Desigualdades Laborales Y Brechas De Género Durante La Pandemia: Uno De Los Ejes De La Movilización Este 8m

Las académicas explican el potencial de esta especie originaria de México y que fue introducida al territorio chileno por los españoles durante la época de la colonia. Crear tecnologías de reciclaje usando la ciencia e innovación como herramientas de transformación, proveyendo de valor agregado a los desechos que hoy terminan en su gran mayoría en rellenos sanitarios. De Chile Cristina Acuña, quien en conversó con Alumni Uchile sobre este proyecto sustentable que reduce la huella de carbono. La Expoferia de Alimentos Innovadores de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile celebra su vigésima edición, consolidándose como una tradición de innovación y salud.

En los últimos años, gracias al activismo feminista, se fueron logrando grandes avances que hicieron que la vida y las expectativas de las niñas de hoy sean, en varios sentidos, más auspiciosas que las de sus madres y abuelas. Sin embargo, la pandemia de covid-19, en un contexto de profundas desigualdades, amenaza con revertir importantes pero frágiles logros obtenidos. La capacidad de trabajar desde casa generó desigualdades entre los grupos de renta baja y alta, a la vez que acentuó problemas de desigualdad de género en relación con el cuidado de los hijos y el trabajo doméstico. En 2020, las mujeres al frente de familias monoparentales se vieron más expuestas a una reducción de su jornada laboral debido al cierre de colegios y guarderías; si las mujeres siguen trabajando más horas no remuneradas que los hombres en cuidados no remunerados, esto podría ampliar la brecha salarial de género durante la recuperación.

La OIT destaca que en la afectación por regiones, América registró la mayor pérdida de empleos de mujeres a causa de la pandemia, con 9,4% de trabajos perdidos, frente a un descenso de 7% en el caso de los hombres. La OIT explicó que si bien el empleo femenino crecerá más rápidamente que el de los hombres el año entrante, no alcanzará a compensar la pérdida sufrida por la pandemia y el nivel de ocupación no llegará a la marca de 2019. Según las nuevas proyecciones globales de esa agencia de la ONU, en 2021 sólo el 43,2% de las mujeres en edad de trabajar tendrá un empleo, en tanto que el 68,6% de los hombres estará trabajando, un nivel que recupera el índice de ocupación masculina previo a la emergencia sanitaria. El Instituto Europeo de Igualdad de Género estima que, sin políticas que empujen los cambios, la paridad en los Parlamentos de Europa tardará fifty five años y hasta 190 años en las empresas. “No podemos salir de esta disaster sin un sistema de cuidados fortalecido”, admiten fuentes del Ministerio de Igualdad, que negocia ahora los Presupuestos y el reparto de fondos europeos con el resto de ministerios.

Es economista de la Universidad Bocconi de Milán con una maestría y un doctorado en economía del Graduate institute de Ginebra, Suiza. En términos porcentuales Colombia, Perú, Bolivia, y Chile experimentan los mayores aumentos, con cambios entre 8 y 5% en el índice de Gini entre 2019 y 2020. Todavía existe la oportunidad de reducir significativamente estas cifras y gestionar mejor la migración climática interna si se realiza un esfuerzo mundial concertado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, apoyar un desarrollo verde, inclusivo y resiliente.

Tras esto, en mayo y junio, durante la reactivación económica de la desescalada, los valores del índice Gini se hubieran mantenido elevados, marcando un fifty five,24 en junio y un forty nine,76 en agosto. Esto se puede comprobar atendiendo al porcentaje de población sin ingresos a lo largo de los meses de la pandemia. En marzo, antes de las ayudas públicas, el porcentaje hubiera sido del 19,39% y tras las ayudas del sector público esa puntuación bajó hasta el 7,24%. Pasadas unas semanas, lo peor de la crisis se trasladó a los barrios más populares del entorno de la Ciudad de México. Así lo muestran los datos individualizados ofrecidos por la Secretaría de Salud con un nivel de detalle y apertura poco habitual desigualdad de ingreso en el mundo que desvelan la afectación diferencial de la epidemia entre la población. Lejos de las teorías que llegaron a defender algunos funcionarios públicos al inicio de la pandemia que hablaban de la “inmunidad” de los pobres, las estadísticas revelan que el virus está siendo particularmente nocivo para ellos.

desigualdad durante la pandemia

Incluso antes de que el coronavirus se declarara oficialmente una pandemia, era claro que los cierres, las prohibiciones de viaje y otras restricciones de movimiento serían graves. Sin trabajo ni dinero y con el transporte público cerrado, cientos de miles de migrantes se vieron obligados a caminar centenares de kilómetros de regreso a sus lugares de origen y algunos murieron en el intento. Su situación desesperada llevó a Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle desigualdad del mundo Bachelet, y al responsable de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, a pedir a las autoridades que respetaran la seguridad y los derechos de los migrantes al aplicar medidas de bloqueo. “Desafortunadamente, la escala global y la velocidad de la interrupción educativa actual no tiene precedentes y, si se prolonga, podría amenazar el derecho a la educación”, advirtió en marzo Audrey Azoulay, directora de la agencia de educación de la ONU, la UNESCO.

