Aparece Chile: Estos Son Los 10 Países Más Desiguales Del Mundo Nacional

A través de una “ventanilla única”, los funcionarios disponen de los distintos programas y subsidios con que cuenta y puede acceder un beneficiario, permitiendo entregar una mejor atención social, además de aumentar la eficiencia del gasto público. El proyecto para el Fortalecimiento de las Universidades Estatales culminó en junio de 2023, consiguiendo importantes logros en términos de mejoras en la calidad y equidad, pese al difícil contexto como resultado de la pandemia. La deserción en el tercer año entre los estudiantes más vulnerables se redujo en casi 10%, pasando del 36,6 por ciento en 2018 al 26.8 por ciento en 2022. También aumentó la cantidad de proyectos de investigación adjudicados por estas universidades y la cantidad de profesores con doctorado. Hasta marzo de 2024, el Banco Mundial tenía una cartera activa compuesta por dos operaciones de préstamo por un monto complete de USD 350 millones, destinadas a apoyar un mecanismo de financiamiento de hidrógeno verde y mejorar la atención primaria common de la salud.

En 2017, Chile ocupó el cuarto lugar en el Ranking de desigualdad entre los países de la OCDE, con un índice Gini de zero,45. Por otro lado, la encuesta de victimización de 2021 (ENUSC, 2021) muestra que los chilenos consideran el crimen como uno de sus problemas más relevantes, mientras que la percepción de aumento de la delincuencia en el país llegó a 86,9 puntos porcentuales. Ahora bien, la desigualdad de resultados, de acuerdo a Atkinson (2015), tiene que ver con aquello que los individuos logran a pesar de sus circunstancias. El economista establece tres razones importantes para considerar esta faceta de la desigualdad, aún asumiendo que se ha establecido igualdad de oportunidades en primer lugar. Es decir, que habiendo garantizado que las particularidades de cada individuo no influyeran en el resultado final de cada uno, todavía existirían factores que causen la desigualdad entre ellos.

desigualdad de los paises

Chile es un país largo y angosto, ubicado al sudoeste de América Latina, limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia y al este con Argentina. De acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2015, el país tiene una población de más de 17,5 millones de personas3, de las cuales un 87% vive en zonas urbanas. En Chile, la ley reconoce la existencia de nueve pueblos originarios4 y de acuerdo con la CASEN (2015) solo el 9% de la población chilena declara pertenecer a una etnia, siendo mayormente Mapuches (84% del total). Las regiones con mayor porcentaje de población indígena son la Región Metropolitana y La Araucanía, siendo en esta última donde la mayoría de ellos vive en zonas rurales (59%). “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso elementary para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates).

El impacto de una distribución mas igualitaria no será inmediato, porque requiere que esos niños y jóvenes que crecen en un contexto mas igualitario sean adultos y reciban los retornos económicos a las inversiones en capital humano de las que se beneficiaron cuando niños. Además, hay una batería de políticas que pueden considerarse para promover la movilidad y que incluyen, por ejemplo, invertir más en la salud, educación, y bienestar de familias más pobres. A juicio de Palma, hay dos formas de mirar la desigualdad, la que nace del mercado y la desigualdad de ingreso disponible, que es la que viene después de que a esa desigualdad de mercado se le introdujeron impuestos y transferencias. “Entonces, una es la que nace de la actividad económica, y otra en la last, que es aquella que toma en cuenta los impuestos y las transferencias que se realizan, que en common tienden a- en la mayor parte de los países- mejorar esa dificultad”, sostuvo. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos.

Si bien no es comparable con años anteriores, entrega un resultado más cercano a la realidad, ya que esta es una variable de gran impacto en la calidad de vida de la población chilena. La pobreza multidimensional en 2015 se vio afectada principalmente de las dimensiones trabajo y seguridad social y educación (31,1 y 25,8% respectivamente). También están las diferencias en el acceso a una salud oportuna y a una educación de calidad, y la vivencia de malos tratos y discriminación debido a causas que están fuera del control de las personas (el aspecto físico, el origen socioeconómico, el género y el lugar de residencia, entre otros). La reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) a los que Chile adhirió en el marco de la Agenda 2030 acordada por los países reunidos en las Naciones Unidas. Esto implica el compromiso de lograr un crecimiento económico inclusivo y la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, de modo de cumplir con el mandato de “no dejar a nadie atrás”.

Por el contrario, es el diseño institucional y las políticas públicas los que han permitido que eso ocurra. En otras palabras, son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad. En simple, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países.

