Archivo Presidenta Afirmó Que Terminar Con La Desigualdad Entre Hombres Y Mujeres Es Una Condición Para El Desarrollo

Tras obtener el fifty one,6% de los votos en las elecciones del pasado 12 de mayo, la bioquímica se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo más alto de la casa de estudios en a hundred and eighty años. Con el lenguaje inclusivo de género evitamos reproducir la noción de que hay comportamientos, valores, trabajos, actitudes, espacios, etc. que son propios y exclusivos de algunas personas y no de otras. Es decir, el lenguaje contribuye a la eliminación de estereotipos y sesgos que limitan tanto a mujeres como a hombres, y con ello, la construcción de una sociedad más igualitaria. En Chile, al igual que en gran parte del mundo, sino en el planeta completo, los estereotipos de género, los sesgos sexistas y las formas de discriminación contra la mujer han sido la base de la desigualdad. Contribuir a derribar estereotipos, inequidades y brechas y, sobre todo, favorecer desde el lenguaje a la visibilización de las mujeres en todos sus ámbitos es que lo que busca este documento. Este tipo de violencia, también denominada «maltrato en el hogar o violencia de pareja», es cualquier patrón de comportamiento que se utilice para adquirir o mantener el poder y el control sobre una pareja íntima.

La brecha de género no es un problema exclusivo de las mujeres, sino que afecta a toda la sociedad y su solución es tareas de todos. «Las inequidades de género no atañen solo a las mujeres y debemos abordarlas como sociedad, resguardando en lo posible los principios de la meritocracia. Las políticas públicas deben estar orientadas a eliminar las barreras que impiden el desarrollo de las mujeres en los distintos ámbito». La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia. El reporte da cuenta que mientras los hombres registraron a junio de este año una densidad promedio de cotización desde su afiliación al sistema de pensiones de fifty eight,1%, en el caso de las mujeres alcanzó el 47,7%.

Es necesario que se establezcan normativas y recursos adecuados para profesionalizar y dignificar el trabajo de cuidado, integrando a este sector en la economía formal. Esto no solo aliviaría la carga desproporcionada que actualmente recae sobre las mujeres, sino que también contribuiría a una distribución más justa del trabajo y los recursos en la sociedad. Las citas muestran experiencias, buenas prácticas, desigualdad economica globalizacion desafíos y oportunidades para integrar la igualdad de género en la acción climática en ALC y en la hoja de ruta de implementación del Acuerdo de París. En el evento participan tomadoras y tomadores de decisión a nivel nacional, regional y global, academia y sociedad civil. El documento también estima que las mujeres tardarán 257 años en disfrutar de las mismas oportunidades económicas que los hombres.

Según expresaron los siete integrantes del jurado del Premio Nacional de Medicina, la médica resultó merecedora del galardón, entre otros aspectos, «por la diversidad de sus aportes en la salud neurológica y metabólica de la población infantil de Chile, así como también por su calidad humana, con la que ha transmitido los valores fundamentales de la medicina a pacientes y alumnos». Su trayectoria Las investigaciones de Colombo han permitido que miles de niñas y niños en Chile no sufran discapacidad ni retrasos en su desarrollo cognitivo.

Asimismo, el análisis por rubro de actividad económica también muestra importantes diferencias en los indicadores. Sobre la participación complete de mujeres, los rubros con las mayores proporciones son “Otras actividades de servicios” y “Enseñanza”. Por otro lado, la menor participación de mujeres está en “Construcción” y “Explotación de minas y canteras”. desigualdad economica ejemplos En la medida que actuamos para acabar con esta brecha, se genera un círculo virtuoso en donde las niñas, mujeres, sus familias y su entorno alcanzan una mejor calidad de vida y erradicamos flagelos que nos afectan a nivel mundial como la pobreza o la falta de acceso a la mismas oportunidades, aún existentes en países en donde estas diferencias son aún más marcadas.

La información contenida en este sitio es de propiedad de la Cámara de Comercio de Santiago, y su reproducción será permitida toda vez que sea citada la fuente. El Gobierno de Chile, en su calidad de Presidencia de COP25, realiza durante septiembre el Encuentro Regional sobre Cambio Climático e Igualdad de Género, por medio de sus ministerios de Medio Ambiente, Relaciones Exteriores y de la Mujer y la Equidad de Género. El evento cuenta con el apoyo de la Unión Europea, mediante sus programas EUROCLIMA+ y EUROsociAL+, y con el apoyo técnico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como socios estratégicos clave en la acción climática y para conectar los puntos entre la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los niveles de informalidad laboral también muestran importantes diferencias en las distintas ramas económicas. Los mayores niveles de informalidad se dan en la rama de Otras actividades de servicios, con una informalidad femenina de sixty one,2% y masculina de 41,3% y en Actividades de los hogares como empleadores, donde la informalidad de las mujeres alcanza un 57,9% y la de los hombres es del 61,1%. Uno de los objetivos fundamentales de la futura Política de Igualdad de Género en CTCI es fortalecer la institucionalidad del sistema en igualdad de género (Estado y organizaciones públicas y privadas que lo conforman), instalando un sistema de medición que permita monitorear sistemáticamente las brechas, el avance y el impacto de las políticas públicas implementadas. Para la construcción de la política, desde el 2019 en adelante se realizó un intenso trabajo de  recolección de antecedentes, ideas y reflexiones en torno a las brechas de género en el ecosistema CTCI. Este proceso de participación implicó la creación de diversas instancias de trabajo en conjunto con personas vinculadas al ecosistema CTCI,  expertas y expertos en temas de género, instituciones nacionales e internacionales, niñas y jóvenes mujeres interesadas en las ciencias. Ahora bien, respecto de la acción pública que no fue analizada, la número 11 del informe en cuestión, sobre Política Migratoria Internacional, si bien en el reporte se indican algunos Memorándums de Entendimiento Binacional en materia Migratoria y Consular con algunos países de Latinoamérica, estos no son de carácter público.

