Onu Advierte Que El Hambre Aumenta En El Mundo Y Arrecia En América Latina

En algunos casos el derecho se reconoce de modo common, para todas las personas; en otros se reconoce solo para grupos específicos o prioritarios de la población como niños y niñas, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad12. Dentro de ese proceso, cabe destacar la creciente influencia que han venido adquiriendo los grandes productores transnacionales de insumos básicos, como agroquímicos y semillas. La actualización del plan alimentario tiene en cuenta los compromisos nacionales relacionados con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, políticas basadas en evidencia y buenas prácticas en la región, representando un mecanismo que contribuye a la erradicación de la pobreza, el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición.

Las exportaciones, que constituían una parte significativa de la economía chilena, se desplomaron. Lo que llevó consigo a la quiebra a numerosas empresas y dejando a far de trabajadores en la calle. El desempleo se disparó, y con la pérdida de empleos, se desvanecieron las fuentes de ingresos que sustentaban la alimentación de las familias chilenas.

desigualdad alimentaria en el mundo

Para evitar una potencial catástrofe global por hambrunas masivas, es imperativa una transformación del modelo de producción y distribución alimentaria alejada de los cambios de uso de suelo, y los agronegocios dependientes de combustibles fósiles. En la versión más extrema del neoliberalismo, la seguridad alimentaria no existe como política pública, pues el mercado se hace o debería hacerse cargo de ella. Sin embargo, cabe reconocer que en versiones más moderadas o pragmáticas se le concede al Estado la posibilidad de intervenir mínimamente (Estado subsidiario), particularmente en aquellas áreas que no sean de interés de los capitalistas privados, sea por su riesgo, su envergadura o su baja rentabilidad pero que, al mismo tiempo, son necesarias para la vida económica.

Este elemento normativo tiene explicit relevancia frente al desafío que representa el alto costo de las dietas saludables. Según el informe SOFI 2021, “una de las principales razones por las que existen millones de personas en el mundo que padecen hambre, inseguridad alimentaria y malnutrición es porque no se pueden permitir afrontar el costo de dietas saludables. Las dietas saludables costosas e inasequibles están asociadas a un aumento de la inseguridad alimentaria y de todas las formas de malnutrición, en explicit el retraso del crecimiento, la emaciación, el sobrepeso y la obesidad”. El informe contiene datos de 2017 que muestran que el costo de una “dieta saludable” period un 60% más elevado que el de una “dieta adecuada en cuanto a nutrientes”, y casi cinco veces mayor que el costo de una “dieta suficiente en cuanto a energía”8.

– Integren las políticas humanitarias, de desarrollo y de consolidación de la paz en las zonas de conflicto, por ejemplo mediante medidas de protección social que eviten que las familias vendan sus exiguos bienes a cambio de alimentos. Esto, ya que en 2020, por cada 10 hombres que padecían inseguridad alimentaria, había eleven desigualdad del mundo mujeres que la padecían (frente a 10,6 2019). En Brasil, un enorme programa de distribución de efectivo ha ayudado a millones y ha llevado las tasas de pobreza a mínimos históricos. En el noreste del país, Eder Saulo de Melo trabajaba como guardia en las fiestas hasta que llegó el virus.

A nivel mundial, las mujeres tienen un 10% más de probabilidades de sufrir inseguridad alimentaria que los hombres. Los países con mayores niveles de pobreza y desigualdad tienden a presentar mayores dificultades para acceder a una dieta saludable. Esto se asocia directamente con una mayor prevalencia de hambre, desnutrición crónica en niños y niñas y anemia en mujeres de 15 a forty nine años. En Sudamérica, más de un tercio (36,four %) de la población sufrió de inseguridad alimentaria moderada o grave.

