Incluso en el peor de los casos, el Covid-19 matará a una porción mucho menor de la población mundial que cualquiera de estos desastres anteriores, y tocará la fuerza laboral activa y de la próxima generación aún más ligeramente. La mano de obra no será lo suficientemente escasa como para aumentar los salarios, ni el valor de los bienes raíces se desplomará. Además, nuestras economías ya no dependen de las tierras agrícolas y el trabajo manual”, concluye el investigador en su columna de The New York Times. Walter Scheidel, profesor en Humanidades de la Universidad de Stanford, es uno de esos especialistas que ha indagado en los potenciales niveladores de las desigualdades, y sus investigaciones se transformaron en un libro de divulgación publicado en 2017. En este volumen, Scheidel sostiene que existen cuatro shocks que facilitan el equilibrio en los ingresos.
Además, entre 1976 y 1993, Colombo impulsó el Laboratorio de Genética y Enfermedades Metabólicas del Instituto de la Universidad de Chile (INTA). Posteriormente, se trasladó a Valparaíso, donde se desempañó como jefa del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas del Hospital Dr. Carlos Van Buren hasta 2019, año en que se retiró. El Premio
Entre las razones más mencionadas por las que se recibe mal trato está la clase social, ser mujer y el lugar en el que vive. Aunque tendemos a pensar que la desigualdad depende de disparidades en los ingresos, este texto –parte de un extenso proyecto de investigación realizado por el Buell Center de Columbia University– muestra que la vivienda es uno de sus más poderosos motores. Por lo tanto ciertas prácticas arquitectónicas podrían ser entendidas como «el arte de la desigualdad». 1 Este trabajo utilizó fuentes secundarias desde distintas bases de datos mundiales y nacionales.
También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Los costos de una sociedad desigualdad, discriminadora, castigadora de las diferencias y asimétrica fueron parte de las temáticas planteadas en la charla y también en las dinámicas de trabajo grupal que forman parte de las presentaciones de Poblete. El objetivo del conferencista fue recoger la opinión de quienes asistieron al encuentro y dar cuenta de las coincidencias y también de las diferencias respecto de la necesidad de generar conciencia y educación transversalmente en las distintas esferas de la vida de una persona. Así es como planteó, por ejemplo, reflexionar sobre cómo abordamos las temáticas de género en el ámbito del trabajo, familiar y en lo colectivo o social. Un punto clave de su exposición fue exponer los costos y consecuencias del bullying entre menores de edad por intolerancia a las diferencias sexuales y a las diferencias en general. Uno de los datos más llamativos de esta nueva versión se refiere a la densidad de cotizaciones por sexo.
Sobre lo último, uno puede argumentar, de forma optimista, el deseo de disfrutar de algún grado de armonía social y de la abundancia materials de las economías modernas como razones para creer que los ricos podrían estar preparados para compartir su abundancia. Los países de la Alianza del Pacífico han alcanzado la paridad de género en educación básica y media; y las mujeres jóvenes (de 25 a 34 años de edad) tienen ahora por lo menos la misma probabilidad que los hombres de matricularse en la educación superior. Si comparamos la realidad de las comunas con mayores recursos y aquellas de menos ingresos, nos damos cuenta que, en comunas populares, por ejemplo, el parque automotriz es menor y más antiguo que el existente en comunas con altos ingresos donde las familias tienen al menos 2 vehículos.
El valor de la CBA es actualizado mensualmente de acuerdo a la variación de los precios de los productos que la componen en el IPC. La medición de la pobreza de acuerdo a estas dos metodologías es realizada de manera simultánea con información estadística levantada por la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), instrumento con cobertura nacional cuya realización está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. El jefe/a de hogar es aquel miembro (hombre o mujer) considerado como tal por las otras personas del hogar, ya sea por razones de dependencia económica, parentesco, edad, autoridad o respeto. La Encuesta Casen es respondida por una persona que entrega información por todos los integrantes del hogar. Esta persona, denominada informante idóneo, es el jefe(a) de cada hogar, o en su defecto un integrante del hogar mayor de 18 años. Se consideran miembros de un hogar a todas aquellas personas que, siendo residentes de una misma vivienda, pueden tener o no vínculos de parentesco entre sí y habitualmente hacen vida en común, es decir, se alojan y se alimentan juntas.
