La Educación Está Creando Una Gran Desigualdad, Debemos Transformarla Noticias Onu

Los diagnósticos específicos de cada grupo discriminado permitirán comprender mejor cómo la estructura coloca a ciertas personas en una posición de mayor vulnerabilidad ante una coyuntura determinada. Adoptar una perspectiva de análisis que enfoque la desigualdad desde el adultocentrismo es más acorde al caso de los jóvenes que los enfoques basados en la pobreza y permite poner de manifiesto la magnitud y los ámbitos donde se expresa la desventaja que vive la juventud en México. Un marco teórico y metodológico desarrollado para cada grupo discriminado en específico permite detectar las manifestaciones de la desigualdad que se encuentran normalizadas. Un estudio cualitativo especializado permite conocer la experiencia de la desigualdad, la percepción de las personas al respecto, las estrategias que se utilizan para hacerle frente y otros factores involucrados en la realidad empírica del fenómeno. Un análisis basado en perfiles específicos permite comprender los mecanismos que desembocan en la desventaja observable en cada caso particular.

desigualdad de la sociedad

El artículo reconoce que hoy en día el país y el mundo entero se encuentran sufriendo una de las peores disaster sanitarias que se haya visto en mucho tiempo, lo que ha traído y tendrá consecuencias para esta agenda y sus objetivos ( Noticias ONU, 2020; United Nations, 2020a). En este sentido, Iwuoha & Jude-Iwuoha (2020) argumentan que la actual situación mundial causada por el COVID-19 ha retrasado gran parte del trabajo que se había llevado a cabo respecto de la Agenda 2030, como también ha dejado en evidencia, nuevamente, las insuficiencias del modelo de desarrollo que se había alabado tanto en algún momento de la historia. En otras palabras, la actual pandemia demuestra la realidad y urgencia que requiere enfrentar las desigualdades socioeconómicas existentes, que sin duda se han acrecentado, siendo la población más pobre la más afectada y marginada (Leal et al., 2020 ). También puede abarcar la expectativa de vida, la facilidad que tienen las personas para acceder a los servicios de salud, la educación de calidad o los servicios públicos. No obstante, se debe reconocer que los datos anteriores tienden a ocultar el grado actual de discriminación que enfrentan algunos grupos sociales, al considerar que su importancia relativa es menor en la construcción de los valores agregados.

Se plantea que la pobreza no es un problema característico de los jóvenes de acuerdo con la medición oficial y se discuten las limitaciones que tiene la medición para dar cuenta de sus condiciones de vida. En cambio, se propone replantear el marco en el que se ha encuadrado el análisis de este grupo de edad en la política desigualdad de paises social y pasar a abordarlo desde la perspectiva del adultocentrismo. Esta herramienta analítica facilita la revisión de las desventajas normalizadas para evidenciar la desigualdad existente. Bajo esta perspectiva se revisa el caso del ámbito laboral donde los jóvenes sí se encuentran en desventaja de forma característica.

Según un informe de Oxfam de 2017, las personas con mayores ingresos en España acumulaban el 25% de la renta nacional, mientras que el 50% de la población más pobre tenía únicamente el 26,3%. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. En ciertas sociedades, el trato diferencial a las personas por su origen étnico es todavía una realidad. «Los hechos apuntan a lo contrario. La desigualdad reduce la movilidad social y consolida las ventajas y desventajas durante décadas. Cuando fetichizamos el mérito, estigmatizamos a las personas en situación de pobreza o con bajos ingresos, y las culpamos de su propia condición», dijo De Schutter. Aunque América Latina es una región con los niveles de desigualdad más altos, desde los años ninety ha conseguido rebajarla en muchos lugares.

El hecho se repitió de manera idéntica en 2013 con Ali Roxox, a quien también «se le confundió con una vendedora ambulante» (Pérez, 2013; SinEmbargo, 2013). Ambos casos muestran que marcadores identitarios como el fenotipo y portar la indumentaria propia de población socialmente excluida hacen presumible que la gente esté fuera del mercado laboral formal, en virtud de lo cual no se reconoce su derecho a la libre circulación y al trato digno como personas. “Incluso en los países desarrollados, los sistemas educativos suelen reforzar la desigualdad en lugar de reducirla, y la reproducen de generación en generación. En los países de renta alta y media-alta, los ingresos laborales relativos de las mujeres alcanzan los fifty eight y 56 céntimos respectivamente. Esta disparidad en los ingresos se debe tanto a los menores niveles de empleo de las mujeres como a sus menores ingresos medios cuando tienen un trabajo.

Nuestros compañeros del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo nos explican todas las caras de la desigualdad. Roig alertó que, no obstante, tales medidas tendrán efectos limitados si los Gobiernos no actúan también para dismunir la discriminación y los prejuicios. Citar la fuente authentic desigualdad economica ejemplos de donde tomamos información sirve para dar crédito a los autores correspondientes y evitar incurrir en plagio. Además, permite a los lectores acceder a las fuentes originales utilizadas en un texto para verificar o ampliar información en caso de que lo necesiten.

