La encuesta posee una muestra total de three.544 casos, probabilística, de nivel nacional, en la que se seleccionó a hogares con jefes varones de entre 24 y sixty nine años. La muestra efectivamente utilizada, correspondiente a la población residente en Santiago de Chile con al menos un año de escolaridad formal en Chile, es de 1.736 casos. El sistema educacional chileno, en vez de enseñar a todos por igual, servir para integrar a los niños de distintos orígenes sociales, promover la convivencia en comunidad, estimular la promoción social, favorecer un mismo lenguaje y valores, se ha convertido en instrumento de exclusión y ampliación de las desigualdades. El quiebre de la élite con la educación pública en Chile se comienza a producir con los procesos de masificación del sistema escolar, particularmente durante el gobierno de Frei Montalva a mediados de la década de 1960. La extensión y popularización de la educación escolar gatilló, por una parte, la migración de la élite liberal desde los liceos emblemáticos hacia colegios privados con proyectos liberales (laico o católicos progresistas). Los modos de elegir colegio, plantea, no son totalmente diferentes de los que desarrollan las familias de las clases medias, aunque la diferencia opera más bien en las amplias habilidades y ventajas que implementan las familias de élite.
Le hablan a la clase media en genérico y así las identidades de clase y de grupos sociales se desdibujan”. Como si ya no fuera suficiente, la disaster sanitaria, además de causar daño a la salud de las personas, restringir su libertad y obligarlas a un paréntesis forzado de encierro, también ha expuesto el rostro desfigurado y hostil de la desigualdad, ya que la precariedad con la que algunos deben sobrellevar la nueva realidad es sobrecogedora. La desigualdad no sólo se refiere a lo económico, también interfiere a largo plazo sobre el capital social de una nación. El film “Parásito”, reconocida como la mejor película en los últimos premios Óscar, refleja muy bien cómo el comportamiento humano es frágil cuando la enfrenta, debido a su capacidad para alterar nuestra mirada sobre el mundo, generar inseguridades y permear en nuestras relaciones. La desigualdad económica es el principal problema que pusieron de manifiesto tanto las manifestaciones callejeras estudiantiles como las actuales protestas contra las AFP.
Para lograr estos objetivos, adoptamos cuatro enfoques en la ejecución de nuestros programas educativos. Esto sigue la teoría de que la educación proporciona más capital humano en la que, cuanto más educadas están las personas en una sociedad, mejor compiten por empleos e ingresos y viceversa. Las prácticas culturales tienen esa doble cara, diferencian e igualan, distancian y aproximan, crean identidad e individualidad y contribuyen a formar grupos y a cohesionar colectividades. Los decisores políticos deben ser conscientes de esta ambigüedad, pues las sociedades actuales, y muy posiblemente muchas de las que nos precedieron, exigen la convivencia de ambas dimensiones. En este sentido, existe un amplio conjunto de actividades en torno a las cuales las diferencias son más suaves o moderadas. Hoy, algunos sectores que se oponen a las clases presenciales argumentan que esto podría ocasionar un alza peligrosa de los contagios.
número de transiciones familiares y escolares, menores niveles de bienestar en los estudiantes, pero también en sus profesores, y bajas expectativas educativas por parte de profesores y padres. Se le diferencia de la baja, los llamados “vulnerables”, llegando al absurdo de hablar de “clase media vulnerable” para no decir nunca la palabra pobreza. Tiene que ver menos con los ingresos o los quintiles, que con el tipo de ingreso que se percibe, derivado del lugar ocupado por cada cual en la economía.
Atendiendo estas consideraciones, presento un análisis del papel de las modalidades educativas en la reproducción de la desigualdad social en Santiago de Chile. Comprender el efecto de diversas modalidades educativas en la transmisión intergeneracional de la posición social involucra considerar dos grandes momentos en el proceso de estratificación. Por una parte, la determinación de la modalidad educativa del individuo a partir de la situación social de su hogar de origen. En segundo lugar, la determinación del logro educativo del individuo a partir de la modalidad educativa tomada, junto a las características de su origen social. Por la otra, la determinación de la posición social del individuo a partir de la modalidad educativa, su logro educativo, y las características de su origen social.
