Si bien la situación de seguridad de Haití es la de un Estado fallido, también lo es su política. Muestra en su teléfono una fotografía de hace unos años en la que aparece más joven y saludable. El estrés ha afectado su salud, asegura, y sus hijos no han podido matricularse en la escuela de su nueva ciudad. Aunque salir de la pobreza en Haití es casi imposible, Phanel lo logró tras años de duro trabajo con su propia empresa de importación de materiales de construcción. La mitad de las personas encuestadas en todo el mundo afirman tener un management nulo o limitado sobre sus vidas, y más de dos tercios creen que tienen poca influencia en las decisiones de su gobierno. El 17 de octubre representa, por tanto, una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la lucha de las personas que viven en la pobreza, una ocasión para que den a conocer sus problemas y un momento para que ellas mismas sean las primeras en luchar contra la pobreza.
La pobreza extrema, entendida como el hecho de sobrevivir con menos de 2,15 dólares por persona al día según la paridad del poder adquisitivo de 2017, ha experimentado descensos notables en las últimas décadas. Sin embargo, la aparición de la COVID-19 marcó un punto de inflexión, al revertir estos avances, ya que el número de personas que viven en la pobreza extrema aumentó por primera vez en una generación en casi ninety millones con respecto a las predicciones anteriores. Incluso antes de la pandemia, el impulso de la reducción de la pobreza se estaba desacelerando. Para finales de 2022, el pronóstico inmediato sugirió que el eight,four % de la población mundial, o hasta 670 millones de personas, podrían seguir viviendo en la pobreza extrema. Este revés borró efectivamente alrededor de tres años de progreso en el alivio de la pobreza. Si persisten los patrones actuales, se estima que el 7 % de la población mundial (aproximadamente 575 millones de personas) aún podría encontrarse atrapada en la pobreza extrema para 2030, con una concentración significativa en el África subsahariana.
El 71 % de la población mundial, 5.200 millones de personas, tenía agua potable administrada de manera segura en 2015, pero 844 millones de personas aún carecían incluso de agua potable básica. Al menos four hundred millones de personas no tienen acceso a servicios de salud básicos y el forty % carece de protección social. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030 y velar por el acceso de todas las personas, en especial los niños, a una alimentación suficiente y nutritiva durante todo el año. Esta tarea implica promover prácticas agrícolas sostenibles a través del apoyo a los pequeños agricultores y el acceso igualitario a la tierra, la tecnología y los mercados.
El mayor aumento en este último caso obedece a que la línea de pobreza de USD 5,50 de los países de ingreso mediano alto aumentó en términos reales. En otras palabras, desde la última vez que actualizamos las líneas mundiales, los países de ingreso mediano alto elevaron los parámetros mediante los cuales determinan si las personas son pobres y, por lo tanto, la población mundial que no alcanza ese estándar es mayor. La línea de USD 1,ninety, que se utilizará hasta el otoño boreal de 2022, se obtuvo calculando el promedio de las líneas nacionales de pobreza de 15 países pobres en la década de 1990, expresadas en las PPA de 2011. La selección de estos 15 países pobres se basó en los datos limitados con los que se contaba en ese momento.
Los medios de vida de más de three.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera. Sin embargo, el 30 % de las poblaciones de peces del mundo está sobreexplotado, alcanzando un nivel muy por debajo del necesario para producir un rendimiento sostenible. Estas incluyen mejorar la regulación y el management de los mercados y las instituciones financieras y fomentar la asistencia para el desarrollo y la inversión extranjera directa para las regiones que más lo necesiten. Otro factor clave para salvar esta distancia es facilitar la migración y la movilidad segura de las personas.
A su vez, los bosques cubren el 30 % de la superficie terrestre, proveen hábitats cruciales a millones de especies y son fuente importante de aire limpio y agua. No hay país en el mundo que no haya experimentado los dramáticos efectos del cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando y hoy son un 50 % superior al nivel de 1990. Además, el calentamiento global está provocando cambios permanentes en el sistema climático, cuyas consecuencias pueden ser irreversibles si no se toman medidas urgentes ahora. La inversión en infraestructura y la innovación son motores fundamentales del crecimiento y el desarrollo económico.
Por eso necesitamos una línea que mida la pobreza en todos los países con el mismo criterio. Comenzamos con la línea de pobreza definida por cada país, que generalmente refleja el monto por debajo del cual no se pueden satisfacer las necesidades mínimas de nutrición, vestimenta y vivienda de una persona en ese país. No es de sorprender que los países más ricos tiendan a fijar líneas de pobreza más altas, mientras que la de los países más pobres son más bajas. Si bien es posible que la tasa mundial de pobreza extrema no se modifique drásticamente tras la adopción de la nueva PPA y la nueva línea de pobreza, algunas tasas regionales y nacionales pueden fluctuar de forma considerable. Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son una llamada a la acción a todos los países para erradicar la pobreza y proteger el planeta así como garantizar la paz y la prosperidad.
Ese número representa al sector más pobre de los a hundred and eighty millones que no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, revela un nuevo informe de la comisión económica para la región, que también prevé un crecimiento económico de 1,7% este año y menor aún en 2024. «El fracaso de la acción colectiva para avanzar en la acción sobre el cambio climático, la digitalización o la pobreza y la desigualdad no solo obstaculiza el desarrollo humano, sino que también empeora la polarización y erosiona aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo.» Sin paz, estabilidad, derechos humanos y gobernabilidad efectiva basada en el Estado de derecho, no es posible alcanzar el desarrollo sostenible. Algunas regiones gozan de niveles permanentes de paz, seguridad y prosperidad, mientras que otras caen en ciclos aparentemente eternos de conflicto y violencia.
Las mujeres pasan, en promedio, el doble de tiempo en el trabajo doméstico no remunerado que los hombres. Como resultado de la expansión de la fuerza laboral, se proyecta que la cantidad de desempleados aumente en 1 millón cada año y alcance los 174 millones para 2020. Para alcanzar el ODS 7 para 2030, es necesario invertir en fuentes de energía limpia, como la solar, eólica y termal y mejorar la productividad energética. La creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad son necesarios para alcanzar los ODS en todos los contextos.
Una revelación alarmante es el resurgimiento de los niveles de hambre a los registrados por última vez en 2005. Igualmente preocupante es el aumento persistente de los precios de los alimentos en un mayor número de países en comparación con el período de 2015 a 2019. Este doble problema de la pobreza y la seguridad alimentaria plantea una grave preocupación mundial. En la línea de USD 3,20 (utilizada para los países de ingreso mediano bajo), la cantidad de personas que vivían en la pobreza en 2017 aumenta en forty three millones. Al aplicar la línea de USD 5,50 (utilizada para los países de ingreso mediano alto), el número de pobres de 2017 aumenta en 321 millones.