Asimismo, las universidades creadoras de la plataforma organizan conversatorios, charlas y webinar sobre brecha salarial de género, y publican entrevistas relativas a este tema para orientar a las personas y entregarles información detallada sobre lo que ocurre en Chile y en otros países. A su vez, los indicadores de brechas en densidades de cotización, saldos acumulados y expectativa de vida entre hombres y mujeres dan cuenta de los distintos factores que explican las brechas de género en los montos de pensión de vejez pagados, brechas que sufrieron el impacto de los retiros de fondos y las rentabilidades negativas que experimentaron los fondos en el período analizado. La economista explica las brechas de género demostrando cómo las remuneraciones de las mujeres se ven afectadas por la falta de flexibilidad ocupacional.

desigualdad de genero en la economia

Además, el indicador no hace referencia a la desigualdad de ingresos tampoco, dejando este aspecto abandonado al momento de evaluar sus avances. ¿De qué manera se reducen o incrementan las brechas de género en participación política, en función del nivel educacional? Para dar respuesta a estas preguntas se utilizaron datos del año 2018 del Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC), una encuesta representativa a nivel nacional de la población urbana chilena, dirigida a personas mayores de 18 años. Este estudio evidencia que las brechas de género en participación política dependen del tipo de participación analizada, y que cuando la brecha en la participación política se produce por la interacción entre el género y la educación, los resultados son distintos según la predominancia del género. Así, cuando hay mayor participación por parte de las mujeres, al aumentar los años de escolaridad, la brecha disminuye; es decir, se acerca a la igualdad política. Sin embargo, cuando la mayor participación ocurre por parte de los hombres, al aumentar los años de escolaridad, la brecha se acentúa, incrementando aún más la desigualdad de género.

Así, la densidad promedio de cotización para el total de los hombres afiliados fue de 56,3%, en las mujeres alcanzó un 45,9,1%. Tres de las muchas mujeres del mundo que una vez decidieron que nada para ellas era imposible y que la historia, y sobre todo su historia, podían ser diferentes. Respecto de las solicitudes para acceder a los beneficios del seguro de cesantía, la mayor parte de las solicitudes aprobadas en el caso de las mujeres fue con cargo a la Cuenta Individual de Cesantía (CIC), mientras que en los hombres con cargo al Fondo de Cesantía Solidario (FCS).

Mientras en las compañías de seguros y en las empresas más transadas en la bolsa existe un crecimiento sostenido de la participación de mujeres en puestos directivos, que les permitiría alcanzar la paridad en un horizonte de 6 años; otras firmas exhiben retrocesos en el cierre de brechas e incluso en la industria bancaria la equidad de género se lograría en poco más de dos décadas, al ritmo de avance actual. Avanzar hacia mayores niveles de igualdad al interior de las empresas públicas y privadas, y fomentar la autonomía económica de las mujeres son tareas que requieren del trabajo articulado y colaborativo del Estado, el sector privado y la sociedad civil. Como se puede observar, las metas de este ODS contemplan los aspectos económicos, políticos y sociales, lo que va en la línea de lo planteado respecto de la multidimensionalidad de la desigualdad económica. Es decir, que esta no solo considera el tema de ingresos, sino que hay una gama amplia de particularidades a considerar para lograr reducirla. Por ejemplo, la meta 10.2 busca promover la inclusión social, económica y política de las personas, con un foco antidiscriminatorio, y la meta 10.three hace referencia explícita sobre las dimensiones ex-ante y ex-post de esta, al demandar reducir las desigualdades de oportunidades e ingresos, respectivamente.

Dado que este es uno de los factores determinantes del nivel de pensiones, las diferencias por sexo incidirán también en las brechas de los montos de pensión que estas alcanzan. Uno de los componentes que se sustrae de la cuestión vista previamente es que se sitúa todo el interés en el mercado y el trabajo asalariado entendido como empleo. Consecuentemente, se excluyen del análisis un gran abanico de trabajos y ámbitos que forman parte de la economía. Hewitson (1999) señala en este sentido que la economía neoclásica produce la pareja perfecta entre presencia masculina y ausencia femenina, es decir, la presencia de los hombres en lo público/productivo y la ausencia de las mujeres en este mismo espacio. Por esta razón, la economía feminista pretende ir más allá de la centralidad de la producción mercantil como objetivo económico básico, porque centrarse en la producción mercantil supone excluir del análisis económico a las mujeres y el rol very important que desempeñan en el desarrollo de la sociedad.

Estos progresos, sin embargo, requieren ser acelerados urgentemente en la medida que los indicadores salariales, de formalidad, de segregación ocupacional y de balance trabajo-familia todavía presentan cifras y realidades preocupantes. Esta mayor carga de trabajo, además de afectar la posibilidad de tener un empleo, puede incidir en la capacidad de las mujeres de asumir roles de mayor responsabilidad en sus ocupaciones. La situación seguirá siendo crítica si las empresas y organizaciones no asumen una lógica de corresponsabilidad social para diseñar jornadas laborales que consideren la realidad de las necesidades de cuidados de los hogares. Las causas de estas inequidades son múltiples, con factores que van desde la gran brecha de oportunidades que existe en el país, a su estructura productiva e incluso el rol del Estado (PNUD, 2017).