Todo ello ha contribuido a que «el progreso alcanzado en las dos últimas décadas se ha estancado, y en algunos casos incluso revertido», como el de personas desnutridas en el mundo, cuyo aumento desde 2015 «ha erosionado prácticamente todos los avances realizados durante la década anterior». La FAO ha publicado el informe en la víspera de la cumbre que organizará la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los próximos 18 y 19 de septiembre en Nueva York (EE.UU.) con el objetivo de analizar el estado de consecución de los ODS, cuya fecha límite expira en 2030. La publicación del informe es obra conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Las estimaciones de hambre para este año tienen un “alto grado de incertidumbre”, y la devastación de la enfermedad es en gran parte desconocida, advirtió la ONU sobre sus cifras. Sal de Cáhuil es un producto chileno digno de orgullo, es por eso que conversamos con Juan un productor de Sal en Barrancas, quien nos enseña como se produce la sal de Cáhuil.
En concreto, los débiles estímulos eléctricos, indetectables para el cuerpo humano, reajustan los iones de compuestos como el cloruro sódico (sal común) o el glutamato sódico (relacionado con el sabor dulce), causando cambios en el sabor de la comida, lo que podría ser de utilidad para promover dietas más saludables. El análisis también señala que a pesar de cierta mejoría, los precios de los alimentos continúan en niveles «anormalmente altos», por encima del 21%, según los últimos datos de 2021, cuando entre 2015 y 2019 la media fue del 15,2 %. Hoy, los pueblos indígenas, que constituyen un 6% de la población mundial (FAO, 2021), trabajan a diario en la protección de la biodiversidad genética de nuestras especies, animales y vegetales.
Este indicador, conocido como prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave, se disparó en un año tanto como en los cinco años anteriores combinados. Los pronósticos iniciales de Naciones Unidas muestran que, en el peor de los casos, alrededor de una décima parte de la población mundial no tendrá suficiente para comer este año. El impacto irá más allá del hambre, ya que es possible que millones más experimenten otras formas de inseguridad alimentaria, incluida la imposibilidad de pagar una dieta saludable, lo que puede provocar desnutrición y obesidad. Los mecanismos de la globalización han permitido que incluso países del tercer mundo no padezcan hambre en tiempos de alta inflación. En 1984, a dos años de la crisis económica de 1982, la revista Cauce publicó la portada “5 millones de chilenos en hambre”.
Con estos datos, podemos decir que las nuevas generaciones tendrán un futuro aún peor, el cual, a la luz de los antecedentes, tendrá como mayores afectados a quienes pertenezcan a estratos socioeconómicos más bajos. “El gobierno a través de los Comités de Ayuda a los Cesantes, debió alimentar y albergar a far de familias; las ollas comunes proliferaron en los barrios y muchas familias terminaron viviendo en las calles, parques y en cuevas en los cerros aledaños a la ciudad”. La tecnología desarrollada por el equipo consiste en un dispositivo equipado con una batería que aplica ondas eléctricas a los palillos mientras los comensales sujetan comida con ellos, lo que provoca modificaciones a nivel atómico de los alimentos.
La principal consecuencia de la imposibilidad de acceder a una dieta saludable por falta de recursos económicos adecuados a sus precios tiene como consecuencia el aumento del consumo de comida altamente procesada y de menor valor nutricional, explicó Lubetkin, un hecho que empeora aún más el combate a la malnutrición. Se trata de la edición del año en curso de “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, cuyos informes anteriores ya daban cuenta de esta grave situación. “Lamentablemente, la desigualdad de la pobreza pandemia sigue revelando deficiencias en nuestros sistemas alimentarios que amenazan la vida y los medios de subsistencia de personas de todo el mundo, afirma el documento. Las desigualdades profundamente arraigadas a lo largo de líneas de género y raciales también se corresponden con los impactos desproporcionados del hambre. UU., por ejemplo, los negros tienen dos veces y media más probabilidades que sus contrapartes blancas de un accesobajo o muy bajo a suficientes alimentos para una vida activa y saludable.
Lograr ese objetivo se ve cada vez más lejano, por no decir casi imposible, de continuarse con los actuales esquemas mercantiles promovidos por el neoliberalismo. Con la disminución anual de 6 millones de personas hambrientas registrada hasta ahora, harían falta 60 años para alcanzar la meta propuesta. Si se persiste en la meta original, la reducción anual necesaria ya no son 20 millones sino 22 millones, una cifra mucho más difícil de obtener13.
