Pobreza Y Pandemia: Propuestas Para Un Chile Más Digno Y Justo Uah Universidad Alberto Hurtado

Chile es el país de la región con la tasa más baja de pobreza y la que menos subió durante la pandemia. «Si no fuera por las transferencias monetarias los indicadores sociales serían mucho peores», apunta, agregando que es importante mantenerlas. La desigualdad en materia de acceso a las vacunas se ha convertido en un problema importante, pobreza economipedia ya que muchos de los países más ricos del mundo acaparan vacunas, comprando suficientes dosis para vacunar a sus poblaciones varias veces y no cumpliendo sus promesas de compartirlas con el mundo en desarrollo. Mientras decenas de millones de personas se veían abocadas a la indigencia, los ultrarricos se hacían más ricos.

pobreza en la pandemia

Gracias a estas herramientas tendremos un diagnóstico de la realidad de nuestros hogares, lo que nos permitirá llegar de forma eficiente a las familias que se han visto mayormente afectadas por la disaster sanitaria”. De hecho, un paper de los economistas Isaure Delaporte (U. St. Andrews, Escocia), Julia Escobar (BID) y Werner Peña (U. of Kent), titulado “Las consecuencias distributivas del distanciamiento social en pobreza e inequidad en los ingresos del trabajo en América Latina y el Caribe”, dan cuenta de impactos en toda la región. Ahí, una de las explicaciones para la diferencia en los ingresos laborales durante la crisis tiene que ver con los sectores económicos de los empleos.

No obstante, pese a este avance, la tasa de disminución de la pobreza se redujo a menos de medio punto porcentual al año entre 2015 y 2017. La pobreza mundial había retrocedido a un ritmo anual de aproximadamente 1 punto porcentual entre 1990 y 2015. Luego de analizar esta situación, queda clara la urgente necesidad de contar con un mayor número de políticas públicas que permitan ayudar a las familias más vulnerables.

Según los economistas, el incremento en Chile implica retrocesos de 12 años en la materia. El último informe de la Cepal “Panorama Social de América Latina 2021” entrega un triste panorama sobre la pobreza en la región. En términos generales, Latinoamérica ha retrocedido casi 30 años en materia de pobreza extrema debido, principalmente, a los efectos generados por la pandemia. En materia de desigualdad, observando los ingresos monetarios de los hogares del 20% de mayores ingresos estos representan 11,7 veces los ingresos del 20% de hogares de menores ingresos, lo que nos acercaría a niveles registrados entre 1994 y 1996. Por su parte, el coeficiente de Gini alcanza 0,510 con lo que retrocedimos a valores similares a los observados entre 2003 y 2006. Respecto a las ayudas entregadas por el Gobierno durante el año 2020, cabe señalar que éstas permitieron atenuar los efectos de la disaster en las familias.

Según las nuevas proyecciones de la CEPAL, como consecuencia de la fuerte recesión económica en la región, que registrará una caída del PIB de -7,7%, se estima que en 2020 la tasa de pobreza extrema se situó en 12,5% y la tasa de pobreza alcanzó el 33,7% de la población. Ello supone que el complete de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior. De ese whole, 78 millones de personas se encontraron en situación de pobreza extrema, eight millones más que en 2019. Como se observa en el Gráfico 4 pobreza extrema en estados unidos, la participación de los hogares del primer decil en los ingresos totales a nivel nacional se triplica. También, como es de esperar, el impacto de las ayudas en términos relativos va decreciendo a medida que aumenta el decil de ingresos, beneficiando, en menor cuantía, hasta el sexto decil de ingresos autónomos. Lo anterior permite ver la progresividad del IFE y el resto de los beneficios, ya que son los sectores de más altos ingresos quienes más ven reducida su participación del ingreso whole, y dichos recursos fluyen hacia los sectores más vulnerables.

Estos datos son obtenidos de los registros administrativos del seguro de cesantía y de estimaciones de los empleos perdidos y no recuperados de los trabajadores informales, en base a la información de la encuesta nacional de empleo del INE. Por su parte, la caída de ingresos laborales de los trabajadores formales es cercana a 21,3 mil millones de dólares a octubre 2021. Tal como ya se ha indicado anteriormente, desde el inicio de la pandemia (marzo de 2020), aproximadamente 2 millones de trabajadores perdieron sus fuentes laborales. La estimación de la pérdida de ingresos para los trabajadores formales corresponde a la suma de la pérdida de la remuneración líquida de quienes perdieron su empleo y no han vuelto al mercado laboral, más la pérdida de la remuneración de los que estuvieron cesantes y/o encontraron un empleo con menor remuneración[24].

