La Pobreza No Es Solo Falta De Ingresos: Seminario De Espacio Público Reflexiona Sobre Desigualdad En El País

Los datos recabados son procesados por servidores de Microsoft distribuidos alrededor del mundo y el resultado de ese procesamiento apunta específicamente a las adolescentes identificadas como personas bajo riesgo, afectando no solamente su privacidad, sino también su autonomía y generando amplio potencial de discriminación. Se trata, finalmente, de un mecanismo dirigido de control sobre personas en situación de vulnerabilidad que son expuestas a intervenciones sin su consentimiento, reforzando la vulnerabilidad de las personas que son privadas incluso de la posibilidad para decidir sobre esas intervenciones. Tal como señaló el Informe McKinsey de 2007, en ninguna parte del mundo la calidad de un sistema escolar supera la calidad de sus profesores. “Los sistemas escolares de alto nivel prestan atención a cómo se selecciona y capacita a su personal docente. Observan cómo mejorar el desempeño de aquellos que tienen dificultades y cómo estructurar sus remuneraciones. Proporcionan un ambiente en que los maestros trabajan juntos para formular y desarrollar buenas prácticas y proporcionan vías inteligentes para que avancen en sus carreras profesionales.

A continuación esta sección analiza la pobreza en Chile, un fenómeno complejo de definir y medir, entendido como una condición privativa, en la cual las personas carecen de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas como vivienda, alimentación, vestuario o salud. Además, es un término asociado a otros fenómenos negativos, como la desigualdad y la falta de oportunidades, afectando el bienestar de la población (Ministerio de Desarrollo Social, 2011). En la literatura económica, desde hace décadas, existe consenso en que un país o territorio no debe ser evaluado únicamente por sus indicadores económicos de productividad, sino que también por su capacidad para reducir la pobreza y la desigualdad, ambos conceptos entendidos como males para una sociedad (Gasparini et al., 2014). Al ser la pobreza reconocida como mal social, no es de extrañar que sea un concepto ampliamente estudiado y que sea propósito de cada Gobierno reducirla al máximo.

desigualdad de clases sociales

Diego Portales (UDP), María Luisa Méndez y Modesto Gayo, buscan responder en su estudio -financiado por Fondecyt- “Sobre las viejas y nuevas formas de reproducción social en la clase media alta en Chile”. Para las variables desigualdad y tasa de política monetaria, el signo evidenciado en el coeficiente se condice con la teoría económica (Persson y Tabellini 1994; Perotti 1996; Verdier 1993; Alesina y Rodrik 1994; Berg y Ostry 2011; Easterly, 2007), siendo en ambos casos negativo en relación con la tasa de crecimiento del PIB. En el año 2014, Berg, Ostry y Tsangarides retomaron su investigación de 2011, esta vez evaluándola en conjunto con la variable redistribución.

mencionó, en los niveles más altos de clase social no queda clara tal tendencia, pues existen algunos casos en donde niñas superan a los niños en sus resultados.

Frente a esto, cuestionar la capacidad del sistema educacional chileno para incluir a los niños y niñas sería incoherente ante la clara evidencia de la masificación escolar tanto a nivel primario como secundario (Corvalán 2001).

La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Con la nueva corriente que relaciona negativamente a las variables surgen estudios como el de Persson y Tabellini (1994), quienes realizan dos modelos de regresión con muestras históricas y actuales, evidenciando un signo negativo de la desigualdad sobre el crecimiento. Dado lo anterior, estos investigadores concluyen que la desigualdad es dañina para el crecimiento, puesto que conduce a políticas que no protegen los derechos de propiedad y no permiten la apropiación privada complete de los rendimientos de la inversión. A partir de lo anterior se obtiene como resultado que para cada modelo existía una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento.

Un caso especial es del colegio San Ignacio El Bosque, el cual posee un sistema de colegiatura diferenciada, donde el valor mensual varía en base al ingreso acquainted y la cantidad de hijos. Según los resultados de la última PAES, Cambridge College, ubicado en Providencia, fue el establecimiento con el promedio más alto (879,three puntos). La mensualidad en este caso asciende a los $453 mil para educación media y $423 mil para educación parvularia y educación básica. El sistema escolar inequitativo alcanza su culminación con los instrumentos de selección universitaria que han existido hasta la fecha, que amplificaron las desigualdades. Cuando los estudiantes de estos colegios son evaluados por PISA logran resultados similares al promedio de los estudiantes de la OCDE, que en su mayoría asisten a escuelas públicas.

