La Creación De La Cultura De Consumo Mexicana En La Época De Porfirio Fcechile

En otras palabras, la seguridad alimentaria para la pobreza representa una variable de empuje, pero no de arrastre, en el sentido de que puede ayudar a reducir la pobreza pero no eliminarla debido a la presencia de otros fenómenos relacionados con el acceso, como el ingreso, que ejercen una influencia mayor sobre la pobreza que la misma seguridad alimentaria. Al finalizar el sexenio de Fox, y con ello la continuación del partido de la alternancia en el poder, encabezado por Felipe Calderón, se continuó con estrategias similares para el combate a la pobreza. Así, se potenció de nueva cuenta el programa Oportunidades incrementando su cobertura a cerca de seis millones quinientas mil familias. Además, se creó, como medida de emergencia, el Programa de Apoyo Alimentario (PAL), el cual tiene una cobertura de setecientas mil familias. El segundo gobierno de alternancia, al igual que su predecesor, ha enfrentado un escenario económico complejo caracterizado por la desaceleración económica estadounidense que impactó de manera negativa en la economía nacional al grado de registrar un decrecimiento negativo del PIB para 2009.

Durante la crisis de los 80, la incidencia de la pobreza creció aún más, la profunda recesión que redujo el ingreso per cápita en un quinto generó un desempleo abierto que afectó a más de la cuarta parte de la población, incrementando la pobreza en un 20%. Brasil y México cerraron la brecha en la década de los setenta, por lo que su ingreso per cápita llegó a representar poco menos de la quinta parte del de los EUA en 1980. En los años eighty su producto per cápita cae, como consecuencia de las disaster económicas provocadas por el cambio de modelo, el endeudamiento externo y por las políticas de estabilización que se aplicaron, por lo que se volvió a ampliar la brecha y su PIB per cápita sólo llegó a representar un décimo del PIB per cápita de los EUA, a finales de los ochenta. En los años ninety, nuevamente se va a ir cerrando la brecha que los separa de los niveles de ingreso alcanzados por los EUA y los países desarrollados, pero esa tendencia se vuelve a revertir en los primeros años del nuevo siglo. Actualmente, en 2009, Argentina, Brasil, Chile y México tienden a converger hacia un mismo valor, representando su producto per cápita 1/6 del PIB per cápita de los EUA. Según John Catsworth, el PIB per cápita de América Latina, desde 1900 hasta nuestros días, ha sido casi invariablemente sólo algo más que la cuarta parte del de Estados Unidos.

Con lo cual se puede decir que buena parte los avances registrados en el combate a la pobreza generados durante un poco más de una década se han diluido en función de las últimas mediciones. Por ejemplo, la pobreza alimentaria se incrementó de diez a catorce por ciento del 2006 al 2008 (véase gráfica 1). Hasta donde hemos revisado, el método de líneas de pobreza y el de NBI representan dos alternativas interesantes para primeramente conceptualizar, y posteriormente medir la pobreza. Por supuesto, como cualquier método, tienen sus fortalezas y limitaciones, ya discutidas. Ahora, una de las limitaciones que enfrentan es su incapacidad para responder a la pregunta por las principales limitaciones u obstáculos que impiden que las personas puedan desarrollarse libremente y, con ello, lograr acceder a un nivel de vida adecuado y digno.

pobreza mexicana

El debate se centró en torno a las formas en que se podía acelerar la producción de bienes y servicios. Sin embargo, hoy se ha reconocido que un aumento en la producción resulta insuficiente para reducir la pobreza y alcanzar el desarrollo. En el contexto actual, es importante plantear la complejidad de los procesos educativos que han sufrido cambios coyunturales que se han llegado a comparar con una reforma en el sentido de que se realizaron transformaciones fuertes como el cierre de las escuelas, el trabajo en línea.