Esa tónica se repite en todas las regiones del mundo, aunque algunas han experimentado mayores incrementos de las desigualdades desde los años ochenta (Estados Unidos, Rusia e India) que otras (Europa y China). Todavía es pronto para ver todas las cicatrices que ha dejado la pandemia, pero algunas ya son patentes. El Banco Mundial estima que los sucesivos brotes de covid-19 han engrosado en a hundred millones el número de ciudadanos que se hallan en extrema pobreza, hasta los 711 millones, en especial en África y Asia. Y mientras eso sucedía, un puñado de multimillonarios, el 0,001% de la población, incrementó su riqueza en un 14%. Algunos estudios señalan ya cómo en Francia aquellos con más rentas y patrimonio aprovecharon para ahorrar y soltar lastre y reducir sus deudas, mientras que los más pobres se veían obligados a pedir préstamos para capear el temporal.

La pobreza también aumentó más en las familias no necesariamente monoparentales con jefas de hogar mujeres y en la población de origen extranjero. La encuesta también mide los ingresos monetarios, que corresponden a la suma de los ingresos del trabajo, los ingresos autónomos y las transferencias que provienen del Estado (como subsidios o bonos). La última Casen da cuenta de que los ingresos monetarios del 10% más rico fueron 27 veces mayores que los del 10% más pobre. Sin embargo, estas transferencias no lograron impedir la peor relación 10/10 de los últimos 30 años y el peor Gini –el indicador de desigualdad– desde 2003 (PNUD, 2014).

Vale mencionar que estas pruebas no solo brindan información académica, sino que también permiten observar el contexto acquainted, económico y social de los estudiantes de último grado de las instituciones educativas del país. Dicha información es útil en el desarrollo de diferentes investigaciones por parte de académicos y del Gobierno para el diseño y la implementación de políticas públicas educativas. El artículo escrito por Mariana Sosa trabaja con los datos de la encuesta poniendo el foco en escuelas secundarias de modalidad técnica identificando las principales dificultades que tuvieron que enfrentar los/as estudiantes según la modalidad y orientación/especialidad de la escuela secundaria. También se consideró el nivel socioeconómico de los territorios en los que están ubicadas las escuelas a partir de información construida sobre los hogares, utilizando un índice que organizó el trabajo cualitativo realizado en otro componente del proyecto de investigación. El trabajo señala que las principales dificultades que enfrentaron los/as estudiantes y sus familias en relación a la continuidad pedagógica se vinculan con limitaciones económicas preexistentes. Asimismo, considerando las particularidades de la modalidad técnica, ligada a la formación de carácter práctico, pudieron observarse diferentes situaciones en el desarrollo de las actividades prácticas en talleres y laboratorios y en las prácticas profesionalizantes, las cuales muestran algunas especificidades según orientación.

Las experiencias de educación remota se multiplicaron en las distintas latitudes, al tomar formas locales, en relación con las estructuras y políticas educativas que sostienen este derecho en cada región. Por lo tanto, la educación en pandemia estuvo condicionada por los desiguales desarrollos de cada país, las características de cada sistema educativo y por la situación social, económica y cultural de los hogares de procedencia del estudiantado (Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2020). La inversión en servicios públicos de calidad e infraestructura, que podría cerrar brechas entre grupos sociales y de mujeres, reducir la carga de cuidados de las familias, apuntalar el desarrollo de nuevas generaciones y reactivar las economías generando empleo de calidad, es una deuda pendiente que es urgente saldar.

Hoy sabemos que las condiciones previas de salud pueden agravarse si es que las personas contraen el Covid-19. Algunos estudios realizados recientemente muestran que la letalidad es más alta en caso de diabetes y obesidad. La población entrevistada mayoritariamente no fumaba y no consumía drogas; no obstante, al considerar el consumo de alcohol, las respuestas se ubicaron entre la disminución y el no consumo.

Otros retos están relacionados con la gestión de los servicios, como en lo que refiere a la fragmentación de la pink asistencial y la falta de coordinación entre los diferentes niveles de atención, lo que dificulta, por un lado, la continuidad en el cuidado y, por otro, la posibilidad de un abordaje integral. Esto tendrá impactos duraderos en los ingresos futuros, el alivio de la pobreza y la reducción de la desigualdad. Según los últimos cálculos, la generación actual de estudiantes corre el riesgo de perder USD 17 billones en concepto de ingresos a lo largo de su vida. En respuesta al empeoramiento de la disaster educativa, el Banco ha ampliado rápidamente su apoyo a los países en desarrollo, con proyectos que llegan al menos a 432 millones de estudiantes y a 26 millones de maestros (lo que equivale a un tercio de la población estudiantil y casi un cuarto de la fuerza laboral docente en los países clientes actuales).