Economía Social De Mercado Renovación Nacional

La dimensión sustentabilidad y medio ambiente es de gran relevancia para el crecimiento económico sostenible. Es lamentable que no se tengan datos históricos respecto a la inversión pública en el área medioambiental, sin embargo, contamos con los datos de los últimos años, los cuales develan que en 2015 la inversión ascendió a más de 27 mil millones de pesos. A nivel regional las regiones con mayor presupuesto medioambiental ejecutado fueron La Araucanía, Biobío y Aysén, tres regiones del sur del país. En los informes del Ministerio de Desarrollo Social se suele calcular este ratio utilizando el promedio del ingreso autónomo whole del hogar; otros estudios utilizan el ingreso autónomo de las personas, con el objeto de medir la desigualdad proveniente del mercado.

Sin embargo, el cambio climático no está dañando a todos/as por igual, por lo que ha incrementado las brechas en cuanto a las oportunidades que tienen los individuos y países, ya que están condicionados por su territorio ( United Nations, 2020b; Kuhn, 2020 ). Otro ejemplo que propone Sen (2000), tiene que ver con los virus y las bacterias que hay en el medio, que trastornan la manera y la calidad en que viven los individuos, o bien, la forma en que tienen que distribuir sus recursos los países. Por lo tanto, la diversidad en el medio influye di-rectamente en la libertad que tienen los individuos y países para lograr cierto nivel de calidad de vida “ideal”. En la rueda de prensa posterior a la entrega del documento, los representantes de la organización destacaron que «la economía chilena ha mostrado tasas de crecimiento en el PIB per cápita destacables en las últimas tres décadas», haciendo hincapié en la reducción de la pobreza y la desigualdad, sin embargo, apuntaron a que ésta última sigue siendo alta. Finalmente, y atendiendo a los logros y fracasos de las reformas tributarias de las últimas décadas, es difícil pensar que desde un análisis exclusivamente económico se puedan balancear adecuadamente los intereses y sensibilidades que generan los impuestos en Chile. Esto plantea el desafío de pensar verdaderamente el crecimiento y la equidad recalibrando las concepts sobre los impuestos a partir de la realidad social actual y las preferencias sociales de los contribuyentes.

A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE. Por lo tanto, en este sentido, los resultados obtenidos abren paso a otras preguntas investigativas. Si bien este último comprende una variedad de demandas, entre ellas se encuentra la gran desigualdad que existe actualmente en el país, la cual, en palabras de Güel (2019), “…no se trata solo ni principalmente de un problema de distribución del ingreso” desigualdad de derechos ejemplos (párrafo 8). Es decir, que las disparidades que viven a diario los/as habitantes de Chile van más allá de su salario, experimentándose en otras áreas, como en la educación, la salud, la protección social, entre otras, que fueron aludidas dentro de las acciones públicas y otras que aún quedan por resolver. Otro indicador de desigualdad es el índice10/10, que expresa el ingreso del 10% más rico en función del 10% más pobre de la población. Para ello, la (Tabla 2) presenta el promedio del ingreso autónomo del hogar (ver definición en Anexo E) por deciles, de acuerdo a la Encuesta CASEN de 2015.

Y le parece un enorme contrasentido que empresas privadas globales como Facebook, Google, tengan una cantidad de detalles de la vida personal de los ciudadanos, mientras “las democracias carecen de datos básicos para mirarse a sí mismas”. “Me gustaría que el día que hablemos de cuánto creció el PIB se informe también exactamente a dónde fue ese crecimiento; y a partir de ahí, discutir si la distribución es justa o no”. De acuerdo con sus cálculos, entre 2000 y 2019 el 1% más rico se quedó con más del 30% del ingreso. Esto está alineado con el dato con el trabajo de Michel Jorratt (ex director del Servicio de Impuestos Internos) y Tasha Fairfield, académica de la London School of Economics, y según el cual el 1 % más rico se apropiaba de entre 19% y 33%. La encuesta también reveló que el tema quedó dentro de las 5 mayores preocupaciones de los consultados nacionales.

desigualdad de economia

Por otro lado, el control de inmigración cayó 10 puntos y dejó de estar entre los temas que más preocupa a los chilenos, aunque seguimos en los primeros puestos. Y, en cuanto a la persistencia intergeneracional, los países nórdicos se repiten al obtener una puntuación baja en ambas áreas, y Austria, Alemania y Chile destacan por las relativamente altas. La comunidad empresarial de Chile tendrá acceso a orientación sobre como promover los DDHH, así como las metas y objetivos de la Agenda 2030, como parte integral de la conducta empresarial responsable. Por último, la Subsecretaria Piergentili, concluyó que “en el caso specific del Ministerio de Economía nos hacemos la pregunta; ¿qué tipo de economía queremos en Chile? En ese contexto importa cómo las empresas se preocupan de sus trabajadores, sus clientes y las comunidades a las cuales afecta”.

