Pobreza Y Pandemia: Diagnóstico Y Propuestas Para Un Chile Más Digno Y Justo Techo Chile

La realidad laboral (que centralmente explica los ingresos) no surge como parte de las causas de la pobreza. Esto es, que no son los ingresos, sino un determinado monto de estos lo que permite superar la línea de pobreza. En Uruguay, las respuestas a la situación social y económica de la pandemia supusieron, por un lado, cambios en la seguridad social, que básicamente permitieran la atención a las personas desempleadas.

En la Rendición de Cuentas 2020, se indica que “Desde el punto de vista económico y social el gobierno nacional desplegó un plan de acción dinámico, coherente, comprensivo y responsable (…) con una estrategia de apoyos amplios y graduales a medida que la pandemia se extendía en el tiempo” (Poder Ejecutivo, 2021, p. 5). En lo que tiene que ver con asignaciones familiares Plan de Equidad, entendemos que hay margen de mejora, pero no estamos hablando necesariamente de incrementos. Estamos evaluando el sistema para darles más herramientas a las personas para que puedan enfrentar las circunstancias de vulnerabilidad socioeconómica que se vienen arrastrando desde hace tiempo y, evidentemente, a raíz de la pandemia pueden llegar a profundizarse desde el punto de vista social (Lema, 2021 a, p. 2). En la misma línea que lo planteado por Uribe (2018) y Quiroga y Juncos (2020), en relación con la derecha gobernante en otros países de América Latina, las transferencias no han sido una política que el gobierno se plantee explícitamente eliminar, pero tampoco fortalecer. También se estructura en diversos componentes, siendo las transferencias monetarias el más relevante.

El estudio de Delaporte, Escobar y Peña destaca además que han sido clave en varios países los permisos especiales para que trabajadores puedan desarrollar su labor en cuarentenas. En esa medición, Chile quedó en la mitad de la tabla de la región, con cerca del 57% de trabajadores que pudieron ejercer durante los períodos de confinamiento. En ese listado, el país donde menos personas pudieron trabajar durante las cuarentenas fue Argentina, con un 37%, país que además ha tenido las cuarentenas más largas de la región (con un 29% del tiempo en esa condición) y es uno de los más afectados en términos económicos y de los con peores resultados en salud en el mundo. En los próximos días se publicará la nueva Encuesta Casen, con la tasa oficial de personas pobres.

Por otra parte, un discurso sobre la asistencia centrado en la preocupación por la dependencia al Estado, y en oposición al trabajo como fuente de autonomía y dignidad, condena a un conjunto muy importante de la población, a una mirada culpabilizadora sobre ella y que desresponsabiliza al conjunto de la sociedad. El análisis realizado permite visualizar algunos aspectos que evidencian la necesidad de continuar pensando sobre los sistemas de protección en América Latina. En primer lugar, muestra la relevancia y potencia de los mecanismos aseguradores derivados de la seguridad en su vertiente contributiva. No se trata solamente de generación de empleo, sino de empleo decente, que, entre otros aspectos, supone acceso a mecanismos aseguradores. Por el otro, muestra el gran desafío para el continente dada la incidencia de la ocupación informal.

No descansar hasta reducir al mínimo la pobreza de los niños, niñas y adolescentes; reducir y empequeñecer la brecha histórica entre mujeres y hombres, y también garantizar una vejez digna, con un sistema de seguridad social que permita que las personas mayores vean mejoradas sus pensiones hoy, y no en 40 años más. “A nivel mundial, el aumento de la pobreza que se produjo en 2020 debido al covid-19 todavía persiste, y los pobres inducidos por el covid-19 en 2021 siguen siendo 97 millones de personas”, señalaron los economistas del banco. La pandemia del Covid-19 dejó en evidencia que las personas mayores de 60 años son las más afectadas laboralmente en el país, con una lenta recuperación en el empleo y un alza en los niveles de pobreza de este grupo. «La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis sanitaria», lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación virtual del informe desde Santiago de Chile. El segundo año de la pandemia del Covid-19 disparó la pobreza extrema en Latinoamérica hasta alcanzar a 86 millones de personas, cinco millones más que en 2020 y la mayor cifra en 27 años, apuntó este jueves un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Esto supone analizar qué necesidades, cuánto y hasta dónde son satisfechas y para qué sectores de población son provistas por el sistema de protección social. Asimismo, debe considerarse el carácter cualitativo de la protección, que incluye la calidad de la satisfacción, sus modalidades y garantías. De esto dependen los grados y tipos de seguridad (o inseguridad) del sistema de protección social y, por tanto, de la reducción o aumento de la incertidumbre a la que las personas estén expuestas. Los países con las peores cifras son Argentina, Colombia y Perú, donde ambos índices crecieron 7 puntos porcentuales o más, mientras que Brasil fue el único que mejoró, con una caída del 1,eight por ciento en la pobreza y 0,7 por ciento en la pobreza extrema.