Algunos de ellos son fruto del azar pure (una discapacidad por ejemplo o, por la inversa, una especial aptitud física), otros son resultado de la historia (por ejemplo la clase social en que se vino al mundo). Esas diversas dotaciones situarán a su poseedor en un determinado lugar del espacio social, dirán en qué parte de las múltiples e invisibles escalas del prestigio y del poder podrá descansar. Hasta hace poco las escuelas sentían que el rol de género no era desigualdad derechos humanos materia de ellas, sino que el ojo tenía que estar puesto en la familia. Pero traer el tema del género y problematizarlo desde el cómo nos tratamos, cómo hablamos o los sesgos que transmitimos, por ejemplo, a la hora de estimular a estudiantes hombres y mujeres, no era un tema para cuestionar en la escuela, porque también no está impregnado en el currículum”, cube Libertad Manzo.
“Existe aún a nivel nacional un diseño institucional que facilita el desarrollo de culturas escolares segmentadas, donde algunas escuelas reclutan a los buenos estudiantes, los organizan y obtienen buenos resultados en un espacio de altas expectativas y otras simplemente hacen lo que pueden con los recursos que tienen”, señalan López y Oyanedel en el estudio. Al adoptar un enfoque holístico que reconozca los determinantes sociales de la salud psychological, los psicólogos clínicos podemos desempeñar un papel elementary a la hora de abordar las implicaciones de la desigualdad de ingresos en la salud psychological. Esto implica incorporar una evaluación exhaustiva de los contextos sociales de los pacientes, colaborar con las partes interesadas para abogar por el cambio de políticas e integrar estrategias de fomento de la resiliencia en las intervenciones terapéuticas. Por otro lado, abordar las consecuencias de la desigualdad de ingresos requiere un enfoque multinivel y multidisciplinar que combine la terapia individual con la defensa de un cambio social más amplio.
«Teniendo los talentos, va a un colegio de mala calidad, con un estigma territorial, convive con pobreza. Entonces esa brecha nunca la podría remontar. Esa diferencia, esa brecha, se considera injusta porque viola su principio de igualdad, porque no es lo mismo que puede lograr esa niña que otra que vive en un barrio privilegiado». Financiamiento common del Ministerio de Educación, el cual en las four comunas objeto de este estudio representa más del 80% del ingreso de cada escuela. Una de las características en Chile es que “gran cantidad de trabajadores gana un salario bajo”, entendido como aquel insuficiente para superar la línea de la pobreza.
Si estos números por sí solos parecen modestos, debe considerarse que se trata de efectos adicionales a los que la posición social de los padres genera. Dicho de otro modo, se trata de efectos que vienen a incrementar el ya documentado fenómeno de transmisión de la desigualdad en Chile. La significación del problema puede expandirse más aún si se consideran las argumentaciones de carácter técnico-pedagógico y político-normativas involucradas en la discusión sobre la reforma, privatización y descentralización de la educación en Chile.
Esta movilidad social de tipo estructural, sin embargo, no modifica necesariamente de modo lineal las oportunidades de los individuos para alcanzar mejores posiciones relativas. Es decir, no resulta claro hasta qué punto esta movilidad social se acompaña de una disminución de la desigualdad de oportunidades en el país. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva desigualdad economica de genero de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo.
En Chile, a pesar de los logros y reconocimientos por cómo hemos llevado a cuestas el peso de la disaster, el futuro de su población más susceptible no es alentador, ya que incluso antes del 18 de octubre las disparidades en vivienda, conectividad, condiciones laborales, socioculturales y de salud eran un enorme desafío para el gobierno. Acorde al estudio sobre el Índice de Calidad de Vida Urbana, de la Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción, del complete de ninety three comunas en el país, sólo 17 están en el rango superior. Esto significa, entre otras cosas, que la expectativa de vida de los chilenos puede diferir hasta en 11 años según su domicilio, o que los santiaguinos demoren en promedio una hora y media más en transportarse durante horario peak en comparación a sus pares de regiones.
Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de zero.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la