A nivel Latinoamericano, Chile lidera en el territorio, con un PIB per cápita que es 12 veces mayor al país con el peor resultado, Haití. Panamá, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI, 2017), es una economía emergente desigualdad capitalismo con gran posibilidad de mantenerse a la cabeza de este grupo en los próximos años. [3] Los datos tributarios, si bien representan una mejora sustantiva en relación a las encuestas de hogares, tampoco son perfectos.
Esto está alineado con el dato con el trabajo de Michel Jorratt (ex director del Servicio de Impuestos Internos) y Tasha Fairfield, académica de la London School of Economics, y según el cual el 1 % más rico se apropiaba de entre 19% y 33%. Estos son solo algunos de los múltiples déficits del estado de bienestar en Chile, déficits estructurales que vulneran a la gran mayoría en distinta medida, y que hemos arrastrado por décadas. Esta desigualdad desde hace algunas semanas le está quitando el sueño a una sociedad que despertó para reclamar con fuerza por sus derechos.
La información necesaria para esta investigación fue obtenida de fuentes como el Banco Central de Chile, la Dirección de Presupuestos (Dipres) y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Con distintos matices, miles de chilenos también están cansados de un modelo desigual que dicen concentra los privilegios en unos pocos. “Siempre nos dijeron que para salir adelante hay que estudiar, yo estudié, saqué mi título profesional, estudié cinco años y me ha costado harto poder seguir creciendo.
Un cambio impulsado por el hecho preocupante de que esta ha aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente en Estados Unidos. A pesar de ello, muchas personas permanecen confusas acerca de qué, exactamente, quieren decir los políticos cuando hablan de desigualdad. Entre ellos, profundizan en la persistencia de las ocupaciones y los ingresos, es decir, que la región presenta un alto porcentaje de personas que comparten la categoría ocupacional con su padre, dando a entender que existen barreras para optar a mejores oportunidades laborales y, por ende, a mejores remuneraciones. Así, el índice Gini provee de una mirada útil, pero insuficiente, de lo que sucede en los mercados. Los avances que hemos observado son importantes, pero las comparaciones favorables con otros países no pueden llevarnos a acomodarnos en una situación que no se percibe ni como legítima ni como equitativa. Florian Scheuer planteó en la década de 1990, doce países europeos aplicaron un impuesto anual sobre la riqueza neta.
En consecuencia, la desigualdad afectará negativamente al crecimiento económico debido al proceso redistributivo que se lleva a cabo. El objetivo de la presente investigación es identificar la relación que existe entre la desigualdad en la distribución de los ingresos y el crecimiento económico de Chile entre los años 1996 y 2017. Para ello se utilizó el Ratio de Palma y una modificación a las tradicionales mediciones del fenómeno, basándonos en las remuneraciones que perciben los trabajadores. Como hallazgo más relevante se evidenció una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento económico, situación appropriate con la literatura que sostiene que aquellos países con mayores niveles de desigualdad tienden a crecer a una tasa menor que aquellos con mayores niveles de igualdad.
En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”. En esta columna, sostienen que ese Estado mínimo es una decisión política para que los sectores de más altos ingresos tengan un sistema tributario que los beneficie. “Son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad”, argumentan.
Por su parte, el sistema de salud presenta problemas, principalmente, por la falta de atención. La nueva metodología, a diferencia de la anterior utiliza el hogar como unidad de análisis (no las personas) y se dejan de considerar los individuos que no reportan ingreso alguno. Esta sección busca contextualizar el trabajo, dando una mirada global al país de estudio, Chile, presentando algunas de sus principales características sociodemográficas, contando un poco de su historia política y su evolución a nivel económico. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso fundamental para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates).
A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE. El informe económico de la OCDE (2013) concluye que el fuerte crecimiento de Chile ha traído consecuencias para el ecosistema, uno de ellos es el mayor gasto energético. Si bien existe la conciencia a nivel público y privado del costo medioambiental, los esfuerzos para cubrir las externalidades negativas, a través de nuevas tecnologías e impuestos energéticos, no han sido suficientes (OCDE, 2013). Como respuesta a estos indicadores, suele decirse que el problema no es que los ingresos sean muy desiguales, sino que hay demasiadas personas pobres.
