Por ello, en su estudio incluye variables como el nivel educacional, la apertura económica y el índice de democracia, como determinantes de la desigualdad de la renta. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo.
Las regiones con mayor porcentaje de población indígena son la Región Metropolitana y La Araucanía, siendo en esta última donde la mayoría de ellos vive en zonas rurales (59%). La herramienta se construye con los datos más recientes de la base de datos de distribución de ingresos de la OCDE. En sólo unos pocos clics, se puede ver dónde estás tú en la distribución del ingreso de tu país. [9] Existe una tradición académica que sugiere que si no se le pueden poner impuestos a todos los bienes de consumo, el impuesto al consumo óptimo posiblemente impondrá distintas tasas a distintos bienes. Un problema de esta tradición es que no considera que impuestos diferenciados dificultan la fiscalización y abren espacio a la evasión y elusión, lo que a su vez afecta la eficiencia del sistema. Un segundo problema, más importante aún, es que los impuestos diferenciados óptimos dependen de elementos que no son observables, por lo que son muy difíciles de implementar.
En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo 0,03 veces el de Chile. Chile es un país largo y angosto, ubicado al sudoeste de América Latina, limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia y al este con Argentina. De acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2015, el país tiene una población de más de 17,5 millones de personas3, de las cuales un 87% vive en zonas urbanas. En Chile, la ley reconoce la existencia de nueve pueblos originarios4 y de acuerdo con la CASEN (2015) solo el 9% de la población chilena declara pertenecer a una etnia, siendo mayormente Mapuches (84% del total).
Además, algunos elementos específicos al sistema chileno de AFP´ s, hacen que estas diferencias se suavicen, mientras que otros las magnifican en la vejez. Este artículo analiza por qué la posición relativa de ingresos entre mujeres y hombres al pasar desde su vida activa a pasiva empeora, y como los distintos elementos relacionados con el diseño del sistema y características laborales y personales, contribuyen a ello. Otro elemento de rotunda importancia es que los impuestos y las transferencias no constituyen la única forma de luchar contra la desigualdad. En estudios anteriores, Lustig y sus colegas muestran que una prima salarial en declive – es decir, una disminución en la brecha salarial entre trabajadores con mayor o menor preparación – explica parte del descenso en el coeficiente de Gini en los países latinoamericanos.
Y le preguntó a Cerda si el no haberse preocupado de ella alimentó un problema que desembocó en el estallido. La subrepresentación de la riqueza que reconoce la CASEN se observa, por ejemplo, en el ítem dividendos distribuidos. Esa encuesta “no registra ni el 10% del complete de dividendos que sí incluyen las Cuentas Nacionales del Banco Central”, dijo Flores a TerceraDosis. De hecho, según su estimación, la CASEN cubre apenas alrededor del 40% del ingreso nacional que registra el Banco Central.
La región de Magallanes fue la menos afectada tras la incorporación de la nueva dimensión, con un IDERE que solo descendió un 1,86%. A diferencia de las regiones Metropolitana y Antofagasta, con descensos de 7,47% y 7,45% respectivamente, que fueron las más afectadas. Pese a esta generalizada incidencia a la baja, la nueva dimensión no generó grandes cambios en las posiciones regionales del IDERE global. La dimensión sustentabilidad y medio ambiente es de gran relevancia para el crecimiento económico sostenible. Es lamentable que no se tengan datos históricos respecto a la inversión pública en el área medioambiental, sin embargo, contamos con los datos de los últimos años, los cuales develan que en 2015 la inversión ascendió a más de 27 mil millones de pesos. A nivel regional las regiones con mayor presupuesto medioambiental ejecutado fueron La Araucanía, Biobío y Aysén, tres regiones del sur del país.
Consistente con lo reportado por la OCDE, encuentran que en su conjunto la acción del gobierno es levemente progresiva.[8] El estudio muestra, además, que el sistema tributario es levemente regresivo y el sistema de transferencias es progresivo, especialmente debido a las transferencias en salud y educación. Así, el diseño mismo del sistema tributario explicaría por qué la desigualdad antes y después de impuestos y transferencias es particularmente acotada en el caso chileno. Lo que marca la desigualdad en Chile es su aún elevado nivel y su persistencia, ya que, a pesar de existir convergencia, el Gini al comienzo de un período tiene un efecto positivo sobre el Gini al final de este. Los resultados indican que el sector económico más potente, en el sentido del aporte al PIB regional, es muy importante para determinar las desigualdades en Chile, destacando los sectores secundario y minería. Las regiones intensivas en el sector secundario tienden a aumentar las desigualdades, mientras que lo contrario sucede en las regiones con mayor aporte del sector minero. Se infiere que en estas regiones, las riquezas provenientes de la minería son repartidas más inclusivamente entre la población trabajadora, además existe menor desempleo en este sector.
