El nuevo informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2022 de Naciones Unidas alertó que el 22,5% de las personas en América Latina y el Caribe no cuenta con los medios suficientes para acceder a una dieta saludable. La búsqueda desesperada de oportunidades y recursos alimentarios llevó a un fenómeno notable de migración interna. El éxodo de familias en busca de mejores oportunidades generó un cambio demográfico significativo, impulsando la formación de nuevas dinámicas sociales y económicas.
La académica destacó la Ley de Etiquetados implementada en 2016 y que obliga a empresas productoras de alimentos a indicar a través de las estampillas negras las altas cifras de sodio, grasas saturadas y azúcares en los envases. “Chile es líder en políticas públicas como esa y estudios mostraron que las etiquetas de advertencia desincentivan la compra, y eso es lo que deben hacer”, subrayó. “El objetivo de las industrias de la comida y la bebida es vender sus productos, mientras más, mejor, pese a los efectos en la salud de los consumidores. La académica, que fue parte del Congreso del Futuro 2020, explicó que antiguamente solo la gente con altos recursos podía transformarse en obesa, pero con la irrupción de la comida ultraprocesada todo cambió. Sabemos que [las empresas] empujan a que las consuman, pero la gente no sabe cuántas calorías tienen”, precisó. Además, el representante de la FAO planteó que se necesitan medidas para la transparencia de los precios de dichos alimentos en los mercados y el comercio, transferencias en efectivo y otras acciones como la mejora de los menús escolares.
También menciona que la guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la interconexión y fragilidad de los sistemas alimentarios mundiales con graves consecuencias para la seguridad alimentaria y nutricional global. A nivel mundial la desnutrición sigue siendo un tema que distintas organizaciones se encuentran trabajando para subsanarla. En Chile, hace unas décadas, también había una preocupación por ella, pero en el último tiempo ha surgido también la preocupación por los altos índices de sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas derivadas de una dieta poco saludable, como hipertensión, diabetes, enfermedades al corazón y diversos tipos de cáncer. Este artículo resume el estado de la inseguridad alimentaria en Chile, cómo ha cambiado en los últimos años, su medición y su relevancia para el discurso sobre la pobreza por ingresos y multidimensional. Nos enfocamos en Chile para ilustrar la gravedad de la situación alimentaria en los últimos años, en especial cuando se miran los datos más allá de los promedios nacionales en un país relativamente de ingresos altos con desigualdades visibles.
“Una disaster alimentaria ocurre cuando, de forma generalizada, las personas no disponen de alimentos, nutritivos e inocuos, en las cantidades suficientes como para permitirles satisfacer sus necesidades energéticas diarias, debido a factores físicos (escasez) y económicos”. La producción de alimentos de origen transgénico tuvo su origen explícito en el combate a las hambrunas de mil millones de personas, recibiendo el nombre de revolución verde, e hizo acreedor al premio Nobel de la Paz a Norman Borlaug en 1970 [26]. El aumento en el hambre está estrechamente relacionado con la desaceleración económica general de la región.
En general tienen un carácter distinto; es un espacio muy rico en que lo pasamos muy bien (…) y esto es algo diferente porque por primera vez es digital, pero también tiene sus ventajas porque se suma gente de muchos lugares del mundo”. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en adelante FAO ha definido que el hambre es la manifestación más extrema de la pobreza y la privación humana. En cuanto a las obligaciones específicas, los Estados tienen la obligación de respetar, proteger, y realizar el derecho a la alimentación. Estas obligaciones fueron precisadas en la ya mencionada Observación General No. 12 (véase en specific el párrafo 15).
Entonces, la pregunta clave no es cómo aumentar la producción, sino cómo mejorar las condiciones de vida de los pobres, también a través de la agricultura, de modo que tengan acceso a buenos ingresos y a una alimentación adecuada. Por otro lado, debido a la fijación con las cantidades, se ha hecho poco para aumentar la eficencia. La cosecha global corresponde en la actualidad, aproximadamente, a 4600 kilocalorías (kcal) por persona y por día. Después de la cosecha se da una pérdida neta de 600 kcal, que incluye pérdidas en el stock almacenado. Durante la distribución y en los hogares se pierden otras 800 kcal y, debido al reaprovechamiento de estos piensos y granos para el forraje, incluso 1200 kcal. Los sistemas agroalimentarios del mundo en la actualidad emplean a 1.000 millones de personas, más que cualquier otro sector económico.
Y la clave, sostienen los organismos internacionales, está en desarrollar sistemas agroalimentarios sostenibles, que dispongan de una variedad de alimentos suficientes, nutritivos e inocuos a un precio asequible para todos, y en el que nadie tiene hambre ni sufre alguna otra forma de malnutrición. “El sobrepeso y la obesidad son un creciente desafío, responsables de aproximadamente 2,eight millones de muertes” por enfermedades no transmisibles en 2021 en las Américas, afirmó el physician Jarbas Barbosa, Director de la OPS. En el informe se presenta un conjunto de «medidas de doble finalidad» que previenen o reducen a la vez el riesgo de deficiencias nutricionales que desembocan en insuficiencia ponderal, emaciación, retraso del crecimiento o deficiencias de micronutrientes, y el riesgo de obesidad o ENT, utilizando la misma intervención, programa o política. Entre esas medidas se incluyen desde mejores prácticas de atención prenatal y de lactancia materna o políticas de bienestar social, hasta nuevas políticas para la agricultura y los sistemas alimentarios cuyo objetivo principal es una alimentación saludable.
