Más Allá Del Ingreso: Un Perfil De La Pobreza Noticias Onu

En relación con el HMPI, siendo su valor en 1992 de 0,201, este ha progresado hasta un nivel de 0,094 en 2017. Esta significativa caída es producto de una sustancial reducción en el número de personas que viven en situación de pobreza multidimensional (55,1% de la población en 1992 y 30,9% en 2017), y de una reducción en la intensidad con la que esta población sufre carencias acumuladas (casi 37% en 1992 y 31% en 2017). La evolución es también favorable cuando se observa la caída en la pobreza extrema desde 9% en 1992 a 2,3% en 2017. Esta evidencia es prueba del vínculo que se ha asumido entre la condición de pobreza monetaria y las carencias en salud. Por una parte, la falta de acceso a la salud, y también carencias en educación, entorpecen la acumulación de capital humano contribuyendo al establecimiento de círculos de pobreza crónica5 . A partir de 2017, el IPM Global indica que alrededor de un cuarto de la población en los más de cien países analizados es multidimensionalmente pobre; esto representa un total de 1,45 mil millones de personas.

Las pérdidas de ingresos de los más pobres del mundo fueron el doble que las de los más ricos. Los más pobres también sufrieron grandes retrocesos en materia de salud y educación que, si no se abordan con medidas de política, tendrán consecuencias duraderas en sus perspectivas de ingresos en el futuro. Con tal fin, utiliza los datos, pruebas y análisis más recientes para ayudar a los países a formular políticas que permitan mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente de las personas más pobres y vulnerables. La pobreza es una condición social en la que se carece de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas.

“Esto muestra que el desafío de reducir la pobreza multidimensional no se limita a los países de bajos ingresos”, asegura el informe, que afirma que “la pobreza está en todas partes”. La redundancia entre los indicadores de malnutrición y la pobreza multidimensional también es decreciente. Mientras el R

Si persisten los patrones actuales, se estima que el 7 % de la población mundial (aproximadamente 575 millones de personas) aún podría encontrarse atrapada en la pobreza extrema para 2030, con una concentración significativa en el África subsahariana. Una revelación alarmante es el resurgimiento de los niveles de hambre a los registrados por última vez en 2005. Igualmente preocupante es el aumento persistente de los precios de los alimentos en un mayor número de países en comparación con el período de 2015 a 2019. Este doble problema de la pobreza y la seguridad alimentaria plantea una grave preocupación mundial. La sección 2 presenta brevemente las metodologías empleadas en la medición de la pobreza monetaria y multidimensional, y luego se describe la medida de asociación que se emplea para medir el grado en que los distintos índices e indicadores identifican simultáneamente a los individuos en su condición de pobreza y carencias en salud. Se entiende como pobreza a la situación económica de un individuo, grupo o región, así como a la carencia de lo necesario económicamente hablando, para la satisfacción de las necesidades básicas, como alimentación, vestido, servicios médicos, vivienda, y otros enceres y servicios dentro de lo básico, para la vida moderna.

pobreza individual

Para dar luz a este asunto, a continuación, se presenta la evolución de la medida de redundancia R 0. Es importante señalar que desde ya hace dos décadas han existido notorios avances en la forma de conceptualizar y medir la pobreza.

La inflación supera a la de Venezuela y es la más alta del mundo (276% interanual), la proyección de pobreza se acerca al 60% y el desempleo está en alza. La reproducción del Capital desde una mirada feminista (2021), plantea que el 53% de las mujeres chilenas que desempeñan labores remuneradas o no, experimentan lo que se denomina “pobreza del tiempo”, en contraste con el 36% de los hombres. Esta disparidad se atribuye principalmente a la falta de equidad en la distribución de responsabilidades relacionadas con el cuidado del hogar, agravándose especialmente en sistemas biparentales con hijos e hijas y personas a cargo, afectando finalmente la calidad de vida de las mujeres. Los valores en política sanitaria, los seguros complementarios en países como Francia, Bélgica y Suiza, la equidad en el financiamiento y el cambio institucional en el diseño de políticas públicas fueron los ejes de la conferencia de Pere Ibern, Consultor del Banco Mundial experto en salud y economía. Su presentación, titulada “Desafíos para un financiamiento sostenible y equitativo del sistema de salud chileno”, fue organizada por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el Banco Mundial y el Fondo Nacional de Salud (Fonasa).

La respuesta a cuál de los dos enfoques es preferible adoptar para que las medidas de pobreza sigan siendo buenas aproximaciones del estado de salud general de la población no es de fácil respuesta. Sin embargo, debe avanzarse en el debate al respecto, en especial cuando se busca que el indicador de pobreza multidimensional pueda capturar los progresos en el avance de la medicina preventiva por sobre la curativa, el rol del autocuidado en salud y el nivel de éxito de las políticas públicas de salud. En definitiva, este estudio pretende estimular la reflexión sobre los indicadores de salud y el cómo estos debiesen estar integrados a la política social vía los indicadores agregados de pobreza. Por su diseño, la línea de pobreza social se incrementa a medida que se eleva el ingreso medio.

Los hallazgos también revelaron que existe una asociación positiva entre el estado de discapacidad y la pobreza multidimensional, y que casi la mitad de todos los pobres, según el IPM (706 millones), están abocados a sufrir graves privaciones. Por último, pero no menos importante, está el concepto de desigualdad que se refiere a cómo ciertas variables se distribuyen entre individuos, grupos de personas o países. La desigualdad se ha centrado desde siempre en medir la distribución de las variables de resultados, como el nivel de ingresos, los logros educativos o el estado de salud de la población, utilizando medidas bien conocidas como el coeficiente de Gini, el índice de Atkinson, el índice de Theil y los ratios de percentiles. El experto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pedro Conceição, explica que cuando la pobreza se mide en todas sus dimensiones “encontramos que unos 500 millones de personas más se añaden a la lista de pobreza extrema” frente a la medición más clásica que solo tienen en cuenta el nivel de ingresos.

“Los últimos 20 años han sido un desastre económico, una orgía de gasto público, emisión descontrolada que tuvo como resultado la peor herencia que ningún Gobierno de la historia argentina haya recibido jamás”, dijo ante los legisladores. Para el historiador económico Pablo Gerchunoff, Milei quiere volver a la bonanza conservadora de 1910, un deseo utópico que lo asemeja a los kirchneristas nostálgicos del primer peronismo, de 1945. “Milei está gobernando hacia el mercado y de espaldas a la sociedad”, advierte el economista Juan Manuel Telechea. Los bonos argentinos suben, el riesgo país ha bajado hasta su nivel mínimo en nueve meses y el Banco Central acumula ya más de 9.000 millones en reservas. Argentina registró en enero superávit financiero por primera vez desde 2012, y este dato positivo creó “una falsa sensación de éxito”, según Telechea. Este experto cree que es poco sostenible —”¿cuánto más se van a poder recortar programas sociales y jubilaciones?