Niños Son Los Más Afectados Por La Pobreza En Argentina: Se Refleja En Baja Asistencia A Colegios Internacional

Entre julio y diciembre pasado, el nivel de indigencia fue del eight,2%, frente al 10,7% del semestre previo. Asimismo, el 43,3% de las personas entre 15 y 29 años son pobres al igual que el 32% de quienes comprenden edades entre 30 y sixty four años. El relevamiento surge de un estudio de 31 aglomerados urbanos hecho por el Indec que comprende a 29,1 millones de personas de las forty six,2 millones que viven en Argentina. El esquema tarifario dividirá a los usuarios residenciales en tres niveles, de acuerdo a ingresos altos, medios y bajos, ya que los dos últimos pagarán un aumento atenuado porque seguirán percibiendo subsidios. El experto aclaró que este creciente gasto social no ayudó a resolver ninguna de las causas de la reciente debacle socioeconómica, pero sí contuvo una explosión social. Del mismo modo, consideró que el alza de 2 o 3 puntos en la pobreza que se puede prever para el año próximo no necesariamente se trasladará a un fenómeno similar al del 2001 por la estructura institucionalizada de esas prestaciones.

El aumento period esperado por los analistas debido al alza inflacionaria que afecta el poder adquisitivo de las familias. El presidente de Argentina, Javier Milei, se hizo eco de los números brindados por la UCA y achacó el problema de fondo a “la casta” política del país. Le siguen el Gran Buenos Aires con un 41,4%, el noroeste con 41%, la zona de cuyo con 40,7%, la región pampeana con el 36,8% y La Patagonia acarrea un 33,2%, aunque el próximo 27 de marzo darán a conocer cifras actualizadas, ya que el Indec evalúa la pobreza cada seis meses.

Un aspecto pendiente de investigación, en instancias futuras, consiste en explorar los efectos de cambiar el tipo de familia empleado como referencia para establecer las equivalencias entre los umbrales. Si el hogar elegido fuese otro distinto al unipersonal, por ejemplo, una familia compuesta por dos adultos y dos niños, se podría focalizar el análisis en la sensibilidad de la pobreza absoluta a la elección de la escala, pero con líneas que se modificarían de acuerdo con el ajuste demográfico. Adicionalmente, el impacto de la elección de la escala de equivalencia en los niveles y la tendencia de la pobreza no parece ser completamente independiente del umbral relativo que se elija. En primer lugar, se presentan los resultados de la sensibilidad de los niveles y evolución de la pobreza monetaria ante el empleo de distintas escalas de equivalencia alternativas6. Adicionalmente, a los efectos de realizar comparaciones consistentes entre los resultados de pobreza bajo las distintas escalas se excluyen del análisis aquellos hogares en los que hay, al menos, un adulto mayor, en tanto las escalas de Barten están estimadas únicamente para individuos menores de 605.

Muchos de los laicos todavía andamos, algunos pocos curas, depositarios de aquellos están y algunas comunidades de base que fueron muy lindas conservan algún vestigio, pero en basic todo ya pasó (comunicación personal, G. G., laico, especialista intermedio, 15 de julio de 2018). A partir de la Teología del Pueblo, la teología pastoral no refiere ya a la pastoral de la Iglesia en los sectores populares, sino a un nuevo modo de ser Iglesia a partir de esa parte del pueblo que son los pobres. De esta manera, busca separarse de la concepción de Iglesia nacional, que tendía a identificar “pueblo argentino” (Cuda, 2013, p. 13). Tras estos ajustes, cobró nuevamente vigor la corriente eclesial que se vincula a la pobreza más desde lo asistencial y desde la no problematización de sus causas. Múltiples fueron entonces los factores que influyeron en esta nueva configuración, pero cabe destacar que las relaciones de los sectores eclesiales más conservadores con las dictaduras del continente se convirtieron en una de las formas de debilitar la OP. Posteriormente, la dinámica que fue asumiendo la lucha entre los sectores internos de la Iglesia hizo que la OP, asumida por Medellín, se fuera “corrigiendo” y relativizando en las siguientes conferencias del Episcopado Latinoamericano.

