Los Pilares De La Desigualdad Económica Persistentes En Chile: Una Mirada Histórica De Andrés Solimano

O bien, la meta 10.3 que busca garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, tiene como indicador la “proporción de la población que declara haberse sentido personalmente discriminada o acosada en los últimos 12 meses por motivos de discriminación prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”. Aquí, por ejemplo, existe la limitante de la subjetividad, es decir, que el sentimiento de discriminación por motivos prohibidos por el derecho internacional implica que la población está consciente de todos sus derechos y que puede reconocer fácil-mente cuando sufre algún tipo de exclusión. En otras palabras, la dificultad de cuantificar esta meta podría tener como consecuencia, también, inconvenientes para evaluar sus resultados o bien monitorearlo. Además, el indicador no hace referencia a la desigualdad de ingresos tampoco, dejando este aspecto abandonado al momento de evaluar sus avances. El artículo reconoce que hoy en día el país y el mundo entero se encuentran sufriendo una de las peores crisis sanitarias que se haya visto en mucho tiempo, lo que ha traído y tendrá consecuencias para esta agenda y sus objetivos ( Noticias ONU, 2020; United Nations, 2020a).

La multitud se tomó las calles de muchas ciudades en protesta por la desigualdad que mastican, huelen e indigna a los millones que viven hacinados en poblaciones periféricas. Esa inequidad mata igual que la corrupción que se fue instalando y cooptando el sistema político, con leyes que no le han quitado ni una muesca al poder que desde hace décadas ostentan los grandes grupos económicos locales y multinacionales. Porque detrás de las buenas cifras, que debemos valorar y mejorar, cómo no, queda claro que los desafíos para el Estado siguen más vigentes que nunca.

desigualdad economica mundial

Ahora bien, la desigualdad de resultados, de acuerdo a Atkinson (2015), tiene que ver con aquello que los individuos logran a pesar de sus circunstancias. El economista establece tres razones importantes para considerar esta faceta de la desigualdad, aún asumiendo que se ha establecido igualdad de oportunidades en primer lugar. Es decir, que habiendo garantizado que las particularidades de cada individuo no influyeran en el resultado ultimate de cada uno, todavía existirían factores que causen la desigualdad entre ellos.

Por cierto, esa desigualdad se expresa en otras medidas, por ejemplo, en la participación femenina en el mercado del trabajo (junto con las desigualdades salariales que de ella surgen, ya que las mujeres ganan, en promedio, un 70% del salario en comparación a los hombres del mismo nivel de educación). Esta situación es insostenible por mucho tiempo y me parece inmoral el que no hagamos nada por solucionarla. Este debe ser el peor de los problemas de nuestra sociedad y el resolverlo debería ser prioritario. Tomar acciones para corregir estas situaciones es tarea de todos y debemos empezar por mirar a nuestro alrededor, entender la realidad del entorno y hacernos cargo de las diferencias sociales que nosotros mismos estamos creando.

Por lo tanto, como se ha expuesto, la desigualdad económica tiene causas ex-ante y ex-post que coartan la libertad de los individuos para alcanzar los resultados que se consideran ideales, mostrando así la multidimensionalidad de esta misma. Además, como fue explicado ya, ambas caras de la desigualdad económica están relacionadas entre sí, contribuyendo al empeoramiento de estas inequidades o al favorecimiento para algunos pocos casos aventajados. En consecuencia, el estudio y análisis de la desigualdad económica debe considerar la mayor cantidad de factores posibles, para buscar soluciones que abarquen el problema en su conjunto y que realmente respondan a las dificultades que desigualdad america latina enfrentan las personas y países en el día a día. En este sentido, si bien ha habido políticas públicas importantes a nivel mundial para resolver temas significativos relacionados a la desigualdad, como la reducción de la pobreza, éstas, por ejemplo, no han tenido grandes consecuencias en términos de desigualdad de ingresos para el resto de la población (Alfonso et al., 2015 ). Por otra parte, los resultados encontrados, luego de examinar las acciones públicas para reducir las desigualdades, proponen la necesidad de realizar un análisis sobre los indicadores que están siendo utilizados para cuantificar las disparidades en el país y cómo se están utilizando para tomar decisiones.