Esta implica el punto de partida sobre el cual las circunstancias particulares de una persona o población limitan de una u otra forma la libertad que poseen de elegir o de alcanzar ciertos objetivos ( Roemer, 1998 a; Kanbur & Wagstaff, 2014; Alfonso et al., 2015; Stiglitz & Doyle, 2015). Aquí, las coyunturas individuales definen, en parte, el alcance de lograr ciertos objetivos propuestos, como, por ejemplo, el género, contexto familiar, acceso a la salud, a la educación, entre otros. Es decir, que si existiera igualdad de oportunidades para todos los individuos o países, el resultado de sus metas dependería únicamente del esfuerzo ejercido para lograrlas ( Roemer, 1998 b; Kanbur & Wagstaff, 2014; Atkinson, 2015). Esto último fue detallado por el foro multilateral en su estudio «¿Importa la desigualdad? Cómo perciben las personas las disparidades económicas y la movilidad social», publicado hoy jueves. En la nota nacional se explica que la percepción sobre las disparidades económicas no siempre refleja los indicadores reales. Pero este no es el caso de Chile, donde la gente nota grandes desigualdades y una movilidad social limitada, algo que se condice con los datos.

Sin embargo, propone que ambas se encuentran relacionadas y se afectan entre sí, ya que la primera se verá condicionada por la des-igualdad de resultados de la generación anterior, creándose un círculo vicioso que solo puede tratarse enfrentando ambas caras de la desigualdad económica. Kanbur & Wagstaf (2014) afirman que esta relación recíproca entre ambas facetas es esencial para tratar el problema de la desigualdad, por cuanto aún si se intentaran igualar las recompensas en los resultados, estos continuarían siendo dispares por las diferencias que existen ex-ante, y ocurriría desigualdad economica ejemplos lo mismo en el sentido contrario. Por lo tanto, es esencial considerar ambas dimensiones de la desigualdad, para entender a cabalidad cómo se compone y discernir qué elementos podrían estar profundizándola (Stiglitz & Doyle, 2015). Se sugiere trabajar con este video durante el desarrollo de la clase, como insumo que permita a los estudiantes identificar los riesgos que implica para la democracia la desigualdad social y en qué aspectos de su vida cotidiana lo ven reflejado. Los expertos también invitan a alcanzar una mejor comprensión de la efectividad de las políticas.

Desde 2005, este evento ha permitido a los estudiantes de Ingeniería en Alimentos presentar propuestas alimenticias innovadoras, siendo evaluadas por un jurado y el público. Este año, bajo el lema «Smart Food por la Salud y el Planeta», la feria promete destacar por su interdisciplinariedad y conexión con la industria, ofreciendo un espacio para degustar, aprender y apoyar el talento joven en la creación de alimentos saludables. Otra crítica que ha recibido este objetivo tiene que ver con que no cuenta con un organismo temático o institución a nivel internacional para dirigir acciones en pro de este mismo, como tampoco para financiarlo ( Donald, 2017).

A pesar que algunos países han superado sus barreras socio-económicas, avanzando en temas como salarios y derechos sociales, otros retrocedieron. Hoy nadie pone en duda que existe una amplia e importante brecha entre la economía de Chile que es muy avanzada y su desempeño educativo que es bastante pobre. Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial. Ya de regreso en su país, Juan Diego continuó con su labor en la Universidad de Costa Rica. Además, se sumó recientemente al Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) ubicado en Chile, uno de los principales centros de América Latina dedicado al tema de conflictividad social y desde donde analiza la desigualdad que atraviesa al continente.

Al no poder salir o desplazarse fuera de la zona donde se habita, se fortaleció una economía más local, con esta concept de poder contribuir con el negocio de mi vecino. «Es que en Chile hay otros factores, como la insatisfacción con el sistema de pensiones», contesta la investigadora. «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan. «Es que en Chile hay otros factores, como la insatisfacción con el sistema de pensiones», contesta la investigadora. «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan.

Redistribuyendo de forma más igualitaria los salarios a los empleados, implantando mecanismos para evitar la evasión fiscal y fomentando proyectos de cooperación al desarrollo. Conadecus te entrega asesoría authorized gratuita, presencial, telefónica y a través de correo electrónico sin costo alguno, para realizar tus denuncias y respondiendo tus consultas para saber cómo afrontar tus problemas de sobreendeudamiento, embargo, cobros indebidos, publicidad engañosa y más. Esta agrupación incluye las naciones más desarrolladas del planeta, pero también aquellas emergentes como México, Chile y Turquía. Nuestro país se sumó el 2010, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, convirtiéndose en el miembro número 31 de la OCDE y el segundo latinoamericano en ingresar a esta organización, después de México. Que un gran sector de la economía funciona de manera informal desigualdad e inclusión social y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan”. Hemos visto manifestaciones positivas, como las ollas comunes en barrios populares o la recolección de víveres para personas con necesidad.

Y al mismo tiempo, «casi la mitad de la población tiene un ingreso cercano al umbral de pobreza». Y también existen otros mecanismos como analizar la concentración de la riqueza en la parte más alta de la pirámide. En América Latina el 20% más pobre de la población se queda con cerca de 4% del ingreso whole, explica el representante de la ONU, mientras que el 20% más rico se queda con casi la mitad de todo el ingreso. Hay países que quedaron excluidos de la la lista, porque no había información disponible en los organismos internacionales. Así es como El Salvador pasó en tres décadas de tener un índice de ingresos de 54, a uno de 38, la desigualdad más baja de toda América Latina.