Aquí, se garantiza que todos podrán acceder, por ejemplo, a un trabajo o al sistema de educación, entre otros. Sin embargo, existe una amplia gama desigual de recompensas, las cuales son construidas socialmente (Hopkins & Kornienko, 2010). Por ejemplo, dos individuos que pudieron acceder a la misma educación profesional, en igualdad de condiciones ex-ante, obtienen luego el mismo puesto de trabajo, pero en diferentes empresas. Estas compañías ofrecen diferentes salarios, por el mismo esfuerzo y el mismo trabajo, generando desigualdad de resultados para dos personas que tenían en principio igualdad de oportunidades.

En el ejercicio de 2023, los nuevos compromisos de IFC alcanzaron un monto récord de USD 1700 millones, un aumento de casi el 200 % en comparación con el ejercicio anterior. De manera más reciente, un estudio de la OCDE de 2014 muestra que existe una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento. En este contexto los trabajadores, que no son propietarios de los activos, no tienen incentivos para comportarse de forma que la productividad aumente, pues estos comportamientos son difíciles de monitorear y, por lo tanto, que se lleven a cabo o no depende en parte importante de la motivación intrínseca.

Para reducir la resistente desigualdad, son necesarias más políticas distributivas, junto con las redistributivas, que se preocupen a priori de la generación del ingreso. Las políticas distributivas, en el largo plazo, permitirán reducir el gasto social enfocado en los más pobres, quienes con mayores oportunidades serán capaces, por sí mismos, de guiar su desarrollo. Con los datos regionales obtenidos, se realiza un análisis de convergencia para comparar si los territorios más pobres, crecen más rápido que los más ricos.

Pero si el ingreso de los más ricos aumenta en mayor proporción que el de los más pobres, el valor esperado de la delincuencia se incrementa, pues aumentará el botín, es decir, el ingreso de los más ricos, pero no así el de los más pobres, haciendo más atractivas las actividades ilícitas. Sin duda, se puede argumentar que la desigualdad es inmoral e injusta, pero eso depende de lo que creamos qué es justo y ethical, algo que recae en la esfera de la filosofía o la política o, incluso, la Religión. Mi intención, mucho más modesta, es presentar algunos elementos de juicio a partir de lo que el análisis económico ha dicho sobre este fenómeno. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster desigualdad america latina humanitarias existentes.

Ambos temas generan constantes polémicas, protestas y levantamientos por parte de la sociedad, la cual siente la desigualdad y busca que el Gobierno doble sus esfuerzos para satisfacer estas necesidades básicas, de una manera eficiente y que beneficie a toda la población y no solo a unos pocos. Los datos educacionales comparativos por país se obtienen de Barro y Lee (2010) y PNUD (2015). Los datos regionales, como años de escolaridad promedio y analfabetismo, se obtienen a partir de la Encuesta CASEN.

Y el informe puntualiza que la percepción de las desigualdades de ingresos y el cómo se ve la participación del 10% más rico en los ingresos están -en Chile- entre las más altas del grupo de países. Durante los últimos treinta años, el tema de la desigualdad económica ha emergido de las aguas estancadas de la economía para reclamar un lugar central en el discurso político. Un cambio impulsado por el hecho preocupante de que esta ha aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente en Estados Unidos. Vásquez es en que los individuos con rentas bajas perciben mayores niveles de aversión a la desigualdad socioeconómica que los individuos con rentas altas y finalmente en que las desigualdades socioeconómicas percibidas afectan al comportamiento prosocial a través del papel mediador de las creencias sobre la justicia procesal y los niveles de empatía.

Eso puede explicar, por ejemplo, por qué tanto la extrema riqueza como la pobreza son lugares “pegajosos”, como los define la OCDE, es decir situaciones de las que es difícil salir. En el caso de Chile, la misma OCDE ha dicho que las familias pobres necesitan seis generaciones para que uno de sus descendientes llegue a la clase media (ver nota BBC). El organismo internacional presentó un informe en Santiago de Chile junto a la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) en el que argumenta que el impulso a ciertos sectores económicos «puede crear empleos de alta calidad en todo el país, incrementar las exportaciones y reducir desigualdades estructurales». El reporte explica que «los resultados para la desigualdad de ingresos son consistentes en common en los países clasificados en la parte superior e inferior». Esto implica que los países nórdicos muestran niveles relativamente bajos de desigualdad medida y percibida, mientras que Chile, México y Turquía dan cuenta de niveles altos. En este contexto de su desarrollo, es que la PhD in Economics, Doctor Europaeus por la  Cagliari University de Italia, explicó que en la literatura económica y otras se ha recopilado un gran número de pruebas empíricas que demuestran que los individuos sienten aversión a la desigualdad de ingresos.