El Método De Las Necesidades Básicas Insatisfechas Nbi Y Sus Aplicaciones En América Latina

Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).

Es verdad, las cosas han cambiado y mejorado en forma consideraba en el último medio siglo en diversas áreas. Sin embargo, lamentablemente estamos en momento poco feliz de la lucha contra la pobreza y de numerosos otros problemas sociales que todavía nos acompañan. Frente a los problemas sociales del siglo XXI, y específicamente de esta tercera década, me parece que se pueden cometer dos errores fundamentales de análisis. El primero es desconocer los inmensos avances que ha experimentado Chile en las últimas décadas, tanto en el desarrollo económico como en el progreso social, seen en cada uno de los ámbitos mencionados, que han sido notables, sostenidos y con resultados palpables. El segundo es permanecer en la indolencia, mirar al costado, relegar estos problemas al segundo o tercer plano, no comprender la urgencia que tiene cada uno de los temas que permite mejorar las condiciones de vida de las personas. Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional.

El énfasis de estos movimientos en la familia tradicional y en el valor espiritual del trabajo transformó la mirada moralizadora hacia el pobre. El best moral de la elite comenzó a girar en torno a la figura del ‘empresario con familia’, lo que luego fue proyectado hacia los sectores populares, sobre todo mediante acciones privadas (Thumala 2007, Aguilar 2011). Paralelamente, en el periodo de la dictadura cívico-militar y la instauración del sistema neoliberal, a través de programas sociales, se inculcó en los sectores populares un énfasis en el emprendimiento y la competencia como formas de acceder al bienestar social (Han 2012).

“Lo que ha fracasado en Chile es un sistema que no corresponde a las necesidades de nuestro tiempo. Chile es un país capitalista, dependiente del imperialismo, dominado por sectores de la burguesía estructuralmente ligados al capital extranjero, que no pueden resolver los problemas fundamentales del país, los que se derivan precisamente de sus privilegios de clases a los que jamás renunciarán voluntariamente” [6]. Desde hace años, el trabajo social ha estado vinculado a la lucha social y a la búsqueda del bienestar de los sectores más vulnerables.

pobreza generalizada

La vivienda era la principal reivindicación de estos grupos, que organizaron movimientos sociales en varios países; sin embargo, los bajos ingresos de las familias que los integraban les impedían participar en el mercado habitacional, incluso el subsidiado. En tales condiciones, muchos de esos grupos fueron expulsados de sus barrios originales a las periferias lejanas, donde crearon barrios populares de autoconstrucción (Ziccardi, 2008, p. eighty two; Duhau, 1998, p. 120). RESUMEN | Las diferenciaciones socioespaciales en el espacio urbano nos remiten a la concentración geográfica de la pobreza. Alrededor de este tema, sin embargo, no se encuentran estudios de carácter native sobre espacios pobres en las ciudades, en los cuales se relacionen las problemáticas socioeconómicas de los grupos más desprotegidos con espacios urbanos específicos. Los barrios pobres tienden a agruparse y conforman espacios o franjas urbanas dominadas por situaciones de exclusión social.

El precise desarrollo de sus combates por la tierra y la liquidación del latifundio abre nuevas perspectivas al movimiento popular chileno. De acuerdo al documento, se espera que la desigualdad del ingreso whole por persona aumente en 2020, dando lugar a un índice de Gini promedio un 2,9% más alto que el registrado en 2019. Sin las transferencias realizadas por los gobiernos para atenuar la pérdida de ingresos laborales, cuya distribución tiende a estar concentrada en los grupos de ingreso bajo y medio, el aumento esperado del índice de Gini promedio para la región habría sido del 5,6%. El informe señala que el efecto adverso de la pandemia sobre los ingresos de las personas afecta principalmente a los estratos de ingresos bajos y medio-bajos.

El grupo de empresarios que controla la economía, la prensa y otros medios de comunicación; el sistema político, y que amenaza al Estado a favorecerlos, les cuesta muy caro a todos los chilenos. Dijeron que los préstamos y compromisos con los banqueros internacionales podrían producir un mayor desarrollo económico. Pero lo único que lograron es que hoy día Chile tenga el record de ser uno de los países más endeudados de la Tierra en proporción a sus habitantes. A eso me refiero, es decir, cuando no solo consideras el ingreso para medir la carencia de una persona sino también -por ejemplo- la carencia de una buena educación, o de un buen sistema de salud o de vivienda. Probablemente la gente, en la desesperación, va a empezar a deshacerse de activos, a tratar de venderlos, a buscar salidas. “Estamos sentados sobre una bomba de tiempo”, asegura el economista, quien advierte que aún siguen subyacentes las demandas tras la crisis política y social de octubre.

No existen contextos, realidades complejas o crisis que justifiquen que el Estado dirija su poder represivo contra la sociedad civil. El reporte advierte también sobre los fuertes impactos de la crisis del COVID-19 sobre el mercado laboral. La tasa de desocupación regional se ubicó en 10,7% al cierre de 2020, lo que representa un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019 (8,1%). Agrega que la caída generalizada del empleo y la salida de la fuerza de trabajo ha afectado con mayor intensidad a mujeres, trabajadoras y trabajadores informales, jóvenes y migrantes. En un nuevo informe anual, la CEPAL estima que el whole de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior.

Entre las principales ventajas de estudiar la licenciatura destaca la obtención de conocimientos más profundos en el ámbito de investigación social, una de las funciones más importantes del área para comprender el entorno y promover el bienestar. En el primer decil, el segmento más pobre del país, el ingreso autónomo es de 95 mil pesos. Eso gana una persona en promedio mensual, versus el ingreso promedio autónomo del país que es de un millón 200 mil pesos. Otro dato elocuente es que en este segmento poblacional, en 2022, los ingresos autónomos representaron el 37% y los subsidios el 63%, mientras que el 2017 los ingresos autónomos fueron 63% y los subsidios 37%.