Además, la temporalidad de las acciones públicas examinadas, al ser la mayoría de estas previas a la Agenda 2030, indica que aún queda trabajo por realizar para incorporar estos objetivos a las diversas partidas públicas del país. Es decir, que existiendo esta agenda como una guía para el desarrollo sostenible, los esfuerzos que vengan a continuación deberían responder a la lógica de estos objetivos y no al revés. Por otro lado, también es importante, en este sentido, trabajar en acciones públicas que sean de corto y largo alcance. En primer lugar, de corto alcance, puesto que la realidad país hoy supone una urgencia respecto de este tema, el cual debe ser tratado pronto si realmente se quiere establecer el desarrollo sostenible a nivel nacional, como también internacional. En segundo lugar, también deberían haber acciones públicas de largo alcance, que no solo respondan a las necesidades inmediatas, sino que también a aquellas dificultades más profundas, y que se arrastran desde hace siglos (PNUD, 2017), con el propósito de disminuir estas disparidades de manera efectiva y sostenible en el tiempo. No obstante, aunque con varios resultados positivos, esos quince años dejaron bastantes lecciones respecto del desarrollo y cómo debía enfrentarse.

“La educación de las niñas es uno de los elementos más importantes para lograr la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible en todas partes”, aseveró. Nuestra posibilidad de progresar como individuos depende de la oportunidad que tenemos para acceder a conocimientos, tecnología y capital. Es el débil acceso a estos factores lo que explica, por ejemplo, que determinadas poblaciones sean mucho más vulnerables que otras a sufrir las consecuencias de una sequía; de estos factores depende también el desarrollo de un sector privado doméstico que permita la creación de puestos de trabajo de calidad.

Bracho (1995), en un estudio que abarcó de 1960 a 1990, encontró que si bien la incorporación al tejido escolar se incrementó de manera importante y disminuyó la cantidad de personas excluidas del sistema educativo, los problemas de rezago permanecen, particularmente si se contrastan los resultados alcanzados contra la norma constitucional. Señala también que toma alrededor de diez años el incrementar la escolaridad promedio de la población en un grado, lo que implicaría un esfuerzo de casi treinta años para que las entidades más rezagadas alcanzaran el nivel educativo de las más avanzadas. La desigualdad social se ha convertido en el punto central de estudio dentro de la sociología, ya que dentro del estudio de cualquier sociedad encontraremos el problema de la desigualdad. Según el sociólogo Eduardo López Aranguren,[8]​ la desigualdad social es el resultado de un problema social, y no puede observarse meramente como un fenómeno natural.

“La desigualdad social es transversal y se mueve y expresa a lo largo de diversos ejes de discriminación”, explica Carlos Susías, presidente de la European Anti Poverty Network España (EAPN-ES). “Los tipos de desigualdad se refieren a la clase de particularidad o rasgo que se premia o castiga”. Sin embargo, también se castigan cuestiones como el sexo, la pertenencia étnica o el colour de piel, la edad, el lugar de origen, las opciones sexuales, la religión o la escasez de recursos, entre otras”. Así lo señala, haciendo referencia a realidades como la desigualdad de género, el racismo, el edadismo o la xenofobia.

Por último, pero no menos importante, está el concepto de desigualdad que se refiere a cómo ciertas variables se distribuyen entre individuos, grupos de personas o países. La desigualdad se ha centrado desde siempre en medir la distribución de las variables de resultados, como el nivel de ingresos, los logros educativos o el estado de salud de la población, utilizando medidas bien conocidas como el coeficiente de Gini, el índice de Atkinson, el índice de Theil y los ratios de percentiles. Así, en los últimos diez años hemos visto a las mujeres participar, por ejemplo, en las revoluciones en el Oriente Próximo, las protestas en Delhi y otras zonas de la India contra las violaciones y las agresiones sexuales generalizadas y en los ampliamente documentados movimientos de protesta contra las políticas de Donald Trump en Estados Unidos. Tal y como apunta Nickie Charles (2015), este resurgir del activismo feminista se ha interpretado, en parte, como la continuación del feminismo de la «tercera ola», cuya historia se remonta, al menos, a las sufragistas de Reino Unido y al movimiento internacional de liberación de la mujer de la década de 1970.

Es un dicho común en México que «toda ley es versatile si se cuenta con suficiente dinero para defenderse». “La baja movilidad relativa significa que tanto el privilegio como la pobreza tienen más probabilidades de persistir a lo largo de las generaciones, con claras repercusiones para los pobres”, asegura De Shutter. El coeficiente de Gini se puede utilizar en diferentes ámbitos, los parámetros numéricos dan espacio a que lo más relevante de los resultados de este estudio sean los análisis que estos suscitan.