Hace diez años, Las Algas venía en un sostenido descenso de habitantes, pero prácticamente se repobló tras el terremoto de 2010. De hecho, la familia de Cristina Durán fue una de las tantas que llegó escapando del miedo al maremoto y como única posibilidad de obtener una casa tras la pérdida de empleos. Cristina Durán calcula que una semana de olla común en Las Algas cuesta alrededor de $200.000, ya sea en efectivo o productos donados, por eso apenas se logran adjudicar algún beneficio inmediatamente se ponen en plan de postular a la siguiente convocatoria. El almuerzo abastece a la gran mayoría de las 220 personas que viven en el campamento Las Gaviotas, pero no únicamente a ellos. Héctor Romero sincera, con una mezcla de desesperanza y orgullo, que también llegan afuerinos a buscar uno o dos cucharones de caldo, arroz o legumbres que los libren del ayuno forzado. Héctor calcula que la mitad de los y las trabajadoras de Las Gaviotas se encuentra en la cesantía complete desigualdad economica entre paises producto del Covid.
Tiene como misión impulsar estrategias de transformación para la equidad territorial, basadas en una mejor comprensión de los desafíos que enfrentan los territorios rurales de América Latina. «Lo que más nos preocupa es la obesidad infantil, es una vergüenza que los países con dieta mediterránea sean los líderes en sobrepeso y obesidad en los niños. Hay que hacer algo porque, además es un bucle del que es difícil salir porque un niño obeso va a ser obeso toda su vida», ha advertido. Por su parte, durante la jornada la directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, también ha apuntado que «la seguridad alimentaria tiene que ser obligatoria, además de nutritiva y sostenible» y que se debe «evitar el elitismo» en la alimentación ya que, hoy en día, «ser vegano es muy caro». «Hoy en los supermercados los alimentos más baratos son los ultraprocesados y eso influye en la elección», ha señalado Neira.
Según datos de la FAO, alrededor de 66% de los pobres del campo latinoamericano -esto es, millones de personas- son pequeños productores; 30% son pobladores rurales sin tierra y el 4% restante corresponde a indígenas y otros grupos. De acuerdo con diversas fuentes, al menos 40% de los pequeños productores son minifundistas, que no cuentan con ningún tipo de protección en el mercado, son productores precarios. Como se ve, la pobreza latinoamericana no se reduce a las zonas rurales ni a personas «excluidas» de la producción agrícola.
Es una responsabilidad conjunta asegurar el futuro de la alimentación de las nuevas generaciones, a través de un medioambiente más limpio que nos entregue una mejor producción, que se verá reflejada en una mejor nutrición, que nos encamine hacia una vida mejor, sin dejar a nadie atrás. El diplomático portugués, que ha convocado una cumbre internacional sobre alimentación para el próximo septiembre, defendió que en un mundo con tanta abundancia de alimentos como el actual no puede permitirse que haya “miles de millones de personas sin acceso a una dieta saludable”. Para lograr la plena realización del derecho a la alimentación en el plano nacional se requiere, además, contar con políticas públicas y legislación que lo pongan en práctica. La legislación debe otorgar atribuciones y funciones claras a los órganos del Estado encargados de adoptar las políticas o programas respectivos y asegurar que sean implementadas de manera coordinada a nivel institucional.
“El conflicto, la disaster climática, el COVID-19 y el aumento de los costos de los alimentos y el flamable han creado una tormenta perfecta, y ahora tenemos la guerra en Ucrania acumulando una desgracia sobre otra. Necesitamos urgentemente fondos de emergencia para sacarlos del abismo y revertir esta disaster mundial antes de que sea demasiado tarde”, apuntó David Beasley. El desigualdad a nivel mundial documento detalla que en la lista de países que padecen el flagelo, 39 naciones se repiten cada año y que su población hambrienta se duplicó entre 2016 y 2021 con incrementos constantes desde 2018.PMA/Wissam NassarUna de cada nueve personas en el mundo sufre de hambre. En este continente la desnutrición aumentó de manera muy clara en los últimos 20 años, mientras que en el resto del mundo se ha reducido.
La falta de acceso a una educación de calidad se convirtió en un obstáculo adicional para superar las desigualdades generadas por la disaster. Pese a los vínculos fisiológicos, en las medidas para abordar todas las formas de malnutrición no se han tenido en cuenta por lo common estos ni otros factores importantes, como la nutrición en la primera infancia, la calidad de la alimentación, los factores socioeconómicos y los entornos alimentarios. Además, se dispone de algunas pruebas de que los programas contra la desnutrición han incrementado involuntariamente los riesgos de obesidad y de ENT relacionadas con la alimentación en los países de ingresos bajos y medianos, en los que los entornos alimentarios cambian rápidamente. Un concepto vinculado a los anteriores es el de soberanía alimentaria, que fue propuesto por la Vía Campesina en el contexto de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996. Como lo señala en su artículo 15 (4) la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales de 2018, “los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales tienen el derecho a definir sus propios sistemas agroalimentarios”.