Por ejemplo en el estallido, no primó la idea de que estábamos en guerra, como dijo Piñera, y ahí los más lúcidos fueron personas como Desbordes y Boric, que terminó jugándosela solo, pero parece que le salió bien, porque al last el grueso de los chilenos se terminó apropiando del proceso constituyente, pero en ese momento period complicado. En el caso de la derecha, se ven varios elementos, uno expresado en la constituyente, que se atrinchera en que deben expresar sus valores y tradicionales, eso los aísla, como Marcela Cubillos o Teresa Marinovic, que si mantienen esa postura, no van a influir nada en la Constitución. Y otro segmento, para mí más lúcido, como el de Desbordes, quien facilitó la salida institucional del estallido, en un contexto donde la derecha dura quería sacar a los militares, lo que no pasó, para mí es el más lúcido, y que no es casualidad que no tenga orígenes en la élite, pero le fue peor en las primarias. Son oportunismos distintos, como Lavín diciendo que es socialdemócrata y Sichel diciendo que no es de derecha. En cuanto a la inversión extranjera en Chile, la organización estima que el conflicto social en curso «no va a ser un gran problema», pero es importante entregar flexibilidad y certeza a los inversionistas.
Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. En este caso, tiene que ver con que las decisiones relevantes para una comunidad como chilena no es más del grupo de personas reducido, que estudió en Harvard, que se vinculan en los social, en los mismos colegios, se casan, and so forth.
También se hace referencia a la desigualdad económica que puede provocarse por las costumbres o convenciones sociales de una comunidad (Sen, 2000). En otras palabras, aquellas formas de relacionarse dentro o entre comunidades que puedan generar disparidades, como discriminación, marginalización, ventajas o desventajas en una sociedad (Alfonso et al., 2015 ; PNUD, 2017). Estas desigualdades pueden, por ejemplo, limitar las oportunidades de acceso a trabajos o el acceso a diferentes beneficios de la comunidad, por lo que un individuo o país tendría que destinar una mayor cantidad de recursos a reducir estas disparidades, al contrario de otro en que este tipo de relaciones no se da (Paes de Barros et al., 2008). Ahora bien, la desigualdad de oportunidades es la faceta ex-ante del problema en cuestión. Esta implica el punto de partida sobre el cual las circunstancias particulares de una persona o población limitan de una u otra forma la libertad que poseen de elegir o de alcanzar ciertos objetivos ( Roemer, 1998 a; Kanbur & Wagstaff, 2014; Alfonso et al., 2015; Stiglitz & Doyle, 2015).
También, se ha trabajado extensamente para abordar los desafíos del país en materia de agua como un elemento de desarrollo y resiliencia. Miradas desde la filosofía, economía y ecología” es el título de la segunda sesión de los seminarios “Diálogos interdisciplinares”, instancia donde sus académicos se reúnen a conocer y reflexionar sobre sus líneas de trabajo. Por lo tanto, según uno de los pilares de las Escuela de Chicago, a mayor desigualdad, mayor será la criminalidad. 19Para ver las variables que componen las distintas dimensiones, revisar el informe de Vial (2017). Mac Clure y Calvo (2013) proponen una división administrativa basada en el actual estado del proceso de urbanización. Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances han sido lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para someter todas aquellas fuerzas que amplifican las desigualdades.
Para terminar la Sección four, se revisará la dinámica de distintas variables del área de la salud en Chile y sus regiones. La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados, de acuerdo con Wagstaff (2002) la pobreza provoca una salud deficiente por distintas carencias a las que se ven enfrentadas las personas más pobres y, a su vez, existe pérdida de ingresos cuando se cuenta con mala salud. Por su lado, la Región Metropolitana, como no es de extrañar, ostenta los mejores resultados junto con regiones del norte como Antofagasta y Tarapacá. Las regiones que más han mejorado su nivel de escolaridad promedio son Los Ríos, Aysén y Coquimbo, mientras que las regiones de menor avance han sido Atacama, la Región Metropolitana y Antofagasta. En basic, las regiones con menores años de escolaridad al comienzo del período, son aquellas que han tendido a mejorar más este indicador.
Con ese dato en específico se puede establecer el porcentaje de participación de los grupos ocupacionales en los deciles. Se comprobó la existencia de convergencia absoluta en términos de PIB per cápita y desigualdad del ingreso. De igual forma, las regiones con mayor desigualdad inicial, son las que tienden a reducir más rápido este indicador. Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel real, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante. Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona.
Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía. Así, Daron Acemoglu y James Robinson argumentan que las brechas socioeconómicas afectan negativamente el desarrollo de los países cuando se traduce en un acceso, también desigual, al poder político; este mecanismo se relaciona con la potencial captura de rentas por parte de la élite y el bloqueo de oportunidades de desarrollo para el resto de la población. Pero, hay que decir algo que no gusta mucho, y es que es mucho más difícil reducir la desigualdad sin crecimiento que con crecimiento. Cuando no hay crecimiento, reducir la desigualdad implica sacarle a unos para darle a otros.
Lo anterior remarca la prioridad de otro aspecto que suele tener poca cabida en el análisis económico, cual es la educación tributaria y fiscal. Repensar el crecimiento y la equidad tributaria implica poner en el centro del debate el sentido social y político de pagar impuestos para la construcción de una arquitectura de cooperación. También es crítico para una ciudadanía que, mejor identificada como consumidora que como contribuyente, tiene baja conciencia de sus aportes al financiamiento del estado. Baste mencionar que 28% de los chilenos señala no pagar ningún impuesto y 34% de los chilenos no recuerda ningún impuesto que paga, ni siquiera el IVA.
La encuesta Casen 2013 indica que, como sea que la midamos, la pobreza ha disminuido sistemáticamente desde 1990 a la fecha. La misma encuesta ratifica que la desigualdad se mantiene constante, algo que damos por descontado como un muy mal resultado. Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Considerando lo anterior, es posible afirmar que el trabajo de investigación se alinea a estudios anteriores respecto del área económica analizada. De la Tabla 4 desigualdad economica ejemplos se puede verificar que cada vez que se incorpora u omite la serie TRANS en un modelo, se ve afectado en gran medida el VIF que presenta la variable CP; es por ello que se llevaron a cabo modelos en donde se utilizó esta última como dependiente, resultados que se muestran en la tabla 5.
Por otro lado, también es importante, en este sentido, trabajar en acciones públicas que sean de corto y largo alcance. En primer lugar, de corto alcance, puesto que la realidad país hoy supone una urgencia respecto de este tema, el cual debe ser tratado pronto si realmente se quiere establecer el desarrollo sostenible a nivel nacional, como también internacional. En segundo lugar, también deberían haber acciones públicas de largo alcance, que no solo respondan a las necesidades inmediatas, sino que también a aquellas dificultades más profundas, y que se arrastran desde hace siglos (PNUD, 2017), con el propósito de disminuir estas disparidades de manera efectiva y sostenible en el tiempo. Por una parte, es una nación que se caracteriza por muchos aspectos positivos en esta área.
El doctor en historia económica, Javier Rodríguez, cree que es necesario tener la claridad que la reducción de la desigualdad es lo que puede evitar otro estallido social, frente a un modelo socieconómico que «ya está agotado». Ante estos cambios, que implican mayor riqueza e igualdad, las elites reaccionan con lo que Rodríguez identifica como «lucidez», adaptándose a los cambios, o aislándose, como outline a los constituyentes en la convención. La profesora Kvangraven es una economista heterodoxa con un Ph.D. en economía de la New School (Nueva York) y un M.Sc. Trabajó en el Departamento de Políticas de la Universidad de York y actualmente se desempeña como profesora asistente en el Departamento de Desarrollo Internacional del King’s College, en Londres. Su agenda de investigación está centrada principalmente en el rol de las finanzas en el desarrollo, explicaciones estructurales de las desigualdades globales y economía política del desarrollo, contribuyendo así a generar una visión crítica del campo de la economía.
La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Sin embargo, la distribución del ingreso en Chile se mide a través de la encuesta Casen, la cual es aplicada de forma no periódica en intervalos de tiempo que abarcan los 2 o 3 desigualdad economica de genero años, situación que merma la disponibilidad de información para los fines del estudio.
Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día eleven de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). Otra característica que resalta de las acciones públicas analizadas tiene que ver con la temporalidad de estas respecto de la Agenda 2030. En este sentido, de las 27 acciones públicas examinadas, solo nueve son posteriores a esta misma y un contenido de una de ellas, es decir, el Programa de Educación Financiera para Niños que es parte de unas de las acciones llevadas a cabo por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social del año 2017. Además, de las otras que son anteriores a esta agenda, hay algunas como, por ejemplo, la Reforma Previsional del año 2008, o la Ley Nº19.966 del año 2004 que establece un Régimen de Garantías Explícitas en Salud, que son varios años previas al acuerdo, pero que aun así se incluyen en el informe relativo al ODS 10. Es decir, que incorporar la Agenda 2030 a las diferentes reparticiones públicas del país es un proceso que no es inmediato y necesita un trabajo previo como el diagnóstico y planes de implementación. Por otro lado, las acciones públicas incorporadas que son muy anteriores a la Agenda 2030, en términos de temporalidad, son acciones que además de perdurar en el tiempo, son de largo alcance.