—Un importante sector de la población vive endeudado y de empleos inestables, y se ha alimentado las últimas décadas de la góndola del supermercado, de productos industrializados, fuertemente cargados al uso de conservantes, altos en sodio y azúcares. Eso se refleja en los indicadores de morbilidad de esta población, altos en obesidad infantil, femenina, y otros padecimientos como la hipertensión. En el 2016, el hambre afectó a 815 millones de personas, es decir, al 11% de la población mundial, y a 38 millones de personas más que en 2015, según el informe sobre seguridad alimentaria mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

—La definición de la FAO está puesta en el plano de la oferta, es decir, si existe oferta de alimentos y capacidad de compra, pero no se pregunta de dónde vienen los alimentos. La pregunta por el origen y el proceso que está detrás es la que sí se hace la soberanía alimentaria. El cuidado de los niños, niñas y adolescentes en Las Algas es una de las grandes preocupaciones de la comunidad. De las 420 personas que residen en el campamento, 253 son menores de edad y 133 son niños de 10 años o menos. Hasta la suspensión de las clases, buena parte de ese grupo almorzaba en sus escuelas, aliviando en algo la planificación de los recursos familiares.

“Incluso las formas más leves de inseguridad alimentaria tienen consecuencias para toda la vida”, dice Chilton de Center for Hunger-Free Communities. Los problemas con el desarrollo físico y cognitivo de niños y adolescentes pueden obstaculizar las posibilidades desigualdad economica social de permanecer en la escuela o conseguir un trabajo, lo que perpetúa un ciclo de pobreza. Y está sucediendo en todas partes del mundo, con nuevos niveles de inseguridad alimentaria pronosticados para países que solían tener una estabilidad relativa.

Las directrices destacan que “los sistemas alimentarios sostenibles deben ser inclusivos, equitativos y resilientes” (párrafo 21)4. Por su parte, Lola Castro, Directora Regional del Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés), aseguró que “es necesario mantener a las personas en el centro del conjunto de soluciones frente a la inseguridad alimentaria y la malnutrición, particularmente en el contexto actual de emergencia climática. En apoyo a los Gobiernos de la región, estamos promoviendo acciones que protegen a las personas más vulnerables y transforman los sistemas alimentarios, para que sean más resilientes, además de acompañar los esfuerzos a través de políticas públicas holísticas para promover dietas saludables y asequibles”. En este Día Mundial del Medio Ambiente, quiero instar a todos aquellos que intervienen en la cadena alimentaria mundial a que asuman la responsabilidad de adoptar sistemas alimentarios ecológicamente sostenibles y socialmente equitativos. Se prevé que la población mundial, actualmente 7.000 millones de personas, crecerá hasta alcanzar los 9.000 millones en 2050, pero el número de personas que padecen hambre no tiene por qué aumentar.

De esta manera el hambre ha terminado traspasando el horizonte de la sociedad global para poner en peligro a la especie misma(1). Solo con estabilidad y paz es posible lograr el desarrollo y resolver los actuales desafíos de inseguridad alimentaria. Las razones son múltiples; las consecuencias submit pandemia, los conflictos armados, la crisis climática, la desaceleración económica, el aumento de la inflación alimentaria y la desigualdad de ingresos han generado un escenario difícil, que requiere medidas inmediatas. A tres meses de que termine el Año Internacional de las Frutas y Verduras, la FAO recordó que los productos agrícolas proporcionan nutrición y seguridad alimentaria. La funcionaria advirtió que, debido a su alto costo, las dietas saludables están fuera del alcance de la gran mayoría de las personas de todas las regiones del mundo, incluida Europa.

Durante la ceremonia de clausura, expresó la importancia de esta instancia como plataforma essential para que los responsables políticos aceleren los esfuerzos hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, sin dejar a nadie atrás. El documento subraya que el coronavirus es “solo una pequeña parte de un problema mucho mayor” y apunta a otros factores como la crisis climática, los conflictos o unos sistemas alimentarios muy ineficientes. Crear un programa sobre seguridad alimentaria pretende generar un cambio de actitud frente a las condiciones privilegiadas de nuestros países latinoamericanos, en cuanto a clima, pisos térmicos y pluralidad étnica y cultural. Reconoce la redistribución del gasto del hogar, a partir de comprender que no es necesario comprar, lo que la tierra nos puede dar. Todos los derechos humanos, sin distinción, son universales, indivisibles e interdependientes y la Constitución, como norma suprema del país, debería otorgarles el más alto grado de protección jurídica posible. Luego de leer la cápsula y realizar las actividades 1, 2 y 3, entregar una reflexión acerca de los efectos de la pandemia en los sistemas alimentarios.