El Impacto De La Desigualdad De Ingresos Y De Patrimonio: ¿quién Crece Cuando Chile Crece?

Que un gran sector de la economía funciona de manera casual y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan. La propuesta de Zucman llega en un momento en que la discusión sobre la desigualdad económica y la justicia fiscal ocupa un lugar central en el debate público global, especialmente tras su exposición sobre el tema en la reunión del G20 en Río de Janeiro. Su visión, apoyada en la amplia investigación realizada junto a Piketty, resalta la importancia de encontrar soluciones tributarias globales que aborden de manera efectiva las disparidades económicas, en desigualdad actual busca de preservar el tejido social y democrático en el mundo. Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y al nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa). Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género, y el origen étnico. Para la Investigadora principal de la línea Geografías del Conflicto del COES y especialista en movilidad social, se trata de un trabajo imprescindible para la comprensión de las desigualdades sociales y sus efectos.

En el caso del lenguaje sabe que muchos términos tienen carga ideológica y, por lo mismo, debe controlar aquellos que mejor reflejan sus prioridades. Principalmente, por la injusticia social, las emociones negativas y los sentimientos de privación. No es solo cuando te sientes enojado, sino cuando te das cuenta de que también lo están tu familia, vecinos y amigos, hay un contagio emocional que provoca que la gente salga a la calle.

A base de exprimir a sus trabajadores y trabajadoras, evadir y eludir impuestos, privatizar los servicios públicos y alimentar el colapso climático, las empresas están impulsando la desigualdad y generando una riqueza cada vez mayor para sus ya ricos propietarios. Para poner fin a la desigualdad extrema, los Gobiernos deben redistribuir de manera drástica el poder de los milmillonarios y de las grandes empresas hacia el resto de la población. Podremos lograr un mundo más igualitario siempre y cuando los Gobiernos regulen y reinventen eficazmente el sector privado”.

desigualdad de riqueza en el mundo

La prueba del multiplicador de Breusch y Pagan Lagrange (BPLM) rechaza la hipótesis nula para todos los casos, aceptando la existencia de efectos individuales en el modelo. La prueba de Hausman rechaza la hipótesis nula y, por tanto, el modelo sigue una especificación desigualdad de derechos ejemplos de efectos fijos. Behar dijo que para remediar esto, los gobiernos deberían asegurarse sobre todo de que los ricos paguen sus impuestos, que luego deberían usarse para pagar servicios como agua limpia, atención médica y escuelas de mejor calidad.

El aumento de la desigualdad en el mundo se explica por el sistema económico actual, caracterizado tanto por la pobreza como por la creciente riqueza extrema (RE). La acumulación extrema existe en prácticamente todos los países de Occidente y empieza a presentarse en otras economías de menores ingresos, sin que sea necesariamente considerada como como un problema social (Yee, Wissink y Forrest, 2016). En términos generales, las estimaciones y pruebas estadísticas revelan que la acumulación extrema, así como el resto de variables, son significativos para prácticamente todas las especificaciones. Los hallazgos sugieren que la riqueza extrema tiende a obstaculizar el desarrollo humano. Por tanto, medidas estatales para controlar o contener la acumulación extrema, que lleva a la concentración de poder económico y político, es factor clave para el proceso de desarrollo. También, ya que la inversión, gasto público social y democracia tienen efectos positivos en el IDH, se esperaría que la mejora de estos factores conduzca a etapas superiores de desarrollo.

De las cuales, cerca de eighty two millones (el 13,1% de la población) vivían en condiciones de pobreza extrema”. Por el contrario, es el diseño institucional y las políticas públicas los que han permitido que eso ocurra. En otras palabras, son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad. Un sistema tributario que se toma en serio la desigualdad y la protección de la democracia debe considerar el mérito de los impuestos al patrimonio, en explicit a la herencia y a la riqueza.

Esta creciente desigualdad económica agudiza la desigualdad política, lo que aumenta la capacidad de las empresas y las élites ricas para influir en la formulación de políticas con el fin de proteger sus riquezas y privilegios. Por ello, los entornos dominados por élites económicas, mediante la desigualdad, generan efectos negativos en los procesos de desarrollo humano. De acuerdo con la OXFAM (2014), las consecuencias de la desigualdad extrema son corrosivas; corrompe la política, obstaculiza el crecimiento económico, frustra el potencial y socava los cimientos de la sociedad.

En Capitalismo progresista, Joseph Stiglitz se pregunta cuáles son las fuentes de enriquecimiento de las naciones. En su análisis adjudica la culpa de la ralentización del crecimiento y el incremento de la desigualdad en Estados Unidos principalmente a la falta de inversión, en las últimas cuatro décadas, en educación, infraestructura y tecnología. “Puede que, hace mucho tiempo, la imagen de una competencia innovadora, si bien implacable, de una miríada de empresas luchando por prestar un servicio mejor a los consumidores a costes más bajos, fuera una buena caracterización de la economía estadounidense”, comenta el premio Nobel de Economía. “Pero hoy vivimos en una en que unas pocas empresas pueden recoger cantidades ingentes de beneficios para ellas mismas y seguir en su posición dominante durante años y años, sin ser desafiadas”. Otro factor de este tipo que está profundizando las brechas se encuentra al analizar la procedencia de las grandes fortunas.

“Este trabajo no remunerado está alimentando un sistema económico sexista que toma de muchos y pone dinero en los bolsillos de unos pocos”. No hay que olvidar que para que esta Reforma sea exitosa, se requiere fortalecer la profesión docente. Tal como señaló el Informe McKinsey de 2007, en ninguna parte del mundo la calidad de un sistema escolar supera la calidad de sus profesores.

La única serie de tiempo basada en datos tributarios (y que es una estimación conservadora porque no corrige por elusión ni evasión) muestra que la concentración del ingreso del 1% y del 10% más rico no ha caído.[5] Tanto en 1990 como en 2015, el 1% recibía cerca de un cuarto de los ingresos del país. Por su parte, el 10% más rico concentraba el 54% de los ingresos tanto en 2004 (primera fecha para la que se tiene registro) como en 2015. Usando esta información podemos evaluar cómo se sitúa Chile en el panorama internacional. El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados.

Diversos estudios han sostenido, sin embargo, que la desigualdad ha ido cayendo (ver informe del PNUD, página 14), es decir, que cada día repartimos mejor. Es sobre todo el trabajo peligroso y mal pagado de la mayoría de la población lo que alimenta la riqueza de unos pocos. Todo lo anterior refleja a un sistema psicopolítico y económico que, falazmente revestido de paladín de la libertad, no logra desdibujar su verdadera esencia… Individualismo, propiedad, orden y consumo; la sociedad, como una vez dijo Margaret Thatcher, no existe. Las políticas neoliberales buscan aumentar los beneficios de rentas altas con medidas de distinta índole, la metafísica teórica neoliberal se usa para convencernos de que esas medidas nos benefician a todos a pesar de que la realidad indique lo contrario. Y si no funcionan nos dicen que es porque no  se han aplicado con la intensidad requerida. El informe, asimismo, demanda un cambio fundamental en el modelo económico de manera que beneficie a todas las personas y no solo a una élite selecta.

Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo.