exige salud de calidad y para todos. Actualmente, en Chile el gasto complete en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos.

Con todo, podemos decir que desde 1990 en adelante, el sistema capitalista chileno bajo la democracia ayudó a subsanar y corregir las graves desigualdades económicas surgidas durante la dictadura, mejorando la movilidad social y la distribución de los ingresos, si bien no lo hizo ni con la velocidad ni la intensidad que todos quisiéramos. De esta forma, al revisar la evidencia, y el propio trabajo de Rodríguez (2017), resulta claro señalar que “el modelo” no es la causa principal de la enraizada desigualdad económica en Chile. En ella se evidencia de forma notoria que la desigualdad causa directamente a las transferencias, no dándose aquello en sentido contrario. Lo anterior concuerda con lo que la teoría económica específica sobre ambas variables, dado que un país con más desigualdad tiende a la redistribución desde ricos hacia pobres.

Así entonces, altos grados de desigualdad tendrán como consecuencia medidas políticas orientadas a aumentar las transferencias y el gasto público. Por lo tanto, el afán redistributivo de las medidas mencionadas inhibe el esfuerzo de trabajo de la población; por ejemplo, en el caso que se grave su ingreso, creando de esta forma distorsiones dentro de la economía, que resultan en una reducción de la inversión. En consecuencia, la desigualdad afectará negativamente al crecimiento económico debido al proceso redistributivo que se lleva a cabo. Implica contar con gobiernos y políticos dispuestos a llevar adelante estrategias redistributivas que permitan que el “crecimiento económico” sea favorable a los más pobres.

Los investigadores también destacan la importancia de reducir la segregación socioeconómica como medida para abordar la desigualdad. El estudio, que se centra en Chile, uno de los países más desiguales del mundo, examina cómo las relaciones interclase moldean las actitudes hacia la desigualdad. Así, plantea que las actitudes hacia la desigualdad se definen como disposiciones éticas y postula que la diversidad de redes basadas en la clase puede favorecer el desarrollo desigualdad de recursos y medios economicos de lo que se ha denominado un «hábitus reflexivo» que probablemente impulse disposiciones más igualitarias. Cuando se focaliza en los estudiantes en el 5% más alto de los puntajes, 21% de estudiantes de colegios pagados, 2% de subvencionados y 1% de los públicos están en ese rango de puntuaciones. Es incorrecto atribuir las brechas de logro promedio entre escuelas de diferentes dependencias administrativas de las escuelas a diferencias en la calidad de la enseñanza.

Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de

La sorpresa parece provenir del hecho de que son gobiernos que, a pesar de impulsar agendas muy distintas, obtuvieron bajos niveles de aprobación ciudadana. Esto se une a una acelerada pérdida de confianza en diversas instituciones públicas y privadas que crea una sensación de desconcierto y preocupación por el futuro. Cerrando este número de la revista, el académico de la UniversidadCatólica Silva Henríquez, Justino Gómez de Benito, nosofrece una revisión sobre la significación del liderazgo socio-religiosode la figura del Cardenal Raúl Silva Henríquez en Chile,en el contexto de una nueva iglesia posconciliar, que a través delcardenal adquiere trascendencia en el contexto nacional. En términossocio-históricos, esto lo podemos observar en el marco delproceso de la reforma agraria, como también posteriormente enla dictadura militar.

Para finalizar, Matías Cociña agradeció el estudio y mencionó que es un tesoro tener los datos antes y posterior al estallido social. “Ahora da para preguntarse cuáles son los cambios, pero en realidad la anomalía parece ser respecto de los datos un poco más largos”. La Convención Sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional que existe para establecer las normas mínimas que aseguren la vida, el bienestar, la protección y la libertad de los niños y niñas.