Equidad Y Justicia En Salud: Implicaciones Para La Bioética

Y las mujeres para ellos son más riesgosas por tener útero, ya que podemos enfermarnos o embarazarnos”, por lo que pagan más que un hombre de la misma edad por un seguro o plan de salud. La principal conclusión a la que llega el informe de este movimiento es que Chile es uno de los países más privatizados del mundo en relación al gasto en salud y que la mayor parte de lo disponible para este gasto proviene directamente del presupuesto de las familias. Chile también está en los últimos lugares del ranking del gasto per cápita en salud, junto con México y Turquía. Finalmente -según la OCDE- Chile tiene un gasto privado mayor que el público, y de todos los países de la OCDE, los únicos otros que presentan esta misma estructura son México y Estados Unidos. El informe de Salud Un Derecho también llama la atención sobre el gasto complete en salud en Chile, el que queda por debajo del promedio de los países de la OCDE.

Los niños de aquellos hogares con mayor dificultad para enfrentar el confinamiento, que tienen recursos menores educativos en el hogar, son quiénes van a sufrir mayores retrasos en su formación, y esto tendrá ciertas consecuencias en la salud en el futuro. También el sedentarismo y el aislamiento social pueden tener consecuencias presentes y futuras en su bienestar. Como mujer, chilena y santiaguina, me era claro que asumir conductas saludables dependía fuertemente de las condiciones de vida y del entorno en que las personas viven. Criando a mi hija mayor, me resultó evidente que existía una gran diferencia en hacerlo con parques o plazas cercanos a la vivienda; con otros niños, madres y padres con quiénes acompañarse y de quiénes aprender; en una comuna segura donde los niños no tienen que estar encerrados para efectos de seguridad o donde la oferta alimentaria es saludable y variada. Esto se combina con el nivel socioeconómico familiar y los conocimientos que vienen con el acceso a la educación superior, que se distribuye tan desigualmente como lo anterior.

Para ser elegibles para la inclusión, los participantes debían ser mayores de edad y estar empleados en entornos de atención médica públicos o privados. Los hallazgos presentados, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel individual y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias para salvaguardar el bienestar de las mujeres y garantizar la preparación del sistema de salud durante futuras disaster de salud pública. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a crisis humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos. Si bien la pandemia del coronavirus de 2020 ha supuesto un horrible contratiempo, y la disaster económica global subsiguiente será muy difícil de superar, seremos capaces de resolverlo.

Con todo, el modelo económico chileno configurado en la Dictadura de Pinochet y profundizado en los gobiernos de transición, ha entendido a la salud como un bien de consumo por sobre su acceso universal, lo que ha generado fragmentación del modelo sanitario (Goyenechea & Sinclaire, 2013). Por tanto, los procesos de salud-enfermedad no se distribuyen de forma ecuánime entre la población; siendo una dimensión relevante de las desigualdades sociales. Aunque Chile y México son los únicos miembros de la OCDE, y tienen una de las tasas de mortalidad materna e infantil más bajas de la región, tienen la tasa de desarrollo más baja por la igualdad en los países de la OCDE, asociadas con las grandes inequidades mismas Municipios. Al abordar la desigualdad de ingresos a través de la práctica clínica, la promoción y las estrategias de fomento de la resiliencia, los psicólogos podemos contribuir a mejorar los resultados de la salud psychological y promover la justicia social.

Además, es essential emprender acciones preventivas para evitar la repetición de esta disaster en el futuro, mejorando la regulación de las aseguradoras privadas y su inserción en el sistema en su conjunto. Por último, aunque no haya consenso sobre la estructura futura del sistema, urge avanzar en medidas donde sí lo hay, para mejorar el acceso a la salud de calidad para la población. Como se puede ver, el desafío actual en la disaster de las ISAPREs en Chile se vincula en gran medida con la falta de un diseño regulatorio robusto luego de la reinterpretación judicial del derecho a la salud.

desigualdad de la salud

Lamentablemente, el vacío y conflicto normativo no ha sido cubierto por el gobierno y el poder legislativo, siendo la jurisprudencia de las cortes de justicia la que ha delineado la política pública. Sin embargo, la forma en que se toman decisiones en el ámbito de la política pública requiere de una lógica distinta a la que ofrecen los fallos judiciales. Se necesita considerar los intereses generales y evaluar las consecuencias globales de cada decisión, en contraposición a un análisis centrado en casos particulares, como es la perspectiva que adoptan las cortes en sus fallos. La salud en Chile se encuentra sumida en una situación crítica, evidenciada por las extensas listas de espera en los prestadores públicos y la crisis en el sistema de Instituciones de Salud Previsional (ISAPREs).

