Libro «la Ética Católica Y El Espíritu Del Capitalismo»

Tomemos por ejemplo el ingreso, nadie ha demostrado que a diferente ocupación debe haber diferente ingreso y nadie lo va a demostrar nunca si acepta que las personas son igualmente dignas y que sus trabajos son también igualmente dignos. Se habla entonces que el menos válido laboral debe ganar menos, pero si está trabajando ocupando sus facultades limitadas al máximo está cumpliendo al igual que otro, aunque su producción es menor; se lo considera de inferior condición productiva porque le produce menos mercancías al empresario y entonces debe quedar cesante si otros lo pueden reemplazar y dar más ganancias al patrón. Eso sucede en el capitalismo o regímenes productivos verticales, no en los regímenes productivos solidarios, fraternos, cooperativos. A pesar de sus diferencias, cada una de estas tres corrientes coincidió en la urgente necesidad de otorgar pronta solución a los problemas derivados de la cuestión social, que hacia el año 1920 se convirtió en una preocupante cuestión política, traspasando las fronteras de la opinión pública e insertándose de lleno en los planes del Gobierno y del Congreso Nacional. [6] Esto no significa que el gobierno no pueda intervenir la distribución de ingresos de mercado.

Según un estudio del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones donde el índice de desigualdad es igual o superior al promedio nacional. Según el cálculo exploratorio propuesto por los autores, y considerando el carácter multidimensional de los orígenes del conflicto social, “reducir la desigualdad de Chile de 0,forty nine a zero,43 (GINI) podría significar una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional”. Lo que el gráfico muestra es que el ingreso actual desigualdad economica globalizacion aumentó significativamente para todos los grupos hasta, aproximadamente, el percentil 70, así como para aquellos en la parte superior de la distribución, especialmente el 1% superior. Los ganadores fueron, por tanto, los ultra ricos de Occidente y las nuevas cla­ses medias de países como China, India y Brasil.

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Si en el año 2017 la pobreza medida por ingresos laborales y pensiones contributivas llegaba a 29,4%; al año 2020 llegó al 39,9% (Fundación SOL, 2021). Recordemos que en nuestro país la mayoría de la población está endeudada, tiene bajos salarios y empleos precarios. Parte del debate público, sin embargo, argumenta que la desigualdad es un producto inevitable del libre mercado, el desarrollo tecnológico, y de la globalización. Se dice (o al menos se asume) que no hay nada que los países puedan hacer para domar las fuerzas del mercado y que cualquier intento de common desigualdad de la globalización el grado de desigualdad tendrá efectos negativos ineludibles sobre el crecimiento económico. Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos. En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”.

En enero de 2019 Bloomberg consideró a Ray Dalio como la persona 67° con mayor fortuna en el mundo. Cómo no si se trata del creador del Bridgewaters, uno de los fondos de inversión más grandes de Wall Street. Desde esta perspectiva también surge un movimiento de los Inner Development Goals, para apoyar el desarrollo private en busca de un mejor sistema. En el cooperativismo, el liderazgo colectivo se reúne para crear una solución basada en una cultura de colaboración que genere valor para todos los grupos de interés. El trabajo está en transformación y necesita un periodismo que ponga a las personas primero. El libro destaca cómo el sector de la consultoría, especialmente el papel prominente de firmas como McKinsey & Company, ha influenciado decisiones clave en negocios y gobiernos.

Además algunos países han introducidos cambios constitucionales (caso español) para que el presupuesto fiscal tenga el visado de organismos supra-nacionales disminuyendo aún más la falta de soberanía nacional en las decisiones de política fiscal. La capacidad de readaptación del capitalismo explica, en parte, su supervivencia y superioridad. Actualmente, la complejidad del mercado, que hace depender la prosperidad de los países de su integración en redes globales de intercambio, puede restar eficacia a los intentos políticos por dar dirección a la economía. Pero el malestar generalizado y la insostenibilidad de un conflicto social de largo plazo quizás conduzcan a una nueva vuelta de timón en su desarrollo. O incluso, aunque es la opción menos possible de materializarse en un futuro próximo, a su superación. El “capitalismo meritocrático liberal”, por su lado, con su organización basada en la democracia y el imperio de la ley, ha fomentado la innovación, la movilidad social y, en suma, el desarrollo económico.

Las zonas de influencia están escritas en los cuerpos de las personas y en la tierra. Con el cierre de hospitales y escuelas, y la disminución de los servicios básicos, la vida se vuelve más desesperada e incierta. Pero eso requiere voluntad política y el poder institucional para implementarlo. Las políticas neoliberales del siglo XX, sin embargo, se esforzaron por crear condiciones que facilitan, en lugar de frustrar, la libre elección, el crecimiento y el apego preferencial. “Esta es sólo la última evidencia de que hoy vivimos en un mundo con niveles de desigualdad que tal vez no hemos visto durante más de un siglo“, alertó la ejecutiva.

Por el contrario, una política que empeora la distribución del ingreso se define como regresiva. Sin embargo, éste indicador se basa exclusivamente en datos de la CASEN, que, como discutimos más arriba, no capturan los ingresos de los tramos de altos ingresos. La única serie de tiempo basada en datos tributarios (y que es una estimación conservadora porque no corrige por elusión ni evasión) muestra que la concentración del ingreso del 1% y del 10% más rico no ha caído.[5] Tanto en 1990 como en 2015, el 1% recibía cerca de un cuarto de los ingresos del país. Por su parte, el 10% más rico concentraba el 54% de los ingresos tanto en 2004 (primera fecha para la que se tiene registro) como en 2015. Usando esta información podemos evaluar cómo se sitúa Chile en el panorama internacional.