Sin sus saberes y prácticas ancestrales podríamos perder no solo importantes nutrientes para la alimentación humana, sino también la resiliencia de estas especies a la sequía, olas de calor y condiciones extremas del clima. Project Syndicate es una organización internacional sin ánimo de lucro de unión de editores, prensa y asociación de periódicos. No debería haber un solo niño (…) con problemas de nutrición con toda la riqueza y todo el aumento de patrimonio financiero en los últimos 12 meses”, subrayó en un acto virtual para presentar el documento. “La covid-19 ha empeorado las cosas y ha dejado clara la conexión entre desigualdad, pobreza, alimentación y enfermedades”, señaló el secretario basic de la ONU, António Guterres, en un comunicado en respuesta al informe.
Ha recibido importantes reconocimientos nacionales e internacionales por sus esfuerzos en construir sistemas alimentarios que permitan a todas las personas acceder a una alimentación saludable, justa y sostenible, fortaleciendo principalmente la agricultura familiar campesina y la pesca artesanal. El valorar los alimentos y promover sistemas alimentarios saludables, justos, sostenibles, con pertinencia territorial y cultural es important para generar modelos de desarrollo adecuados que permitan a las personas acceder a alimentos de mejor calidad a precios accesibles. La desnutrición y la obesidad pueden dar lugar a efectos que se transmiten entre generaciones, puesto que tanto la desnutrición como la obesidad en la madre están asociadas con una salud deficiente en la descendencia. Ahora bien, debido a la rapidez de los cambios que se producen en los sistemas alimentarios, cada vez más personas están expuestas a ambos tipos de malnutrición en diferentes etapas de su vida, lo cual agrava los efectos perjudiciales en la salud. Las normas constitucionales deben responder a las necesidades de los sujetos a los cuales se dirigen. En el caso de Chile, dada la grave situación de malnutrición que afecta a sus habitantes, resulta imperativo contar con normas constitucionales que establezcan la lucha contra el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas como un asunto prioritario y una política de Estado.
Mientras las actividades agropecuarias de exportación y de la industria agroalimentaria se expandían, otras orientadas al mercado interno se estancaban o sufrían un fuerte repliegue. En general, los rubros cultivados principalmente por campesinos fueron los que experimentaron mayor retroceso. Se trata por tanto de un bajo crecimiento de la agricultura que es muy desigual entre los países y que se sustenta en la producción de vanguardia, la producción de cultivos no tradicionales de exportación. Este «sesgo» exportador, promovido y apoyado por los Estados(6, p.79)1 , constituye uno de los rasgos principales del modelo agrario latinoamericano. El crecimiento global de las exportaciones del sector (5,6% anual en dólares corrientes entre 1990 y 1998, según datos de la FAO) ha superado al de la producción.
El derecho a la alimentación adecuada está reconocido en diversos instrumentos internacionales de derechos humanos, tanto de carácter global como regional. Los resultados del informe indican que de estas 821 millones de personas con inseguridad alimentaria grave, 515 millones viven en Asia, 256,5 millones viven en África y 39 millones viven en América Latina y el Caribe. La pandemia por el virus SARS-CoV-2 provocó un gran desigualdad economica ejemplos impacto, tanto social como económico, en todo el mundo. El sistema alimentario no fue la excepción acentuándose las desigualdades, presentando grandes retrocesos en seguridad alimentaria y subalimentación. El sistema alimentario reúne todos los elementos y actividades relacionados con la producción, la elaboración, la distribución, la preparación y el consumo de alimentos, así como los productos de estas actividades [1].
Los conflictos violentos, el clima extremo debido al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la agitación económica causada por los confinamientos por el COVID-19 han empeorado la situación de las personas vulnerables. Y el agua se vuelve cada vez más escasa para los pequeños agricultores cuando los inversores más grandes la usan en esquemas de irrigación intensiva. De todas formas, los rankings mundiales siguen favoreciendo a Chile, situándolo a la vanguardia de América Latina y el Caribe aun en pandemia. Eso, mientras el 3,5% de la población que convive a diario con la falta de recursos y alimentos, resiste y se organiza ante lo que las planillas suelen indicar como buenos resultados. Chile, está en el rango de las «cifras positivas» en la mayoría de los índices estudiados en Panorama 2022, en comparación a otros países de la región, sin embargo, se encuentra en una situación de alerta para evitar que los vaivenes de la economía afecten directamente a la seguridad alimentaria del país.
Camila Hernández (26 años, en la foto principal), una de las cocineras, se esmera en pelar ajos o “pelar el ajo”, como describe valiéndose del dicho in style. Estas son las primeras “ollas” que le toca preparar en tres años viviendo en el campamento, donde comparte techo con su esposo y sus dos hijos de 6 y 2 años. Dice que antes se encontraba allegada en la casa de sus suegros en una población cercana, y que aunque no pasaba mayores necesidades, las ganas de tener un espacio propio la llevaron a venir a Las Algas.