Con un tono de preocupación, la economista mexicana señala que “estamos enfrentando tiempos muy duros y difíciles”, al estar frente a “un deterioro profundo en el bienestar y la salud de las personas, que no es coyuntural”, indicó la economista mexicana. Entre las regiones, Tarapacá (14%), Ñuble (14,7%), Biobío (13,2%) y La Araucanía (17,4%) presentan tasas de pobreza por sobre el promedio nacional, mientras que en la Región Metropolitana (9,0%), Aysén (6,6%) y Magallanes (5,7%) se observan tasas más bajas. En el resto de las regiones no existen diferencias estadísticamente significativas respecto a la tasa nacional. “Nos estamos situando en algún punto en pobreza extrema entre 2003 y 2015”, explicó durante la presentación la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia.
Lloraba desconsoladamente, sin saber por qué” cuenta desde Buenos Aires, donde, después de un tratamiento con antidepresivos, poco a poco ha retornado a la vida social, pero admite que todavía le cuesta relacionarse con los demás. El informe del Banco Mundial entrega una proyección de empeoramiento de las condiciones de vida en Chile. Debiera ser un instrumento para desarrollar políticas públicas destinadas a evitar que tales proyecciones se cumplan.
La encuesta también mide los ingresos monetarios, que corresponden a la suma de los ingresos del trabajo, los ingresos autónomos y las transferencias que provienen del Estado (como subsidios o bonos). Los ingresos monetarios, entonces, corresponden al monto total que recibe un hogar. La última Casen da cuenta de que los ingresos monetarios del 10% más rico fueron 27 veces mayores que los del 10% más pobre. Al compararlo con los otros dos ingresos, acá se nota la influencia de los apoyos estatales. Sin embargo, estas transferencias no lograron impedir la peor relación 10/10 de los últimos 30 años y el peor Gini –el indicador de desigualdad– desde 2003 (PNUD, 2014).
La suma dista mucho de los 1.800 dólares que ganaba en 2019, pero su ingreso había caído a cero, carecía de trabajo estable y se había gastado los tres retiros de su ahorro pensional autorizados. La clase media es también un indicador de progreso y avances en equidad y ejercicio de los derechos humanos. En la medida en que las personas se consolidan en ese segmento de la pirámide socioeconómica, son más educadas, con mayores posibilidades de decidir y de tener empleos calificados. Así contribuyen a pasar de ser sociedades basadas en la producción de bienes primarios, en las industrias extractivas, con poca cualificación de la masa laboral, a ser sociedades basadas en el conocimiento.
Precisamente, dos de los elementos que están “en pausa o con cifras negativas” por la disaster actual. En este sentido, agregó que “desde la Subsecretaría de Evaluación Social contamos con otros instrumentos de caracterización, como lo es la Encuesta Social Covid, la cual nos permite contar con información oportuna y estadísticamente representativa, relativa a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. Asimismo, contaremos con indicadores con registros administrativos y la Encuesta de Bienestar Social, la cual, precisamente, complementa la información entregada por Casen, mediante información respecto de las experiencias y evaluaciones sobre la calidad de vida que enfrentan las personas. Gracias a estas herramientas tendremos un diagnóstico de la realidad de nuestros hogares, lo que nos permitirá llegar de forma eficiente a las familias que se han visto mayormente afectadas por la disaster sanitaria”.
La gran gran mayoría de países estableció instrumentos de ayuda directa a los hogares. Algunos ejemplos son el Ingreso Familiar de Emergencia en Argentina, el Bono COVID-19 de Chile, el Ingreso Solidario de Colombia, el Bono Proteger en Costa Rica o el Bono de Emergencia en Brasil. La pobreza aumentó con mayor fuerza en las zonas urbanas del país, pasando de 7,4% (2017) a ten,4% en 2020. En pobreza extrema el aumento en Chile fue de 3,1%, pero pasó de un mínimo de 1,4% hasta un 4,5%. Chile aparece como tercero en pobreza extrema en América Latina, después de Uruguay (0,3%) y Costa Rica (4%). NUEVA YORK, 9 de diciembre de 2021 – La COVID-19 ha afectado a la infancia a una escala sin precedentes, lo que la convierte en la peor disaster de la infancia en los seventy five años de historia de UNICEF, según ha declarado el organismo de las Naciones Unidas para la infancia en un informe publicado hoy.
Solicitar el distanciamiento parece una burla para familias que comparten una sola pieza. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del 8,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la crisis en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales. Además de la pandemia, el informe advierte de que existen otras amenazas para la infancia que ponen en grave peligro sus derechos.
El mercado laboral de los más pobres, frágil e informal, simplemente fue pulverizado por la disaster provocada por la pandemia, mientras el 50% con más ingresos de la población pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales (sueldos, honorarios, and so on.) sin grandes alteraciones. Es más, la encuesta también muestra que sólo el 5,6% de los ingresos totales del 10% de hogares pobres viene del trabajo de sus integrantes (hasta 2017 era aproximadamente 40%), mientras que en el extremo opuesto los ingresos provenientes del trabajo cayeron muchísimo menos. Por ejemplo, en el 10% con mayores ingresos, bajaron sólo de 87 a 85,7% del monto whole recibido por esos hogares.
Las mujeres, por supuesto, no son las únicas arrinconadas por la convivencia 24 horas con las mismas personas, la falta de contacto con amigos o compañeros o la incertidumbre sobre el futuro. Sin distingo de género o edad, las pérdidas económicas, las alteraciones de las rutinas y la soledad pasaron una abultada factura en la salud mental y física que aún no se ha saldado. Algunos de sus efectos solo se conocerán dentro de años, cuando aparezcan las secuelas del estrés y la ansiedad que en algunos casos condujeron a depresiones profundas como la que experimentó Clara Scalise en Argentina.
Lo que hemos tratado de hacer es compensar esa pérdida, dando ayudas fiscales. Pero la creación de empleo debe ser de las primeras políticas de protección social. Y por eso, a quienes crean empleos les decimos que hay muchos subsidios del Estado disponibles para que vuelvan a contratar a esas personas”. En este sentido, la ministra enfatizó que la realidad que nos muestra esta encuesta es “la dureza con la que ha actuado la pandemia. Pero debemos seguir por la senda de la recuperación de los empleos, que es la mejor política social, especialmente en un contexto en que la actividad de la economía muestra mejoras”.