Brecha Salarial Entre Hombres Y Mujeres En Chile Revista Chilena De Economía Y Sociedad

Esto, por una parte, propone un nuevo cuestionamiento a la estrategia chilena para la reducción de las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030, ya que la disaster actual ha mostrado y ha dejado nuevas disparidades que atender. Por lo tanto, las circunstancias sugieren replantear las acciones públicas para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 – y los otros sixteen – con el fin de hacer frente a este problema en el país de manera efectiva, reparando en las nuevas dificultades que se presentan y cómo prevenir que estas vuelvan a ocurrir en un futuro. Por una parte, como se puede observar en la Tabla 2, este ODS no contempla en ninguna parte las causas de las desigualdades económicas.

Bioquímica de profesión, Devés llega al cargo que en a hundred and eighty años sólo han ocupado hombres, y lo hace luego de obtener el 51,6% de los votos en las elecciones del pasado 12 de mayo para elegir a quien ejercería el puesto más alto de la casa de estudios y por el que compitieron también la profesora Kemy Oyarzún, y los profesores Sergio Lavandero y Pablo Oyarzún. Por lo mismo, es motivo de orgullo para la Superintendencia de Pensiones (SP) contar cada día con más herramientas para que las funcionarias y los funcionarios tengamos las mismas oportunidades de crecimiento al inside de la institución, pero también para que a diario como personas nos sintamos valoradas y reconocidas. Este camino también comienza por el uso del lenguaje, el que históricamente ha estado inclinado al uso del «masculino» para referirse a la generalidad, a hombres y mujeres. De Talca y quien forma parte del equipo investigador de NiMásNiMenos; y Macarena Díaz, jefa del Departamento de Gestión y Desarrollo de las Personas de nuestra SP, quien se refirió a la relevancia de este estudio al inside de nuestro servicio y a los principales desafíos que representa para la Superintendencia en materia de acortar las brechas salariales entre las funcionarias y los funcionarios.

Es hora de reconocer el valor intrínseco del trabajo de cuidado, no solo en términos de equidad de género sino también como un pilar esencial para el desarrollo sostenible del país. Solo con un esfuerzo conjunto entre el Estado, las empresas y la sociedad, podremos avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, desigualdad economica entre paises donde los cuidados no sean una carga invisibilizada, sino un derecho garantizado para todos y todas. El libro busca visibilizar las brechas de género, identificando determinados ámbitos y estimando su magnitud y profundiza en las posibles causas, así como también en sus eventuales consecuencias.

La unidad estadística estuvo compuesta por aquellas empresas que cuentan con iniciación de actividades ante el SII y que en su planilla de remuneraciones declaran al menos 5 trabajadores mensuales. Por parte de OCEC UDP, su director, Juan Bravo, comentó que “La igualdad no sólo tiene que ver con incorporar a mujeres a los sectores masculinizados, sino que también pasa porque más hombres puedan participar en aquellos sectores más feminizados”. En el evento se resaltó la necesidad de promover el empoderamiento de las niñas y mujeres de la región Asia-Pacífico, destacando desigualdad de la riqueza en el mundo la importancia de hacerlo en un contexto de recuperación inclusiva y sustentable luego del impacto de la pandemia del COVID-19. «En el fondo la lucha por la igualdad de género es inclusiva, ya que abarca todas las discriminaciones”, sostuvo a CNN Chile la periodista y doctora en Historia de la Universidad de Stanford. «Si queremos renovar los principios de nuestra democracia para hacerla más vigorosa y justa, debemos establecer en sus cimientos principios orientados a acortar la brecha histórica entre hombres y mujeres», señaló la panelista de Tolerancia Cero.

