Nueva Luz Sobre La Desigualdad Del Ingresoandrés Velasco

Tampoco le preocupa a la gente que personas como Alexis Sánchez, Messi, Madonna o Angelina Jolie ganen millones de dólares por partido de fútbol o película. La diferencia con sus ingresos de la inmensa mayoría es abismante pero nadie plantea que esto sea injusto o reclame por tal desigualdad. Mientras más apocalíptica se quiere hacer aparecer la realidad, más hincapié se hace en la desigualdad de riqueza. Y la lucha por su instalación es cada vez más descarnada porque sirve para tener poder y por ello no es casual que los políticos, especialmente los de izquierda, quieran controlarla mediante la redistribución o su posesión, como ocurre en el Socialismo. A falta de otros baremos éticos, el de la igualdad de resultados es el centro, el vértice del discurso ético de la izquierda, la fundamentación para sus propuestas y políticas, y la base de su crítica social.

En cambio, los malos colegios solo permiten a los jóvenes pobres y de clase media, ingresar a universidades de baja calidad o estudiar profesiones sin demanda en el mercado. Los niños y jóvenes de diferentes niveles socioeconómicos no se encuentran, no conviven, no se conocen, al estar radicalmente separados territorialmente y según niveles de ingreso de sus familias. Los modos de elegir colegio, plantea, no son totalmente diferentes de los que desarrollan las familias de las clases medias, aunque la diferencia opera más bien en las amplias habilidades y ventajas que implementan las familias de élite. Estas capacidades serían económicas (pagar el acceso), de redes sociales, para poder incorporarse a la comunidad educativa, y geográficas, para poder ubicarse en sectores privilegiados. En términos más específicos, y según los grupos socioeconómicos asignados por la Agencia de la Calidad de la Educación, el nivel socioeconómico parece ser un determinante importante del desempeño lector de las y los estudiantes.

En Chile, toda la educación, excepto por los colegios particulares pagados, se financia a base de una subvención por alumno. Antes, esa subvención period del mismo monto, independiente de si el alumno period pobre o si tenía más recursos, lo que period problemático, porque educar alumnos con desventajas requiere más recursos. Eso ha ido cambiando por una política en que a los alumnos más pobres se les asocia un subsidio mayor, así como a las escuelas que los atienden, lo que se acerca más a compensar los fondos que requiere atender a una población más vulnerable.

Pero les expropia el control de ambos procesos y lo traspasa a instituciones privadas de propiedad de grandes grupos económicos (muchos de ellos extranjeros). Las Isapres (en salud) y las AFP y aseguradoras (en temas previsionales) pueden financiar negocios privados millonarios disponiendo del dinero fresco que proviene del ahorro obligatorio de los trabajadores, ofreciendo a cambio servicios cuya calidad es altamente cuestionada por la mayor parte de la ciudadanía. No por todos, claro, debido a que la oferta de salud y previsión para la parte económicamente más favorecida (bastante menos del 10% de los cotizantes) puede no ser mala. El principio general es “cada cual se rasca con sus propias uñas”, pero lo que pueden hacer las uñas de cada trabajador(a) no es algo que él o ella decida, sino quienes por ley los reemplazan en la administración de sus fondos.

Incluso hasta 2003 el valor period muy alto (0,51), de modo que valores bajo el umbral de 0,50 sólo se lograron a partir de 2006, en que el valor llegó a ser de zero,48. Chile experimentó desigualdad de la sociedad una desigualdad brutal hasta 2000 y esto se aminoró en forma reducida desde 2006 hasta hoy. Al extender más la escala de observación, vemos que incluso ese progreso es aparente y no promueve una visión optimista.

El gran desafío de nuestro tiempo, dice Collier, es encontrar otra vez un vínculo lo suficientemente amplio que regenere las confianzas y las responsabilidades mutuas. Los criterios de elección responden a la identificación con ciertas fracciones de la élite (por ejemplo, conservadores/ liberales, laicos/religiosos, asociados a un idioma y país, and so on.), a las cuales las familias se sienten pertenecientes o a las que aspiran a pertenecer (Bellei, 2019). Estas son las micro distinciones dentro de la propia élite, es decir, el cierre social lateral, intraclase y no interclase. Los resultados muestran que el rezago lector parece explicarse, en parte, por una debilidad en los subprocesos de reconocimiento de palabras frecuentes y manejo de vocabulario, donde el 62% y 40% de las y los estudiantes respectivamente presentan un desempeño inferior al esperado a fines de 1° básico. Según un estudio del PNUD (2017), los hijos e hijas de la élite chilena son educados en apenas 14 colegios, todos ubicados en la Región Metropolitana, representando el zero,1% del complete de los establecimientos.