El foco del impuesto a la riqueza son solo los mayores patrimonios, por lo que en general su diseño exime a la mayor parte de la población de este impuesto. En easy, estos son impuestos que se cobran sobre activos, como por ejemplo activos financieros o propiedades. A diferencia de los impuestos al ingreso que se calculan en base a flujos (es decir, a cuánto se gana en un año), estos impuestos se calculan en base a stock (es decir, a la cantidad acumulada a través de los años).

De hecho hay un corriente teórica, bastante antigua, que señala que antes de que los países lleguen al desarrollo económico, incluso mayor crecimiento generaría mayor desigualdad. Esto se debe principalmente a que las rentas de los recursos económicos estarían concentradas en un pequeño sector y éste es el que generaría el mayor crecimiento”, analiza. Si bien su trabajo está centrado en Estados Unidos, sus estudios también son pertinentes en América Latina, donde las mujeres viven en condiciones incluso más graves de vulne- rabilidad. A partir de la pandemia hubo una notable disminución de la participación de las mujeres en el mercado laboral, equivalente a un retroceso de más de diez años. Al observar las cifras de 2022, la tasa de participación laboral de las mujeres en la región fue de 52% y la de los hombres de 74%, es decir, una de cada dos mujeres en edad de trabajar no participó del mercado laboral. Esto se debe a que las mujeres asumen responsabilidades de cuidado doméstico, lo que actúa como una barrera estructural para su autonomía económica.

La Iniciativa para la Paridad de Género será implementada por el “Grupo de Liderazgo”, que entregó a la Mandataria un documento ejecutivo con las propuestas de acción y medidas que impulsará, a la que se espera adhieran nuevos actores del mundo empresarial. Este grupo está conformado por representantes de empresas, autoridades de gobierno y actores de la sociedad civil, que se han comprometido a colaborar en la dirección de esta iniciativa. En el caso de Chile, son parte de esta instancia el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Economía, el Ministerio del Trabajo, el Ministerio desigualdad de la salud de la Mujer y la Equidad de Género, la SBIF, Comunidad Mujer, Antofagasta Minerals, Manpower, Sodexo y Telefónica. “La equidad entre hombres y mujeres tiene una dimensión ética y también política, porque tiene una fuerte incidencia en el crecimiento económico. En otras palabras, ésta es una tarea que apunta integralmente a nuestro desarrollo”, aseguró la Gobernante al inicio de su discurso. Según el economista «los gobiernos podrían jugar un rol mucho más proactivo, eliminando discriminaciones en la ley que limitan a la mujer y la convierten en ciudadana de segunda categoría.

En la actualidad, el 1% de las familias más poderosas acapara el 46% de la riqueza del mundo. Actualmente, el instituto se encuentra implementando una cultura de equidad de género con la finalidad de disminuir brechas en los distintos estamentos de la comunidad del IPVG, y de esta forma posicionar la temática, desarrollando diferentes acciones asociadas a diversidades y brechas de género. Esta agrupación incluye las naciones más desarrolladas del planeta, pero también aquellas emergentes como México, Chile y Turquía.

Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Con niveles tan altos de inequidad es difícil pensar que existan reales oportunidades para que los ciudadanos y ciudadanas logren mejorar sustancialmente su nivel de bienestar. En efecto, al observar las perspectivas de desarrollo humano en el largo plazo, el concepto de movilidad se torna basic para entender las enfermedades de la economía chilena.

El índice de riqueza de los multimillonarios parece no tener límites, mientras que la población menos acomodada lucha por llegar a fin de mes. Según el Banco Mundial, probablemente estemos asistiendo al mayor aumento de la desigualdad y la pobreza en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. En Italia, a finales de 2021, la riqueza en manos del 5% más rico era superior a la del 80% más pobre. El número complete de familias italianas en situación de pobreza absoluta asciende a 2 millones.

Asimismo, se realiza un recuento histórico del surgimiento de la clase media y su antagonismo con los súper ricos. En el segundo apartado, se analizan algunos factores de la desigualdad nacional y se reformula la teoría de los ciclos de Kuznets, para el autor la desigualdad tiende primero a incrementarse y luego a reducirse. En la tercera sección se contrasta la desigualdad global a través del tiempo y entre diferentes países. Por su parte, los últimos dos apartados constituyen la proyección de un posible escenario a futuro de la desigualdad y de posibles alternativas a este problema.