El país procura lograr un crecimiento más rápido, más ecológico y más inclusivo, y las reformas en los ámbitos de la productividad, la tecnología, la competencia y el desarrollo del capital humano son cruciales para lograr este objetivo. Por tamaño de empresa (gráfico 13), el valor promedio de la hora extraordinaria es related en las pequeñas y medianas entre ambos sexos. Las empresas grandes, por su parte, presentan una brecha que favorece a los hombres, quienes obtienen un valor más alto en un 12% por cada hora extraordinaria realizada. En cuanto a la participación en el número de horas trabajadas (gráfico 14), las mujeres presentan una menor cantidad de tiempo extraordinario en los tres tamaños de empresas, superando marginalmente en todos los casos el 30% de menos horas trabajadas al mes.

desigualdad de genero en la economia

Este proceso orienta la evaluación a medir en condiciones equitativas entre postulantes, sin tener a la vista variables de identificación que pudieren incidir en la selección. Partiendo de las cuestiones tratadas hasta el momento, nuestra principal tarea en el siguiente apartado será mostrar cómo los pilares sobre los que se construyen las sociedades occidentales actuales, referidos a una economía tradicional centrada en la lógica del homo oeconomicus y un concepto de ciudadanía universal androcéntrico, pueden y deben ser repensados desde las bases del feminismo. A partir de esta reflexión se mostrará que la economía no es un espacio impartial en cuanto a valores morales, sino que las decisiones que se toman en su seno pueden ser inmorales y por tanto susceptibles de denuncia. Tanto la Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo como los planes de trabajo a nivel de país, constituyen tanto la hoja de ruta estratégica como los planes de acción que desde la OIT impulsamos para que un futuro con trabajo decente para todos y todas se haga realidad. Y a los equipos de trabajo de los ministerios de Hacienda y de Economía, por el valor agregado que le dieron, logrando mejoras y enriquecimiento de la información. Junto al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo y el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, en 2022 presentamos al Congreso el proyecto de ley “Más Mujeres en Directorios”, que busca aumentar gradualmente su participación en directorios de empresas abiertas y especiales.

De acuerdo con el informe, lograr la igualdad jurídica de género requiere un esfuerzo establecido por parte de los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales. Las reformas jurídicas y regulatorias pueden servir como un acelerador importante para mejorar las vidas de las mujeres, sus familias y comunidades. La directora gerenta de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial, Mari Pangestu, advierte que «si bien es alentador que muchos países hayan tomado medidas proactivas para ayudar a las mujeres a atravesar la pandemia, está claro que queda mucho por hacer, especialmente en materia de licencia parental e igualdad salarial». Por otra parte, el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, afirma que «las mujeres deben ser plenamente incluidas en las economías para lograr mejores resultados en materia de desarrollo». Finalmente, lo que se puede concluir de los estudios y de las propuestas de organismos internacionales, es que las mujeres deberían tener igualdad en todos los ámbitos, como el cuidado de los hijos, igualdad salarial, acceso a los servicios financieros, además del derecho de estar en el centro de los esfuerzos hacia una recuperación inclusiva y resiliente de la pandemia por el COVID-19. Las estadísticas de género que se presentan en este sitio permiten visibilizar y comprender las brechas, barreras e inequidades entre hombres y mujeres en la sociedad.

Según la encuesta de ONU Mujeres y el Centro de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, las mujeres han visto aumentada la cantidad de tiempo que deben dedicar al cuidado de otras personas en 9 horas. Ese número sube, en comparación con el tiempo que los hombres dedican a ello, a 14 horas extras de trabajo doméstico no remunerado. María Inés Salamanca, coordinadora ONU Mujeres, explicó a nuestro medio que en nuestra región el retroceso de las mujeres en materia de participación laboral ha sido enorme y han retrotraído el estado de las cosas al de inicios del siglo XXI.

Esas trampas son concepts, expresiones, gestos, actitudes y comportamientos cotidianos, interiorizados y justificados como naturales, que condicionan el día a día de la mujer y que se conocen como micromachismo. El término fue acuñado por el psicoterapeuta español Luis Bonino Méndez, en 1991, para definir aquellas prácticas que otros especialistas calificaban como «pequeñas tiranías», «terrorismo íntimo» o «violencia blanda». Otra mujer que producto de sus capacidades y trabajo logra un puesto históricamente ocupado por hombres y que le abre el camino a otras mujeres que quieran seguir sus pasos. Rosa Devés llega a la rectoría en un momento especial del país en que más mujeres están situándose en posiciones de liderazgo y donde se está reconociendo su mérito. En mayo de 2023 debiera entrar en vigor la nueva ley que busca crear un mecanismo eficiente, justo y digno, de pago permanente de las deudas de alimentos, las que actualmente afectan a más de 70 mil niñas y niños del país.