El problema esencial del PIB es que no considera cómo se reparte la bonanza; el PIB simplemente divide lo que se produce entre todos los habitantes, como si usted y Andrónico Luksic recibieran anualmente el mismo monto. Así, el PIB per cápita esconde la increíble distancia que hay entre el 1% y el resto; es decir, esconde que los periodos dorados son más dorados para unos que para otros y que aún estando en el mismo país, a pocos kilómetros de distancia, algunos pueden vivir en Suiza y otros muy cerca del nivel africano. Hoy nadie pone en duda que existe una amplia e importante brecha entre la economía de Chile que es muy avanzada y su desempeño educativo que es bastante pobre. Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial.

desigualdad de recursos y medios economicos

La segregación social en Chile ha provocado, según el experto de la OCDE, una concentración de escuelas en desventaja y por otra, una extraordinaria complacencia entre las escuelas que atienden a niños privilegiados de Chile. De hecho, la prueba internacional PISA (Programme for International Student Assessment) –en la cual nuestro país participa desde muestra que los resultados de estas escuelas se explican principalmente por la selección de alumnos más que por un valor agregado en términos educativos. La matrícula en educación superior ha crecido rápidamente, y hoy muchos estudiantes son los primeros en su familia en graduarse de cuarto medio y acceder a la educación superior. Este proceso es positivo, porque aumenta el capital humano necesario para el crecimiento económico y provee oportunidades que antes no existían para sectores pobres.

Aquí, las coyunturas individuales definen, en parte, el alcance de lograr ciertos objetivos propuestos, como, por ejemplo, el género, contexto acquainted, acceso a la salud, a la educación, entre otros. Es decir, que si existiera igualdad de oportunidades para todos los individuos o países, el resultado de sus metas dependería únicamente del esfuerzo ejercido para lograrlas ( Roemer, 1998 b; Kanbur & Wagstaff, 2014; Atkinson, 2015). Teresa Marinovic -ex convencional constituyente y divulgadora de muchas de las ideas de desigualdad de genero en la economia derecha más radicales- plantea la cuestión de una manera distinta. Con esta última expresión alude expresamente a lo que la izquierda denomina “igualdad sustantiva”, esto es, a la igualdad de hecho, aquella que asegura que las desventajas inherentes de determinados grupos (llamados por la ONU “grupos de especial protección”) no se mantengan. La igualdad ante la ley (o igualdad formal), en cambio, es concebida por Marinovic y gran parte de la derecha como “igualdad de oportunidades” en la medida en que creen en la existencia de un mundo justo.

En common, el ingreso mensual promedio en hogares ha seguido aumentando, el desempleo sigue disminuyendo hasta niveles cercanos al empleo total, especialmente en algunas Regiones, la pobreza e indigencia también siguen disminuyendo y se ha propuesto erradicar la pobreza extrema. Algunas políticas públicas incluyen el enfoque de género y hay esfuerzos intersectoriales que promueven mejores condiciones y derechos de las mujeres. El desarrollo logrado en algunos grupos y comunas del país ha llegado a un nivel comparable al de países de muy alto desarrollo. En el caso de la desigualdad de ingresos tiene muchas consideraciones técnicas y es una lástima que se use con liviandad para posturas políticas grandilocuentes.

Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Así, Daron Acemoglu y James Robinson argumentan que las brechas socioeconómicas afectan negativamente el desarrollo de los países cuando se traduce en un acceso, también desigual, al poder político; este mecanismo se relaciona con la potencial captura de rentas por parte de la élite y el bloqueo de oportunidades de desarrollo para el resto de la población. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.

El terremoto de 2010 estuvo acompañado de violentos saqueos y dio origen a una variedad de movimientos ciudadanos que organizaron la participación de las comunidades en el proceso de reconstrucción. En 2011, los estudiantes se tomaron las calles durante meses para exigir una reforma educacional; ese mismo año, el país vivió también grandes manifestaciones por el medioambiente. Y ahora, en 2019, estamos presenciando las manifestaciones más duraderas y violentas que podemos recordar. Esta desigualdad brutal ha hecho que grupos de ingresos medios no puedan acceder a la comprar de viviendas, ni siquiera a través de créditos hipotecarios. Es por ello que los empresarios de la construcción han encendido las alarmas y han solicitado al gobierno utilizar recursos públicos para cubrir aquella diferencia faltante entre oferta y demanda. Ya resulta reiterativo y tedioso afirmar que Chile necesita cambios y políticas para una situación más igualitaria de los ingresos.