[8] Estos números y los reportados por la OCDE no coinciden con exactitud dado el ajuste con datos administrativos a los ingresos altos. Es por eso que, en common, la visión compartida es que los impuestos al consumo son eficientes para efectos de recaudación, pero son regresivos. Hasta este momento nos hemos referido a la progresividad o regresividad de los sistemas tributarios, pero no hemos hablado con mayor detalle de sus componentes. Lo cierto es que los sistemas tributarios se componen de múltiples tipos de impuestos, todos ellos con diferentes ventajas y limitaciones. Algunos columnistas han especulado que esto se debe a la ineficiencia del Estado en las transferencias. Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto.
“En los últimos diez años la investigación ha empezado a poner de manifiesto lo negativa que resulta la desigualdad para la sociedad. Resulta mala incluso para los de arriba, que se convierten en personas diferentes -más endiosadas- gracias a ella” (Joseph Stiglitz, Premio Novel de Economía 2001). ¿Funciona en Chile la acción sindical para distribuir el poder, en particular el económico, a través de los ingresos? El 8 de octubre 2019 en el programa matinal Mucho Gusto, el presidente Sebastián Piñera expresaba que «en medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país, es un verdadero oasis con una democracia estable, el país está creciendo». Diez días después ocurre el popularmente llamado “estallido social”, siendo una de las principales banderas de lucha la desigualdad social.
La literatura académica sugiere que las tasas óptimas a la herencia podrían ser bastante altas (del orden del 50%-60%). En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so desigualdad ambiental on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países.
Este es un impuesto donde todos los individuos, independiente de sus ingresos, pagan el mismo porcentaje por cada compra que realizan. En Chile la tasa es 19% del monto consumido y aplica a (casi) todos los bienes y algunos servicios. 10Esta ecuación también se probó utilizando la oferta de educación superior en vez del Gini inicial, la variable resultó igualmente significativa y negativa, siendo el ajuste del modelo de un 67,7%. 4En Chile, el sistema de educación pública (principalmente educación básica y media) debe mejorar en calidad para ser competitivo con el sector privado. Por su parte, el sistema de salud presenta inconvenientes, principalmente por la falta de atención oportuna.
«Si situamos a Chile en comparación con países de la OCDE, Chile es uno de los países más desiguales por lo menos en América Latina, siguiendo el índice Gini, que mide ingresos. Si miramos la tendencia del coeficiente Gini Histórica, o sea desde los ninety hasta ahora, Chile ha reducido su desigualdad por lo menos acorde a este indicador. Sin embargo, las investigaciones de desigualdad en Chile indican que no sólo tenemos que prestar atención a la variable de ingreso, sino también en el caso económico a otros tipos de activos y capitales, que perpetúan la desigualdad ente los más ricos y los más pobres del país», explica. Eliminar la desigualdad de ingresos por la vía de la acción fiscal redistributiva, mediante un sistema «moderno» de impuestos, es uno de los vehículos con que dispone una sociedad para enfrentar el problema. Empero, es uno que no se hace cargo del bajo valor dado al trabajo (la mera creación de empleos tampoco se hace cargo de ello). Enfrentar la desigualdad desde la óptica de las relaciones de producción, necesariamente, requiere abrir la discusión y situar al trabajo en el centro de la estrategia de desarrollo.
Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. Flores argumenta que medir la desigualdad con la CASEN era correcto hace unos 20 años. (La metodología que usa Flores, conocida como “Cuentas Nacionales Distributivas”, fue propuesta en una investigación de 2008 de Thomas Piketty, Emmanuel Saez, Gabriel Zucman). “La desigualdad de la pobrezas ha caído en forma importante, pero aún es alta y se caracteriza por un patrón de alta concentración y gran cantidad de bajos salarios”, explicó Larrañaga.