Si a esto se le suman las posiciones de clase media propietaria de medios de producción (pequeña burguesía y pequeños empleadores), la clase media en Chile llegó a ser en 2013 no más del 26 o 27% de la población empleada. Por el contrario, los datos para el mismo año muestran que la clase trabajadora (la cual incluye trabajadores/as asalariados/as calificados/as y no calificados/as) llegó a casi el 60%. Si a eso se le suman los/as trabajadores/as autoempleados/as informales (15%), se tiene que los “sectores populares” comprenden casi el 75% de la población. Sin embargo, dado que estas mediciones fueron hechas en décadas de estabilidad económica y alto crecimiento, es poco possible desigualdad distribucion de la riqueza que este patrón haya cambiado implicando un crecimiento de las posiciones de clase media. La bajada drástica de la pobreza de un 45% en 1988 a un 20% hoy, significa que han crecido los contingentes de sectores populares o la franja baja de la clase media, que poco tiene de clase media. Treinta años de crecimiento económico debido en parte al súper ciclo del cobre, por lo menos hasta 2015, han permitido, junto con la apertura de la economía, la aparición de nuevos grupos de empleados y profesionales del sector privado, que han surfeado exitosamente sobre la bonanza económica.

El PNUD, cada año, desde 1990, presenta un informe sobre desarrollo humano, donde se analizan importantes temas, tendencias y políticas sobre desarrollo. No se puede negar que durante el último cuarto de siglo a nivel mundial ha habido un importante progreso en muchos ámbitos del desarrollo humano. La esperanza de vida es mayor; hay más personas que se escapan de la línea de la pobreza y la pobreza extrema; menos personas afectadas por la malnutrition, entre otros. Si bien es claro que estos avances han mejorado la calidad de vida de las personas, se debe asumir que no en la misma proporción e incluso ha dejado mucha gente marginada de este gran avance (PNUD, 2016). Es por lo anterior que el último informe del PNUD está dedicado a este tema “desarrollo humano para todos”, considerando, igualmente, que en 2015 los dirigentes nacionales se comprometieron a “no dejar a nadie atrás”, compromiso que dejaron plasmado en la Agenda 2030. El (Gráfico 4) deja ver cómo incorporar una nueva dimensión acrecienta el porcentaje de población en situación de pobreza en 1,8 puntos porcentuales.

La evidencia presentada permite cuestionar el mito que la Concertación y el Bloque en el Poder en basic construyeron durante los últimos 30 años. Según éste, Chile es un país en el que, debido a las transformaciones económicas y sociales impulsadas por el neoliberalismo, se habría consolidado una nueva “clase media” supuestamente mayoritaria. Esta evidencia también sugiere que los niveles de identificación con la clase trabajadora pueden incluso ser más altos de lo que comúnmente se piensa. Pese a lo anterior, son escasos los participantes que abordan críticamente esta dimensión en sus relatos, aunque suelen reconocer que el dinero escasea y que será imperativo “tener que trabajar” una vez egresado de cuarto medio.

Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).

dentro de la escuela (Corvalán, Elaqua y Salazar 2009). La desigualdad en el acceso a oportunidades de algunos segmentos de la población, entre los que destacan los jóvenes, permanece como una deuda de la democracia chilena.

Las desigualdades se expresan en distintos ámbitos de la vida de las personas, a nivel económico, cultural y social, como en su identidad de género, el trabajo, las barreras financieras, el uso del tiempo, la participación en decisiones políticas, la toma de decisiones sobre el propio cuerpo, entre otros. Esta información busca aportar tanto a la elaboración de las políticas públicas como para la sociedad en common. En línea con lo anterior, se pone a disposición de la ciudadanía los principales resultados sobre las desigualdades en el tiempo que hombres y mujeres destinan al trabajo remunerado, no remunerado y las actividades personales, a través de Encuesta Nacional Sobre Uso del Tiempo y su documentación. A su vez, se presentan documentos desigualdad de riqueza metodológicos para promover la incorporación del enfoque de género en la producción estadística, documentos de análisis, infografías y el atlas de género, que profundizan sobre problemáticas de género a través de los datos e indicadores publicados en este sitio, así como su disposición territorial. La clase media apareció en Chile en el siglo XIX, a partir de un grupo de trabajadores independientes, empleados, comerciantes y profesionales liberales que emergieron como resultado de los procesos de modernización y urbanización. Este grupo aumentó fuertemente entre los años 1920 y 1960 debido a que el Estado comenzó a desarrollar políticas en educación, salud o fomento de la economía, las cuales requirieron nuevos contingentes de empleados.