No lograron sustituir las estructuras políticas tradicionales ni modificar las bases de la economía neoliberal, por tanto, no lo hicieron de los patrones de desigualdad. Dentro de esto, Benza y Kessler (2020) destacan que la propiedad y la riqueza se mantuvieron tanto o más concentradas que en el pasado y que no existieron muchas alternativas a los modelos extractivos o neo extractivos. Finalmente, los mercados laborales continuaron con una muy alta proporción de puestos de trabajo de mala calidad y con retribuciones que en muchos casos no permiten la salida de la pobreza. Más de ninety seven millones de personas han llegado a la pobreza extrema en todo el mundo como una de las consecuencias que ha dejado el Covid-19. La recuperación del empleo de este grupo etario desde el peor momento de la pandemia está por debajo de lo exhibido en el segmento de personas de menor edad. Mientras los ocupados entre los menores de 60 años aumentaron 5,three puntos desde el trimestre julio-septiembre 2020 a marzo-mayo 2021, los ocupados en el segmento 60+ sólo aumentaron 3,5 puntos.

pobreza en pandemia

El objetivo period concentrar los recursos en aquellas comunas que se hayan encontrado en fase de cuarentena del Plan Paso a Paso[23], y en menor medida en fase de transición, ya que era en éstas donde los hogares iban a encontrar mayores trabas para generar ingresos. De esta manera, se diseñó el IFE Covid para las comunas que hayan estado en fases de cuarentena o transición durante el mes anterior al inicio de las postulaciones, y el Bono Covid para aquellas que hayan estado en fases de preparación o apertura inicial. Para acceder, period pobreza filosofia necesario que el hogar cumpliera al menos uno de los requisitos detallados en la Tabla 3, los cuales variaban según fuera la situación del hogar en torno al plan Paso a Paso.

En 2018 había una incidencia del 38,2% de pobreza en la población entre 0 y 18 años, la que se elevó a forty six,5% como consecuencia de la crisis sanitaria. Es importante hacerle doble click on al marco muestral utilizado, puesto que la metodología fue corregida, utilizando el Censo 2017. La pregunta entonces es cuánto de la pobreza asociada a inmigrantes recién llegados en los últimos años logra captar la Casen 2022.

Para él, hoy día nos enfrentamos a una crisis multidimensional, la cual no sólo afecta nuestra salud sino que también tiene un efecto significativo en el aumento de la pobreza, la desigualdad y por ende se traducirá en un empeoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Distintas investigaciones muestran que interacciones parentales positivas, sensibles y consistentes pueden ser factores de resiliencia en contextos de adversidad.

Ahora, su situación es mucho mejor, tienen un techo y suficiente para comer, pero no estamos hablando de la gloriosa clase media argentina”, indicó Lagos. Pero también destacó un incremento de los subsidios y transferencias directas del Estado a los hogares, sobre todo los más pobres, en medio de la pandemia de coronavirus. El ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, dijo que esta baja se explica por “una recuperación de los ingresos autónomos (o totales), lo que responde a una política de crecimiento y a la creación de empleos”. Fomentar las políticas de creación de empleo y desarrollo económico, pero al mismo tiempo cuidar que las brechas de bienestar no atenten contra nuestra convivencia en común. Esa tarea exige diálogo y acuerdos políticos para que esta pink de apoyos pueda ser sostenible, por lo que nuestro Gobierno ha planteado la necesidad de llegar a un pacto fiscal que haga de este anhelo, una realidad posible.

«La gran pérdida que ha tenido la región en términos de trabajo es el informal», ha destacado Bárcena, quien ha explicado que del total de empleos perdidos en Brasil, Costa Rica y México, el 76,8%, el seventy two,5% y el 72,6%, respectivamente, fueron informales. Los países con mayores tasas de desempleo registradas a lo largo del año fueron Argentina (20,9%), Colombia (21,8%), Costa Rica (20,1%) y Perú (39,5%). La cantidad de gente en situación de pobreza en Chile subió del 8,6 % en 2017 al 10,eight % en 2020 debido a la pandemia del COVID-19, según cifras divulgadas este lunes por el Ministerio de Desarrollo Social. Estos aspectos no pueden ser problematizados sin hacerlo de la legitimidad otorgada al trabajo y a la asistencia como fuentes de acceso al bienestar. Hacerlo exclusivamente en el trabajo, sin otra consideración a su existencia plantea problemas múltiples. Además del señalado anteriormente en relación con la calidad, se contribuye a la thought que alcanza con trabajar para no ser pobre, o que estos no trabajaran, lo que se sabe que no ocurre.

El documento revela que, a menos que se tomen medidas urgentes, el número de niños y niñas que viven en hogares pobres en los países de bajos y medianos ingresos podría aumentar un 15%. El incremento más considerable, de hasta un 44%, podría registrarse en los países de Europa y Asia Central, mientras que en América Latina y el Caribe podría producirse un aumento de un 22%. No hay duda de que la covid golpeó con mayor fuerza a los más pobres, pero también es cierto —y poco se ha escrito sobre ello— que la crisis social y económica aparejada a ella provocó una caída sin precedentes en la calidad de vida y el bienestar de las clases medias latinoamericanas. Diversas entidades ya habían registrado un estancamiento en los avances socioeconómicos en los cinco años previos. Pero la pandemia aceleró el deterioro hasta el punto de que el Banco Mundial estima que durante el primer año los países retrocedieron dos décadas en reducción de la pobreza y equidad.

Finalmente, Salas y Vigorito (2021) y Filgueira et al (2021) destacan que el país tuvo uno de los menores esfuerzos fiscales regionales para mitigar el deterioro de las condiciones de vida. Estos últimos, entienden que el país podía realizar un esfuerzo fiscal adicional de un punto entero del PIB. Analizan las anteriores crisis en Uruguay e indican que las políticas redistributivas tímidas o tardías acarrearon “severas consecuencias de corto, mediano y largo plazo en las condiciones de vida de la población, que no se revirtieron completamente en los períodos de crecimiento económico” (p. 4). Entienden que no es posible revertir o detener el deterioro en las condiciones de vida de la población sin intervenciones a tiempo y con la escala requerida. En 2020, los montos de la TUS van “van desde $ 1327 mensuales (si tienen un hijo y no son los hogares más vulnerables) hasta $ 7.138 mensuales (para las familias con four pobreza critica y más hijos en extrema vulnerabilidad). Asimismo, mediante la TUS se otorga un complemento para embarazadas e hijos menores de 4 años de $ 323 (Poder Ejecutivo, 2020, p. 38).