Libro Desigualdad Humana, La De Luis Moure-mariño

Si bien el crecimiento es un fenómeno relativo al mercado y al aumento del PIB, como se ha mencionado, el desarrollo suma a esto el bienestar social, el cual se observa en la calidad de vida de la población, en el desarrollo de competitividad y capital humano, en la mayor calidad y acceso a educación y salud, entre otros factores. En esta oportunidad se estudiaran el índice de desarrollo humano (IDH) y el índice de desarrollo regional (IDERE). En los informes del Ministerio de Desarrollo Social se suele calcular este ratio utilizando el promedio del ingreso autónomo whole del hogar; otros estudios utilizan el ingreso autónomo de las personas, con el objeto de medir la desigualdad proveniente del mercado.

Descomponiendo los datos para encontrar los factores que explican esta disminución tan importante de la desigualdad, se observa que, en promedio para la región, un 62% está asociada a la caída en la desigualdad del ingreso laboral. “Esto ya da una pauta de dónde tenemos que buscar las causas, porque si 2/3 se explican por lo que pasó con el ingreso laboral, ése es el camino para entender los determinantes de ese periodo”, dijo. “Es fascinante esto porque quiere decir que la desigualdad cayó en países con tasa de crecimiento alta y con tasa de crecimiento baja; en países que tenían el auge de materias primas y aquellos que eran importadores netos de materias primas, en países gobernados por la izquierda y países gobernados por la derecha. Hay una generalización que deberíamos poder explicar más allá de características típicas del período”, destacó. 17El IDH-D considera las mismas tres dimensiones del IDH, pero considerando cómo se distribuyen los logros a lo largo de la población, penalizando el valor promedio para cada dimensión en función de lo desigual que sea. Si los países se encontraran en una situación best la desigualdad de oportunidades de perfecta igualdad, ambos indicadores coincidirían.

Ello es así, porque lo ocurrido en la convivencia cotidiana es que ya no sólo se registra una diferencia insalvable entre fortunas de dimensiones ilimitadas con la pobreza y la escasez en que viven numerosos grupos familiares. Ello ha traspasado las barreras tradicionales entre ricos y pobres y se manifiesta en la ausencia de movilidad social que condena a un horizonte de menoscabo y sometimiento a una franja significativa de nuestra sociedad. La privatización de los servicios públicos, especialmente, del sistema de enseñanza ha fracasado en asegurar el crecimiento en la escala social de los sectores de menores ingresos. En sectores populares, condenados a una subordinación por generaciones, se extiende el lumpen, la delincuencia, el alcoholismo, la drogadicción, la pérdidas de la dignidad de cada cual.

Esta es la pregunta que Branko Milanovic imagina plantear a los seis economistas más influyentes de la historia. El libro sintetiza con gracia y rigor la visión de autores como Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx o Vilfredo Pareto sobre la distribución de la renta en unos escritos (a menudo extensos y difíciles), y ofrece una inestimable puerta de entrada accesible a cualquier lector. Los retratos no solo reflejan un profundo conocimiento de la teoría económica y una valiosa capacidad divulgadora, sino también un don para ponerse en la piel de estos pensadores, captar los matices psicológicos y tomar en cuenta las limitaciones y particularidades de sus contextos históricos. Entonces de acuerdo a lo que se ha anotado precedentemente, el punto central parece estar en el desarrollo cultural de nuestras sociedades. Así la evolución cultural, dirige los usos que hacemos de la mayor complejidad tecnológica y social.

Todo ello en relación a una respuesta unique y nueva para superar la encrucijada en la que -a mi modo de ver- se encuentra la civilización actual. Los roles según el género y los papeles en general son parte de la cultura, por ello normalmente no somos conscientes que son aprendidos, más bien pensamos que son heredados, tomando el comportamiento prescrito como cosa pure y parte ineludible de la naturaleza humana. Los Arapesh son montañeses, gente pobre cuyos pueblecitos minúsculos están pegados a las vertientes de montañas estériles. Sus huertos cuelgan de las laderas de los cerros y son difíciles de proteger de los jabalíes salvajes.

la desigualdad humana

Por último, el cierre de las escuelas introdujo una enorme desigualdad en términos de acceso a escolaridad. Históricamente existen diferencias en la posibilidad de completar la secundaria con padres con alto y bajo nivel educacional, pero “esas diferencias se están incrementando brutalmente con el efecto de las cuarentenas sobre el acceso a educación. Esto tiene que ser el centro de atención si queremos evitar que volvamos a tener una desigualdad persistente en el futuro”, finalizó.

