De esta manera, resulta esencial la generación de políticas públicas que vengan a entender y abordar eficazmente el contexto actual, con una perspectiva del impacto de estas brechas en las mujeres desde la interseccionalidad, la interculturalidad y la intergeneracionalidad. Pero acotar la solución a las desigualdades de género a la sola generación de políticas públicas es insuficiente. Disminuir el tiempo en que las mujeres alcancemos la igualdad, 289 años según el último calculo estimado realizado desigualdad ambiental por ONU Mujeres, requiere el generar cambios culturales. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos.
Esta incidencia dependerá de las fuerzas relativas que puedan estar actuando en direcciones opuestas (tecnologías más intensivas en capital físico o capital humano, enlaces productivos, etc.). Es probable que aquellos sectores con más enlaces productivos apropiados con otras industrias, a nivel regional, contribuyan a mejorar la desigualdad, como es el caso de la minería en Chile. Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado. En ese sentido, los altos niveles de desigualdad en Chile no son consecuencia inevitable de la economía internacional. En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”.
No obstante, para Rodrigues y Andrade (2014) el impacto de la crisis económica y las políticas de austeridad implementadas desde 2010 en Portugal, han invertido las tendencias anteriores y han afectado negativamente la eficacia y la eficiencia de todos los instrumentos fiscales. En este sentido, según FMI (2014), en las economías avanzadas, la composición y el ritmo de la consolidación desigualdad de economica fiscal condicionan su impacto sobre la desigualdad. Sus resultados demuestran que los ajustes fiscales basados en los recortes del gasto empeoran la desigualdad más que los ajustes basados en los ingresos. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1).
purple social bloquea contenido al mostrar una mama. Por lo mismo, las campañas digitales de cáncer de mama no pueden ser tan potentes en la plataforma ya que no pueden mostrar la realidad. Nuestro prime promueve la educación de cómo palpar, cómo realizar un autoexamen en casa, sin exponer a las mujeres que lo comunicaron.
Sin embargo, cuando se mencionó que uno de ellos había realizado más trabajo que el otro, los niños demandaron que quien había trabajado más duro recibiera mayor recompensa. Si eso pasa, eso sería un mal presagio, no sólo para la paz social, sino que incluso para la sobrevivencia de las democracias estables de sufragio common que surgieron en los países de altos ingresos en los siglos XIX y XX. Un desarrollo posible es un especie de “populismo plutocrático” que se ha vuelto una característica clave del EEUU contemporáneo; el país que aseguró, debemos recordar, la sobrevivencia de la democracia liberal durante la disaster del siglo pasado.
Por ello, en su estudio incluye variables como el nivel educacional, la apertura económica y el índice de democracia, como determinantes de la desigualdad de la renta. Es amplia la literatura que relaciona el crecimiento económico con la desigualdad de un territorio. Comenzando por Kuznets (1955), cuya teoría sostiene que cuando una economía comienza a crecer, también lo hacen las desigualdades, hasta llegar a un cierto punto de desarrollo, donde luego a pesar del mayor crecimiento económico, las desigualdades van disminuyendo, tomando la forma de una U invertida3.
Diseñar e implementar productos, servicios y modelos de negocio que estén dirigidos a ayudar a solventar explícitamente las necesidades de las poblaciones desfavorecidas y marginadas. En entrevista el lunes la investigadora de Pivotes Bárbara Manríquez afirma del CAE que “su implementación es algo que el país necesitaba”. Con algunas omisiones y datos ad hoc al argumento sugiere además que el alza del último tiempo de la morosidad de deudores del… En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile, se encadenaron una serie de eventos produciendo que este hito tuviese un encuadre specific. Por un lado, el escenario político de las derrotas electorales para la izquierda –en el plano…
Muestra de manera clara que una disminución en la desigualdad relativa en relación a otros países del mundo no tiene por qué traducirse en una mayor sensación de igualdad entre los habitantes del país, y que ello no se debe a fenómenos de “falsa conciencia”, “ideología” o “ilusión”. Sin embargo, la contraimagen del fenómeno que nos propone resulta, en algunos aspectos, tan precipitada como la que refuta con éxito. Otro de los pilares de la desigualdad económica, nos detalla el economista, es la alta concentración del mundo empresarial, en donde ciertas familias son dueñas de grandes conglomerados comerciales, el mar, la banca, las ISAPRES, los centros comerciales y las clínicas son solo ejemplos de estos casos. “Al buscar la iluminación del pasado sobre nuestra pandemia actual, debemos ser cautelosos con las analogías superficiales.