Así, se puede decir que, en términos generales, los impuestos patrimoniales no son relevantes en Chile, tanto en términos de recaudación, como en progresividad o cuidado de la democracia. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%.

La burocracia también “a todas luces” es “la be­neficiaria primordial” del sistema. Es legítima solo si logra producir crecimiento económico, por lo que sus reclutas deben ser competentes. En ausencia de una norma jurídica vinculante, disfrutan de una conside­rable discreción, como deben hacerlo al actuar con de­cisión cuando sea necesario para cumplir la promesa de un crecimiento ininterrumpido. Las “zonas de ile­galidad” son, por lo tanto, una parte integral del siste­ma, a pesar de que la esencia de la burocracia consiste en vincular el comportamiento particular person mediante reglas. Debe, sin embargo, mantener­se bajo control, para que no socave la legitimidad del sistema. Esto explica las espectaculares y periódicas represiones contra los funcionarios corruptos.

Dalio propone crear asociaciones  público-privadas, que puedan investigar y determinar en qué proyectos es más beneficioso invertir recursos para mejorar en el largo plazo los problemas que ha estado generando el capitalismo. En ese escenario, Dalio dice que la educación uno de los pilares fundamentales del crecimiento de una sociedad, y que es imprescindible protegerla de la inequidad, pues ese es el punto de partida del círculo vicioso. De tal modo, poco tiempo atrás publicó en LinkedIn un influyente submit en el que explica Por qué y cómo el capitalismo debe ser reformado. Con una postura opuesta, el sociólogo Ernesto Ottone planteó que, aunque es arriesgado realizar predicciones, especialmente en economía, todo es finito y el capitalismo puede terminar. Somos un centro de investigación y acción, que busca generar conocimiento crítico y acciones para potenciar las luchas

La implicación clara es que está bien que mueran las personas más vulnerables –los ancianos, los sin hogar, aquellos con condiciones preexistentes–, siempre que se pueda reanimar la economía. Numerosas circunstancias, sin embargo, han llevado a desplazar el interés académico hacia otros conflictos o procesos pretendidamente «postmodernos», a menudo asociados a los que fueron llamados «nuevos movimientos sociales», copiando en demasía criterios y elementos de análisis de la ciencia dominante. En las subsecuentes fases descendentes se desata un mayor descontento pero al tiempo disminución del poder social de negociación del Trabajo, que van de la mano de mayores niveles de represión y conflicto. Se incrementa la mercantilización de la fuerza de trabajo y diferentes combinaciones de conflictividad del Trabajo, que se hace más generalizada. “Nuestro campo laboral es bastante reducido, la mayor parte de las y los antropólogos quedan como en un limbo de precarización laboral donde hay mucho trabajo informal, por cuenta propia, sumado al auge de las consultoras vuelve necesarias las postulaciones a fondos culturales y hace estar en una constante autogestión laboral que sin duda no es lo perfect. En el panel, también estuvo invitada la presidenta de Colegio de Antropólogos de Chile, Natalia Caniguan, para analizar la empleabilidad, cómo se configura el campo laboral y de qué manera la formación académica de antropólogo en Chile, pero también en otros países como México, está respondiendo o no a las demandas actuales.

Sin embargo, su dependencia de la consultoría externa ha socavado la capacidad interna de las organizaciones para innovar y responder efectivamente a las necesidades ciudadanas, lo cual es fundamental para la democracia y el progreso. El responsable de dar inicio al encuentro con su intervención fue el académico Crisóstomo Pizarro, quien abordó la perspectiva de diferentes intelectuales en torno a este sistema, entre ellos Schumpeter, Stiglitz, Deaton, Piketty, Hirschman y Habermas, de manera de esbozar una concept sobre el “estado del arte”. Es physician en Economía y catedrático de Estructura Económica de la IQS School of Management (Universitat Ramon Llull), y uno de los principales divulgadores españoles de asuntos económicos.

Ese período, lejos de ser una etapa revolucionaria y de ilustración de las sociedades humanas, se convirtió en el primer paso para crear un modelo de sociedad que condenó definitivamente a las clases populares a la explotación, la incultura y la desigualdad. Una visión que repasa y compara la realidad en el campo, las ciudades, la educación, el pensamiento político y económico y la cultura en los distintos países de Europa y América. Así como las relaciones feudales persistieron bajo el capitalismo, las relaciones capitalistas de producción y explotación continúan bajo el neofeudalismo. La diferencia es que las dimensiones no capitalistas de la producción —expropiación, dominación y fuerza— se han fortalecido hasta tal punto que ya no tiene sentido postular actores libres e iguales que se reúnen en el mercado laboral, incluso como una ficción gobernante. Significa que la renta y la deuda figuran tanto o más en la acumulación que la ganancia, y que el trabajo excede cada vez más la relación salarial. Se repliega sobre sí mismo, generando, encerrando y minando rasgos de la vida humana a través de redes digitales y medios masivos personalizados.