Estratificación Social En América Latina: Retos De Cohesión Social Lom Chile

El PNUD, presente en más de forty países y territorios de América Latina y el Caribe, continuará trabajando con los estados y actores no gubernamentales para discutir, extraer lecciones y proponer vías de acción que permitan a los países avanzar hacia el desarrollo inclusivo y sostenible. A día de hoy, el sixty two,3% de la población de América Latina (408 millones de personas) cuenta con dos dosis, pero la distribución es todavía muy desigual dentro de la región. «También aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez», señaló. Con más de 55,7 millones de casos y cerca de 1,5 millones de muertes en dos años, Latinoamérica es una de las regiones más afectadas en términos sanitarios y económicos por el COVID-19, que provocó en 2020 una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 6,8 % -la mayor en a hundred and twenty años-. «En Chile la desigualdad ha sido estructuralmente alta para el nivel de ingresos que tiene ese país». «La tendencia es una mejoría en la región porque han aumentado relativamente los ingresos de los sectores más pobres», le dice a BBC Mundo Laís Abramo, directora de División Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de zero,53 a zero,46 entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos. Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial. Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables. Entre el 80% y el 90% de las remesas se destinan a cubrir necesidades básicas de los hogares, como la alimentación o la salud. El resultado de la disminución de los ingresos públicos y el incremento de los gastos ha sido un incremento del déficit público y de la deuda pública.

De hecho, desaparecerá el 20,7% de las microempresas y solo el 0,6% de las grandes empresas. La gran mayoría son empresas dedicadas al comercio, a servicios comunitarios, sociales y personales, y hoteles y restaurantes. • Reconciliación del derecho al trabajo de la población de escasos recursos (y mejoramiento de su calidad de vida) con el derecho a la disponibilidad y acceso a los espacios públicos, y a su vez, el uso estratégico del recurso patrimonial para el desarrollo urbano. Es una tendencia reciente en América Latina y es un problema crítico para el grupo de países de Argentina, Colombia, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela donde, en 2002, las tasas son mayores al 15%. Un segundo grupo de países lo constituyen Brasil y Chile, donde el desempleo, a principios de la década de 2000, alcanza a más de un 10% (CEPAL, 2005). El Cuadro 1 demuestra la interdependencia tanto entre niveles como estabilidad de ingresos de los pobres urbanos, y sus situaciones de carencias y su capacidad de superar dichas circunstancias.

Por otro lado, ese indicador tampoco mide la concentración de la riqueza en un país, razón por la cual puede resultar engañoso. Pero como solo considera la desigualdad de los ingresos, no refleja todas las otras dimensiones de la vida diaria. La manera más común de mirar la desigualdad de un país es utilizando el Índice de Gini, el cual mide la diferencia de ingresos. No está demás reiterar que solamente se someten a esos sistemas a los usuarios de sistemas públicos de salud, asistencia social y transporte que, en common, no incluyen las élites locales que pueden prescindir de ellos y recurrir a prestadores privados; manteniendo mayor control sobre su información y preservando su privacidad. La implementación de programas que condicionan el acceso a servicios básicos por medio de vigilancia estatal y privada agudizan la inequidad imperante en el continente.

La idea de una región estancada, plagada de protestas callejeras, trastornos políticos y crimen organizado no es una visión aterradora de una década perdida por venir. Esta seguidilla de horrores provocó a una afanosa búsqueda de los factores que tornaron tan weak a la región. Economistas e investigadores de instituciones multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que presidí por 15 años, han publicado innumerables análisis e informes. Muchos han destacado la baja tasa de inversión en salud; otros han señalado viejos problemas como la exigua recaudación impositiva o la falta de redes de seguridad social para la enorme masa de trabajadores en la economía informal.

Todo esto hace mucho más urgente avanzar en una agenda de reformas económicas y sociales responsables que transformen, en un marco de sostenibilidad fiscal, los mercados laborales y los sistemas educativos y de seguridad social. Vienen de hacer un cambio que es considerado fundamental respecto a su membresía. Al mecanismo de vinculación tradicional como miembro pleno, que requiere aprobación del Congreso del país, se suma de forma complementaria una nueva modalidad de membresía del lar que hemos denominado ‘Banco central asociado’. Esta nueva modalidad consiste en un acuerdo formal entre el Flar y el banco central asociado, el cual le permite a este último acceder a las líneas de crédito del Flar una vez haya hecho el aporte de capital requerido.¿Por qué esa posibilidad que se abre es importante en las actuales circunstancias? Al facilitar el ingreso de nuevos bancos centrales al Flar, fortalece la capacidad de respuesta de la región ante choques negativos. Por ejemplo, algunos países de la región podrían enfrentar en el futuro fuertes desequilibrios en sus cuentas externas y salidas de capital.

desigualdad economica en america latina

Cuando la riqueza se concentra de manera extrema en pocas manos, la mayoría queda desigualdad economica social imposibilitada de acceder a nuevas oportunidades para mejorar su calidad de vida.