Vernor Muñoz, quiera fue relator de la UNESCO, nos recuerda a la educación como un derecho humano y al aprendizaje como “factor vital” (2014) que “permite comprender por qué la educación está tratando con la trama misma de la vida y por qué debe ser dignificada y defendida” (2014). Efectivamente el aprender y enseñar, agregamos, es parte histórica de la vida, en el pasado, presente y futuro, por eso no sólo aprendemos para la vida sino en la vida, por la vida y con fuertes razgos de formalidad socioeducativa y cultural. Resguardar, mejorar, proteger la vida entraña, como lo señala el autor, aprender a adaptarnos, transformar, cooperar.

La pobreza agraria, igualmente, se redujo, en esos años, como resultado de la reforma agraria de 1965. A principios de los 70, el gasto público social y los servicios sociales se expandieron beneficiando a los pobres y a las clases medias. Sin embargo, el Golpe de Estado que llevó a cabo el General Pinochet al deponer al Presidente Allende, cortó de tajo esa tendencia, al establecer un régimen dictatorial que controló los movimientos laborales y limitó los salarios. Como consecuencia la indigencia y la pobreza se incrementaron abruptamente. En 1980, tanto la pobreza como la indigencia alcanzaron el doble de su nivel de 1968.

En cuanto a los resultados, se vislumbran a alrededor de 11.7 millones de pobres extremos, que en promedio registran three.7 carencias sociales, mientras que los pobres moderados alcanzan forty.3 millones y 2.1 carencias sociales. Adicionalmente, 32.3 millones de personas registran ingresos superiores a la Línea de Bienestar Económico (LBE)16, sin embargo registran en promedio 1.9 carencias sociales, por lo cual se les cataloga como “vulnerables por carencia social”. Por su parte, los vulnerables por ingreso alcanzan los 6.5 millones de personas17. Finalmente, sólo 21.8 millones de personas se encuentran en un estado “óptimo de bienestar”, ya que registran ingresos superiores a la LBE y no presentan carencias sociales.

En la misma línea, la emigración y las remesas también se configuraron como soporte fundamental para reducir la pobreza12. Por ejemplo, para el año de 2002 las remesas enviadas a México alcanzaron cerca de 9.9 mil millones de dólares, colocando al país solamente detrás de la India (CESOP, 2004). A pesar de que metodológicamente es posible estar o no de acuerdo con los supuestos del MLP, el debate central sobre este se ha orientado hacia la discusión sobre la fijación de la línea o piso mínimo de bienestar.

Entonces, acumulación de capital y empobrecimiento y marginación son procesos que se dan en forma conjunta. Amartya Sen puso énfasis en que la eliminación de la pobreza no podría darse si a los pobres no se les dotaba de capacidades suficientes para incorporarse a la vida productiva y se les retribuía de manera justa, de acuerdo a su participación en la producción. Hoy en día, se reconoce la importancia del capital humano como uno de los elementos indispensables para alcanzar el desarrollo y la eliminación de la pobreza y se concibe el aumento del capital humano como la actividad dirigida a dotar de destrezas y capacidades productivas a toda la población. En suma, no se puede concebir el desarrollo sin considerar a las personas como el factor central, como el agente activo, innovador, creador y director de la actividad productiva, que es a la vez el fin mismo, su razón de ser, en tanto que el propósito de la actividad productiva es el mejoramiento del bienestar social, humano.

En materia de pobreza extrema el salto en Chile es algo menor, de three,1 puntos porcentuales, pero igualmente preocupante, pues se pasa de un mínimo de 1,4% hasta un four,5%. En este caso, la tasa es la tercera más baja en América Latina, después de Uruguay y Costa Rica con 0,3% y 4%, respectivamente. Aunque el aumento es severo, e implica retrocesos de 12 años en la materia, no se compara con la realidad que enfrentan otros vecinos. Por ejemplo, la pobreza superó el 30% en México, Argentina, Colombia y Bolivia, mientras que en Perú, con una tasa de 28,4%, la escalada por la pandemia fue de thirteen puntos porcentuales. El aumento de three,5 puntos porcentuales es similar al experimentado en pobreza extrema, la que llega a four,5%. En tanto, la desigualdad medida en coeficiente Gini aumentó 4,6%, según el organismo multilateral.