La desigualdad, sobre todo aquella que hiere la convivencia humana, no es un problema que inquieta solo a la sociedad chilena. Preocupa en el mundo entero y ha sido objeto de atención tanto desde el ámbito político, el académico y el eclesial. Obviamente, dada la complejidad de la cuestión aquí abordada, de las distintas aproximaciones disciplinares e ideológicas en juego, el esfuerzo aquí realizado no puede la desigualdad económica y social ser sino limitado. Por otra parte, dado el contexto en el que se ha agudizado la discusión sobre las desigualdades, el vínculo con la violencia no puede ser soslayado. Adams, Kuebli, Boyle y Fivush (21), sostienen que un estereotipo cultural que prevalece en nuestra cultura, es que las mujeres son más emocionales que los hombres y citan para ello a Faber y Martin (1991) y Johnson y Schulman (1988).

La dimensión sustentabilidad y medio ambiente es de gran relevancia para el crecimiento económico sostenible. Es lamentable que no se tengan datos históricos respecto a la inversión pública en el área medioambiental, sin embargo, contamos con los datos de los últimos años, los cuales develan que en 2015 la inversión ascendió a más de 27 mil millones de pesos. A nivel regional las regiones con mayor presupuesto medioambiental ejecutado fueron La Araucanía, Biobío y Aysén, tres regiones del sur del país.

“El estado se volvió más redistributivo hacia los pobres en ese período”, dijo la académica, agregando que el período coincide con un gran número de gobiernos de izquierda en la región. “Los datos muestran un efecto izquierda que estamos analizando ahora econométricamente”, puntualizó. Fueron de bonanza; sí, para los ricos porque su enriquecimiento fue mucho mayor que el de los pobres. La desigualdad se fue a las nubes con la anuencia y colaboración de las izquierdas de todo tipo y con esta constitución. Jackson se quedó corto, porque además se destruyó al Estado de Chile, el único que puede garantizar una distribución equitativa. La nueva metodología, a diferencia de la anterior utiliza el hogar como unidad de análisis (no las personas) y se dejan de considerar los individuos que no reportan ingreso alguno.

Sin embargo, lo que sorprende es que, a pesar de estas bases genéticas comunes, los cerebros individuales pueden variar significativamente entre sí. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es elementary para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza. La preocupación proviene solo cuando grados altos de desigualdad parecen estar a la base de movilizaciones y de futuras y amenazantes inestabilidades que pueden poner todo el sistema en cuestión. Para tener un discurso en “lo social” contrapuso la búsqueda de mayor igualdad con la superación de la pobreza, pues lo primero llevaba al estancamiento y con ello a más pobres, y lo segundo significa crear el mejor clima a los empresarios que así crearán empleo.

Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. En el 2017, el Congreso chileno aprobó la nueva Ley de Educación Pública, que tiene como objetivo transferir los servicios de educación pública de los gobiernos municipales a nuevas agencias locales de educación para conformar un nuevo sistema nacional de educación pública. Esto sigue la teoría de que la educación proporciona más capital humano en la que, cuanto más educadas están las personas en una sociedad, mejor compiten por empleos e ingresos y viceversa. Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes.

La (Tabla 7) muestra, por una parte, la evolución de este índice considerando solo las seis dimensiones originales, lo que permite hacer una correcta comparación en el tiempo, y a continuación, expone los resultados 2017 al incorporar la variable de medio ambiente y sustentabilidad. Los resultados 2017 (seis dimensiones) muestran que las regiones con mayor IDERE son La Metropolitana y Magallanes, mientras que los peores resultados los presenta La Araucanía y el Maule, sin embargo, son de las regiones con mayor progreso durante el período evaluado. Al parecer se cumple el principio de convergencia, ya que algunas de las regiones con menor índice, son de las que más mejoran, mientras que las de mayor desarrollo tienen un progreso más lento (Metropolitana, Antofagasta, Valparaíso y Magallanes). La excepción a este comportamiento ha sido Arica y Parinacota, que a pesar de su relativamente bajo IDERE, ha experimentado menor evolución en el período analizado. A través de los años, al igual que lo ilustrado por la evolución del Gini, la razón 10/10 muestra un aumento de las disparidades en el año 2009, donde el 10% más rico llega a distanciarse 38,8 veces del ingreso medio del 10% más pobre, para luego descender paulatinamente.