Como aporte a este llamado a imaginar alternativas, propone un “socialismo participativo”, no centralizado, donde los trabajadores tomen parte en la gestión de sus empresas y compartan el poder con los accionistas privados. Para Stiglitz, la preocupación principal de las compañías no está puesta en proporcionar mejores bienes y servicios a través de la innovación, sino en la creación de monopolios. Pero está ocurriendo que en muchos sectores económicos no hay un número lo bastante grande de actores para que pueda hablarse de un mercado competitivo como tal.
Existen múltiples razones que explican el aumento sostenido de la desigualdad en Estados Unidos, todas ellas decisiones de política. En estos textos hemos extensamente discutido desigualdad economica entre hombres y mujeres el rol de los impuestos en esta tendencia, pero el problema es más complejo. La caída en la progresividad de los impuestos a los más ricos es sin duda una de las explicaciones.
La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Aquellos que fuerzan la permanencia en el estatus de desigualdad cuando éstos se desequilibran, debido a un aumento de poder personal de la mujer o una diminución del poder del hombre. Son conductas tales como el hipercontrol, el falso apoyo, la resistencia pasiva y el distanciamiento emocional, además de rehuir la crítica y evitar la negociación, prometer y hacer méritos, victimización y la búsqueda de compasión. Aquellos que implican la retención del poder, en que se utiliza la fuerza física, económica o la personalidad, con el objetivo de convencer a las mujeres de su error, negligencia o falta. Este tipo de conductas generan un sentimiento de derrota posterior al comprobar la ineficacia, pérdida, debilidad e incapacidad para defender las propias decisiones o razones.
Los resultados revelaron una relación cuadrática entre el PIB per cápita y el Gini, pero no como lo plantea Kuznets, sino más bien a la inversa. Al principio, los altos ingresos disminuyen las desigualdades, lo cual es un proceso deseable para un crecimiento desigualdad e inclusión social económico inclusivo. Sin embargo, la tendencia negativa se convierte en positiva a partir de un cierto nivel de renta, alertando que la actual modalidad de crecimiento en Chile exigiría sacrificar la equidad en aras de obtener una mayor eficiencia.
El fracaso de esa opción ha sido reiterado, pero se sigue intentando como lo muestra el patético caso venezolano. En síntesis, la alta focalización de la política social ha permitido reducir de manera importante la pobreza de ingresos en Chile sobre una base de recursos públicos limitados. La contrapartida ha sido que, al dejar que los demás hogares compren servicios en el mercado que tradicionalmente son provistos por el Estado, los ciudadanos chilenos viven segmentados y con escasos espacios de convivencia. Ello no es sólo económicamente ineficiente, pues se pierden oportunidades de aseguramiento mutuo, sino que también se estigmatiza a los beneficiarios, se genera sentimientos de injusticia entre quienes no son beneficiarios de los programas públicos y que tampoco pueden acceder plenamente al mercado a pesar de sus esfuerzos, y una desafección hacia el Estado. Además, la información de la Encuesta Casen es utilizada como fuente oficial para la medición de la pobreza.
En esta misma línea se sitúan Ball et al (2013), cuyo resultado principal es que los ajustes fiscales normalmente han tenido efectos redistributivos significativos, aumentando la desigualdad, disminuyendo la proporción de salarios e incrementando el desempleo a largo plazo. De hecho, para estos autores existen dos formas por las que la consolidación fiscal afecta a la distribución del ingreso. Una es la reducción de la producción y el aumento del desempleo, lo que se traduce normalmente en una disminución de la proporción de salarios; la segunda la constituyen los cambios en los niveles y en la composición de los impuestos y del gasto público. Los principios subyacentes al desarrollo inmobiliario juegan un papel central en el establecimiento de estas relaciones. La recaudación anual de impuestos a la propiedad sobre el valor del suelo y los edificios son la fuente más significativa de ingresos de los gobiernos locales para el sustento de los servicios públicos(17). En consecuencia, los valores inmobiliarios locales –y no el patrimonio whole de la ciudad, estado o nación– son uno de los indicadores más claros de la calidad de la educación, los servicios y la seguridad en los barrios de Estados Unidos.