“Mientras no tomemos conciencia como sociedad de la clausura social, no vamos a avanzar lo suficiente“, apuntó Méndez. Chile ha evolucionado en cosas que importan harto para ser una sociedad más justa”, destacó Sapelli. Al respecto, María Luisa Méndez, directora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), agregó que “hubo una toma de conciencia respecto de las dificultades de pensar en una meritocracia más actual desigualdad america latina, porque estamos en una sociedad que tiende a generar acaparamiento de recursos materiales y simbólicos“. “En el caso de Chile hay un tema de movilidad importante, pero sigue habiendo un componente importante de este capital social del grupo de los privilegiados, de los herederos“, sostuvo Valenzuela.
Esta categoría enfatiza en que una mayor desigualdad tiende a reducir la productividad de un país. Lo anterior se explica por el aumento de la clase pobre que trae consigo complicaciones sociales que afectan el bienestar socioeconómico. Estas complicaciones derivan en un derroche de recursos del capital humano, dado que las personas prefieren interrumpir el orden social que aumentar los esfuerzos en el trabajo. En este sentido, como la población utiliza su tiempo en cosas ajenas al trabajo la productividad del país cae y, en consecuencia, también lo hará el crecimiento. Los inicios de la teoría clásica de la relación entre desigualdad y crecimiento, siendo esta la base de la corriente que sostiene la existencia de una relación positiva entre las variables, se remontan al enfoque tradicional planteado por Kuznets (1955) y su llamada hipótesis de Kuznets.
10Esto ya que en el país conviven empresas transnacionales exportadoras, con altas rentabilidades, junto con la pequeña y mediana empresa y microempresas informales de baja productividad, que se concentran en el mercado local y con escasos vínculos con la gran empresa. A través de los años, al igual que lo ilustrado por la evolución del Gini, la razón 10/10 muestra un aumento de las disparidades en el año 2009, donde el 10% más rico llega a distanciarse 38,8 veces del ingreso medio del 10% más pobre, para luego descender paulatinamente. El ratio fue de 27,6; 29,eight; 29,1 y 27,2 para 2009, 2011, 2013 y 2015 respectivamente (calculado por Ministerio de Desarrollo Social [2016b], bajo la nueva metodología).
Con el segundo, se intenta analizar un intervalo temporal que contenga diferentes matices políticos, por lo que se toma los años entre 2010 y 2017 debido a la transición política evidenciada en este período. En la misma línea, Li y Zou (1998), utilizando datos filtrados de la muestra de Deininger y Squire (1996), junto con los de Barro y Lee (1994) además de los de Nehru (1995) determinan que el coeficiente de regresión para la variable desigualdad medida por el Coeficiente de Gini resultó positivo. A raíz de lo anterior, concluyen que la desigualdad no es dañina para el crecimiento económico (contrario a lo que plantean Persson y Tabellini en 1994), sino que puede llevar a un incremento de este si el consumo público entra en la función de utilidad. “Finlandia tiene la distribución del ingreso idéntica a la chilena, la misma, antes de que sucedan los impuestos y antes de la transferencia monetaria es idéntica.
Por ejemplo, la Reforma Previsional ya mencionada, requiere de un largo período de tiempo para ver resultados, ya que hace referencia un segmento de la población que verá los resultados de esta ley en varios años más, cuando sea momento de jubilarse, como también quienes año a año se retiran de sus actividades laborales. O bien, la Ley Nº19.966 del año 2004, la cual continúa vigente e, igualmente, ha ido incorporando cada vez más elementos para incluir a una mayor cantidad de personas beneficiadas desde su entrada en vigencia hasta el día de hoy. Por lo tanto, las acciones públicas analizadas dan cuenta del trabajo que se ha realizado en el país respecto de la reducción de desigualdades, las cuales han podido ser incorporadas como respuesta a las metas establecidas para el ODS 10, pero no necesariamente como un trabajo que se ha realizado en base a esta agenda, aún. No obstante, aun considerándose ambas dimensiones, como se expuso en la sección anterior y, como se puede observar en el Anexo 1, los contenidos de estas siguen estando enfocadas mayormente en la dimensión ex-ante. Respecto de las 27 acciones públicas analizadas, se encontraron 18 que hacían referencia, ya sea en su totalidad o en algunos de sus contenidos, a las variaciones en el contexto social.