En efecto, en gran medida la sociología política ha buscado determinar las correlaciones entre la estratificación social y el comportamiento electoral. Una aproximación de derechos fundamentales con una comprensión interseccional de los distintos tipos de exclusiones que las tecnologías promueven y clausuran es la única manera de hacer frente a la desigualdad a la que millones de personas están siendo sometidas en el continente. Solo así, las nuevas tecnologías quizás puedan convertirse en un factor que ayude al cierre de las brechas que enfrentamos ahora. La situación es particularmente preocupante dada la situación de escasez de bienes esenciales y la disaster desigualdad de la globalización humanitaria que se agrava en el país, principalmente afectando los derechos a la alimentación y salud de las poblaciones más vulnerables. Aunque en este caso el sistema haya sido desarrollado por una universidad privada native, nuevamente se trata de una iniciativa invasiva de recolección de datos sensibles de menores de edad que conlleva gran riesgo de profundizar situaciones de prejuicio y estigmatización hacia grupos históricamente vulnerables.

El 8 de octubre 2019 en el programa matinal Mucho Gusto, el presidente Sebastián Piñera expresaba que «en medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país, es un verdadero oasis con una democracia estable, el país está creciendo». Diez días después ocurre el popularmente llamado “estallido social”, siendo una de las principales banderas de lucha la desigualdad social. Crecimiento económico, inclusión y brechas sociales en América Latina y el Caribe / Mariela Buonomo Zabaleta y Pablo Yanes Rizo. «Muchos países no contemplan el derecho a la protesta. En las Naciones Unidas defendemos los derechos humanos, la igualdad, la justicia y las voces de los que no tienen voz», señaló.

En la ocasión, que tuvo como objetivo brindar un espacio de reflexión en torno al análisis sobre las desigualdades en países como México y Chile, Reygadas analizó qué tanto el enfoque de la interseccionalidad resulta útil para entender o no, la desigualdad de Latinoamérica. “En América Latina es un enfoque que está ahora muy en boga, muy de moda porque plantea la imbricación entre el género, la raza y la clase. Es un enfoque potente para explicar muchas cosas, lo que voy a discutir hoy ayuda mucho a entender, pero no es suficiente, entonces voy a tratar de provocar un poquito la reflexión”, indicó. Nuestra misión es contribuir en el bienestar de América Latina y el Caribe, promoviendo la estabilidad macroeconómica y financiera. Para esto, el FLAR no solo provee asistencia financiera a sus miembros, sino que también estimula el diálogo de políticas públicas para enfrentar los desafíos de desarrollo de la región. Según un informe de Oxfam, en 2023 las eighty five personas más ricas del planeta

Existen pocas experiencias en la región que logran integrar las metas de mejorar la habitabilidad y las oportunidades productivas de los habitantes de barrios precarios. En basic, los acercamientos son parciales, sin la instalación de modelos de desarrollo sostenible local. Al nivel regional, se detecta algunas experiencias de potenciar las posibilidades existentes en las ciudades y los barrios precarios, para que los hogares de escasos recursos tengan acceso a espacios e instalaciones adecuadas para el fomento productivo native y la generación de oportunidades de ingreso.

Los países con las peores cifras son Argentina, Colombia y Perú, en donde ambos índices crecieron siete puntos porcentuales o más, mientras que Brasil fue el único que mejoró, con una caída del 1,8% en la pobreza y zero,7% en la pobreza extrema. «La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la disaster sanitaria», lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación digital del informe desde Santiago de Chile. En el Banco Mundial han estudiado el tema de la desigualdad de ingresos en la región centrándose en los últimos 10 años. En el caso de El Salvador y Guatemala, la mayor parte de la caída en la desigualdad, se debe al mercado laboral y no a la redistribución, señala López-Calva.

«Cada vez hay menos conciencia de una región compartida. Se rompió completamente el multilateralismo. El Mercosur fracasó. Hay países mirándose hacia adentro y un déficit de integración política, cultural y económica muy fuerte. Se ve un creciente nacionalismo y proteccionismo». Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. Argumentó que “si corregimos el Gini y otros indicadores por lo que pasa en el high 1, el nivel de desigualdad sería mayor y la caída no sería como la observamos si nada más usamos encuestas.