Si consideramos tanto las horas del trabajo remunerado y no remunerado, las mujeres en promedio trabajan 1,6 horas más al día que los hombres. Esta diferencia aumenta a 2,1 horas para las mujeres que se encuentran en pareja y trabajando remuneradamente. El aporte a la economía de las actividades de cuidado corresponde al 26% del PIB nacional ampliado según estimaciones del Banco Central. La producción del país y, por tanto, la productividad masculina descansa en parte importante en la tarea invisibilizada que realizan las mujeres, sin recibir retribución alguna. Pese a que parte importante de la investigación científica sostiene que las diferencias salariales son determinadas por la constitución de los mercados laborales y no por el sexo de los trabajadores, no resulta menos cierto que parte del diferencial de rentas radica en que las mujeres inician su vida laboral en funciones correspondientes a un menor nivel jerárquico que el sexo opuesto.

Por lo tanto, si estos tienen algún tipo de sesgo, esto probablemente influirá también en el tipo o calidad de decisión que se implemente finalmente. En consecuencia, si el Índice de Gini chileno demuestra que hay una gran disparidad de ingresos, deberían cuestionarse las causas de esta, por un lado, y por otro, qué otros indicadores podrían entregar una mejor perspectiva de cuáles son las acciones públicas que deben llevarse a cabo para disminuir las desigualdades que hoy afectan al país. Por ejemplo, y como se describió en el primer apartado, Chile mostraba un Coeficiente de Gini de 44,4 al año 2017 ( Banco Mundial, 2020a), siendo el país número 35 junto con Filipinas, versus su Índice de Desarrollo Humano, en el cual Chile se encuentra en la posición número forty two, al contrario de Filipinas que se encuentran en la posición número 106 ( UNDP, 2020b). Es decir, Chile ha conseguido algunas metas mínimas en materia de desarrollo humano, como la esperanza de vida y los años de escolaridad, por ejemplo, sin embargo, esto no ha acortado las brechas existentes dentro del país. Así, se hace necesario examinar lo que efectivamente están mostrando estos indicadores, con el fin de dilucidar el problema que afecta a la población de Chile, en términos de las grandes disparidades que hoy sufren. Por otra parte, y como también se mencionó al comienzo de este artículo, el Coeficiente de Gini es uno de los indicadores más utilizados a nivel internacional a la hora de medir la desigualdad ( Medina, 2001 ; Goubin, 2018 ) y Chile no es la excepción.

Además, según cifras del Banco Central en 2020, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados representaba un 25,6% del PIB. Estas cifras no sólo revelan una desigualdad de género alarmante, sino también una desatención por parte del Estado y la sociedad en general hacia una labor esencial para el bienestar social y económico del país. Según el último informe “Zoom de Género”, desarrollado por el Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales (UDP), Fundación ChileMujeres y la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), durante el trimestre móvil septiembre-noviembre de 2023, el análisis del panorama laboral en Chile por rama de actividad económica muestra importantes brechas de género. Según el estudio realizado, sectores como la Construcción (92%), Minería (86%), Transporte y almacenamiento (81,6%), y Suministro de electricidad y gas (81,3%), revelaron una mayoritaria presencia masculina, mientras que Actividades de los hogares como empleadores, Salud y Enseñanza mostraron una mayor ocupación femenina, con ninety,9%; 73,1% y 71,8% de ocupación de mujeres, respectivamente.

Estas actividades impiden que las mujeres busquen empleo de forma eficaz o que puedan estar disponibles rápidamente. A su vez, se registró una mayor proporción de mujeres (64,8%) que de hombres (51,5%)  que acceden a programas de educación, entre quienes cumplen condenas con privación de libertad 24 horas. De acuerdo al informe, nuestro país también tuvo una puntuación baja en cuanto a las limitaciones para que las mujeres inicien y dirijan un negocio.