Máster en perfilación y análisis de la conducta criminal y en análisis y prevención del crimen. Miembro del grupo de investigación de Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal de la Universidad de Barcelona (PACC-UB). Psicóloga en Associació per la Reeducació Comunitaria (ARC), y formadora en el “Servicio para la implementación y desarrollo de programas formativos y de tratamiento de violencias en el marco de la ejecución de medidas penales alternativas del Departamento de Justicia de Cataluña. La última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2017, muestra que la desigualdad en Chile sigue igual o peor en términos de distribución de ingresos.

Por eso propone prohibir el consumo de alimentos ultraprocesados o bebidas azucaradas en escuelas y edificios públicos, y fomentar la creación de espacios para hacer ejercicio. Tal decisión estuvo precedida por desigualdad economica por la globalizacion pronunciamientos anteriores que datan de 2008 y 2009 en las que el Tribunal razona en idéntico sentido. La judicialización de los contratos de salud en Chile ha experimentado una transformación significativa.

Asumir este desafío ha sido tarea compleja para las universidades en parte por la ausencia de profesionales en regiones, disponibles para implementar esos programas y también por las exigencias de los sistemas de acreditación que se les aplican. La desigualdad territorial se agudiza aún más cuando se pone el foco en médicos especialistas. En efecto, y solo como ejemplo, en marzo 2021 solamente algunos Servicios de Salud cuentan con oncólogos médicos, especialistas en medicina nuclear o geriatras como parte de su dotación efectiva. desigualdad de economia Además, este informe indica que el número de personas con discapacidad significativa creció a 1.300 millones de personas, es decir, una de cada seis personas en el mundo vive con una discapacidad moderada o severa. “Factores evitables, injustos y poco equitativos” y no la condición de discapacidad de las personas son los motivos de los riesgos que viven las personas con discapacidad. El código hace énfasis, por otra parte, en la necesidad de llevar un estilo de vida saludable, incluyendo dieta y actividad física.

Pero más allá de las implicancias económicas y sociales, también marca a fuego el estatus sanitario de la población implicada. Por lo tanto, las personas más pobres son las más enfermas, ya que la pobreza no tiene implicancias solo a nivel socioeconómico, sino también a nivel sanitario. El quinto coloquio estuvo orientado a las desigualdades en la situación de cáncer en Chile y su expresión en nuestra región, con la conferencia del Dr. Cristian Herrera, Secretario Ejecutivo del Foro Nacional del Cáncer. Según Richard Wilkinson y Kate Pickett, dos epidemiólogos con residencia en Londres, en su libro Desigualdad (2009), argumentan que la alta desigualdad de ingresos en países se correlaciona con una peor salud física, niveles más altos de violencia y economías menos productivas.

Por lo tanto, es esencial una comprensión integral de las experiencias de los pacientes y la interseccionalidad de los diversos determinantes sociales de la salud. Por otro lado, abordar las consecuencias de la desigualdad de ingresos requiere un enfoque multinivel y multidisciplinar que mix la terapia particular person con la defensa de un cambio social más amplio. Los psicólogos clínicos podemos colaborar con los responsables políticos y administrativos, las organizaciones comunitarias y otros actores relevantes para abogar por políticas destinadas a reducir la desigualdad de ingresos y promover la justicia social. También podemos desempeñar un papel very important en la sensibilización del público en basic sobre el impacto de la desigualdad de ingresos en la salud psychological y la necesidad de una acción colectiva. Además, la desigualdad de ingresos puede contribuir a la fragmentación social y a la reducción de la cohesión social dentro de las comunidades.

Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia. Tal como lo fue en la dictadura de Pinochet, reemergen memorias de resistencia y de autoorganización social (Gatica, 2017).