Entre los factores que influyen está el hecho de que la pandemia ha dejado en evidencia que las mujeres siguen siendo las principales responsables de la crianza y cuidado de los hijos, por tanto, no podrán tan fácilmente dejar estas actividades para volver al mercado laboral. Es elementary diseñar e implementar políticas públicas de apoyo a las familias en este ámbito para evitar perder el avance que la mujer ha logrado en las últimas décadas en que ha podido aportar de manera efectiva y productiva a la economía nacional. Autonomía, y como contracara, la preocupación por la dependencia, son ejes centrales del discurso del gobierno. La primera se adquiriría siempre a través del trabajo y las prestaciones monetarias sería generadoras de dependencia. Finalmente, Salas y Vigorito (2021) y Filgueira et al (2021) destacan que el país tuvo uno de los menores esfuerzos fiscales regionales para mitigar el deterioro de las condiciones de vida.

Antes de la crisis, solo el 47,2% de las personas ocupadas estaban afiliadas o cotizaban a los sistemas de pensiones, y el 60,5% estaban afiliadas o cotizaban a los sistemas de salud. En 2019, un cuarto de las personas de sixty five años o más no percibía una pensión y los programas de transferencias condicionadas cubrían en promedio al 18,5% de la población de los países de América Latina y el Caribe. Las medidas sanitarias tomadas a raíz del Covid-19, especialmente aquellas asociadas a la restricción de la movilidad de las personas, y los efectos y duración de la pandemia, configuran una situación sin precedentes en las últimas décadas. Lo anterior implicó incertidumbre por parte de los distintos gobiernos alrededor del mundo respecto de cómo lograr reducir la transmisión del virus, y, al mismo tiempo, mitigar el impacto en la economía asociado a los efectos de la pandemia.

Ese índice es el cuarto más alto a nivel regional, después de Uruguay, República Dominicana y Ecuador. La situación también es más dramática porque la pandemia las obligó a encerrarse en las casas y las expuso a mayores niveles de violencia de género que, a veces, terminan en feminicidios. Es más, a menudo las autoridades subestiman las denuncias como le ocurrió a una instructora de zumba paraguaya, víctima de los celos y reclamos de su pareja que llegó al maltrato físico y psicológico.

Ser cautos en entregar muchos beneficios sociales a costa de dificultar el emprendimiento y la labor empresarial (aunque sea poco popular). Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!). Rubio aseguró que en 2018 había una incidencia del 38,2% de pobreza en la población entre 0 y 18 años, que se elevó a 46,5% como consecuencia de la disaster sanitaria. En 2018 había una incidencia del 38,2% de pobreza en la población entre 0 y 18 años, la que se elevó a forty six,5% como consecuencia de la crisis sanitaria. Las restricciones generaron una «fragmentación» en el acceso a programas de protección social, incluidos aquellos dirigidos contra el desempleo y los que garantizan servicios de salud, lo que empeoró la situación.

No existe información pública que organice y sistematice el conjunto de medidas dirigidas a los sectores vulnerables -en este caso, transferencias monetarias- durante la emergencia sanitaria. Por tanto, su análisis supone en primer lugar, su reconstrucción, a partir de documentos y comunicaciones públicas por parte de autoridades del gobierno. Además del bajo crecimiento y el aumento de la pobreza, la crisis ha puesto en evidencia crecientes tensiones sociales, las desigualdades estructurales de las sociedades latinoamericanas y los altos niveles de informalidad y desprotección social. Existen otros aspectos que no logran ser incorporados al momento de imputar los beneficios del año 2021, principalmente aquellos relacionados al incremento de salarios y a la recuperación del mercado laboral para dicho año. Lo anterior, produce que inevitablemente exista un componente que produce una sobrestimación de los índices de pobreza, ya que es posible que hogares que no contasen con fuentes de ingresos autónomos en los meses previos a la encuesta, sí los tuviesen durante el transcurso del año 2021. Si bien el IFE representa el 75% del whole de apoyos directos entregados durante los años 2020 y 2021 en términos de gasto fiscal, existen otros beneficios que ayudaron a suplir la caída de los ingresos de los hogares, principalmente el Bono Clase Media y el Bono Pensionados.

«La gran pérdida que ha tenido la región en términos de trabajo es el informal», ha destacado Bárcena, quien ha explicado que del whole de empleos perdidos en Brasil, Costa Rica y México, el seventy six,8%, el 72,5% y el seventy two,6%, respectivamente, fueron informales. «Desde la flexibilización de las medidas de confinamiento en abril, ha habido una recuperación continua desde mayo, aunque hubo un ligero descenso en agosto», dijo el ministerio. El análisis realizado permite visualizar algunos aspectos que evidencian la necesidad de continuar pensando sobre los sistemas de protección en América Latina.