Los autores interpretan sus resultados como una indicación de que no hay una ley universal inamovible, sino que más bien, los cambios en los ingresos y la desigualdad, son afectados por las condiciones iniciales de los países y posiblemente por las políticas (Deininger y Squire, 1998, pp. 261). Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional. Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–. Es muy possible que la causalidad opere en ambas direcciones, puesto que una alta desigualdad de ingresos dificulta la igualación de oportunidades en ámbitos como el desarrollo infantil temprano y el sistema educacional, por las grandes divergencias que existen en el capital económico, social y cultural de los hogares de origen. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud.
Esa es la tarea que nos ha encomendado el presidente Gabriel Boric, y estamos seguros que es la que nos permitirá seguir el rumbo hacia un país más próspero, justo y sostenible. «Los shocks violentos resultaron de vital importancia para alterar el orden establecido, para comprimir la distribución del ingreso y la riqueza, para reducir la brecha entre ricos y pobres. A lo largo de la historia registrada, la nivelación más poderosa siempre fue el resultado de shocks poderosos», continua el texto. ENAP cuenta con una operación de relevancia en Hualpén (Refinería Bío Bío), comuna en donde el Sistema Nacional de Asignación con Equidad (SINAE) la clasificó con un índice de vulnerabilidad de un un 91,4% (IVE-SINAE COMUNAL 2019). ENAP trabaja actualmente en 5 establecimientos (Hellen Keller, Republica del Peru, Alonkura, Cristobal Colón, Liceo Técnico Profesional Lucila Godoy Alcayaga) con un complete de 17 salas de clases, impactando a más de four hundred niños y niñas de primero, segundo y tercero básico de la comuna. Realizar actividades de difusión de los contenidos investigados, en medios de comunicación y reuniones que aporten al debate y construcción de políticas públicas relativas a las personas mayores.
En el caso de la desigualdad de ingresos tiene muchas consideraciones técnicas y es una lástima que se use con liviandad para posturas políticas grandilocuentes. Y además debería analizarse por subgrupos, porque los jóvenes, con un nivel de educación más homogénea hoy, son más iguales que la población mayor. Cuando comparamos países, además de los problemas de equivalencia en los datos, aquellos con pirámides poblacionales más jóvenes serán más desiguales que la de países maduros. El ingreso que imputamos al 1% más rico se confunde, pues es un ingreso devengado y no percibido. No representa lo que pueden gastar, sino lo que pueden decidir mientras lo mantengan invertido y generen productos competitivos. La alternativa es que esas decisiones se tomen con mucho menos responsabilidad por los aparatos políticos.
El panorama más amplio es uno de convergencia entre los países y de divergencia dentro de ellos. Entonces, “desde 1980, la desigualdad de ingresos ha aumentado rápidamente en América del Norte y Asia, creció moderadamente en Europa, y se estabilizó en un nivel extremadamente alto en el Medio Oriente, África Subsahariana y Brasil”. En suma, creo que Frei logra iluminar muy bien la transformación valórica de los sectores medios de nuestra población que crecieron y prosperaron al alero del mercado, que son más igualitaristas, democráticos y meritocráticos, y cómo ella se traduce en nuevas percepciones sobre la desigualdad. Pero, al mismo tiempo, este destello lúcido deja más preguntas que respuestas en el aire, que sólo pueden ser solucionadas hilando aún más fino. Raimundo nos propone mirar con binoculares lo que otros pretenden observar con un telescopio, pero me temo que lo que necesitamos, dada la complejidad, diversidad y pluralidad de esta nueva sociedad chilena, es más bien un microscopio.