Por otro lado, el índice de indigencia (una persona que con sus ingresos no llega a cubrir una canasta básica de alimentos) se ubicó en el 10,5%, unas three millones de personas, un avance de 2,5% respecto del semestre anterior y de 2,8% en la comparación interanual. En este caso, el efecto de la elección de la escala en los niveles de pobreza estimados resulta menos pronunciado. Los resultados no parecieran ser fuertemente afectados por la elección del ajuste demográfico, aunque las diferencias entre las tasas son estadísticamente significativas (ver Tabla A.1 del Anexo). El segundo enfoque refiere a escalas obtenidas a partir de microdatos de encuestas, y puede dividirse en escalas subjetivas y escalas objetivas. Las primeras se obtienen a partir de las percepciones y evaluaciones propias de los individuos acerca de sus niveles de ingreso (Van Praag, 1968). Las segundas están basadas en el análisis observado del gasto de los hogares y enmarcadas en la teoría económica (Deaton y Muellbauer, 1980).

indec pobreza

La pobreza energética es un fenómeno que resulta de condiciones extrínsecas e intrínsecas al hogar, aunque es en el espacio interior donde se manifiesta con mayor intensidad. El artículo identifica y analiza las estrategias que despliegan los hogares y las mujeres, vistas como principales responsables históricas de la gestión de los recursos del hogar para atenuar las causas y consecuencias de la pobreza energética en una localidad urbana electro-dependiente de Argentina. Aplicando la técnica de grupo focal, el estudio toma la voz de las protagonistas y sus experiencias y vivencias para identificar y analizar, con un enfoque cualitativo, las estrategias y prácticas que las mujeres despliegan de manera cotidiana para atenuar las consecuencias de la pobreza energética. Estas estrategias y prácticas afectan la organización de los recursos del hogar y la salud física y psychological de estas mujeres, debido al papel que poseen en las tareas domésticas y de cuidado del hogar. Si bien la propuesta de las mujeres es construir espacios de aprendizaje sobre el uso de la energía que fortalezcan sus estrategias, esto reforzaría la distribución sexual del trabajo doméstico por lo que este trabajo propone el diseño de políticas multiescalares. Otro aspecto por considerar es que las escalas oficiales y paramétricas asignan a los niños menores ponderaciones que las escalas de Barten.

A causa del porcentaje de hogares excluidos y que en muchos casos son hogares unipersonales pobres, se ha realizado un análisis de robustez -que no se presenta aquí- asumiendo que las escalas de Barten para los mayores de 60 son las mismas que para los adultos entre 18 y 60 años. Como las escalas del INDEC disminuyen para los mayores de 60 y las paramétricas no diferencian entre individuos adultos y mayores, el sentido de los resultados y conclusiones del trabajo se mantienen y son robustos. Cuando la línea de pobreza se mantiene constante, la probabilidad promedio de que un hogar sea pobre, considerando el complete de la muestra, se modifica fuertemente si se emplea el ajuste de Barten. Naturalmente, esto es asocia a las tasas de pobreza más altas que se obtienen cuando se utiliza esta escala. Mientras que las escalas del INDEC y paramétrica, que son en promedio más cercanas, tienen asociados resultados más similares a nivel agregado. Además, cuando la línea se modifica de acuerdo con la escala, las diferencias a nivel agregado entre las tres escalas se neutralizan casi perfectamente.

Esto configura un insumo importante al momento de evaluar cuál es y cómo debería ser capturado el verdadero costo de los niños, más allá de las estimaciones de pobreza. El análisis presentado en la sección anterior describe el perfil demográfico de la pobreza, pero sin controlar el rol que pueden ejercer simultáneamente otros factores. Para complementar dicho análisis, se estima un modelo Probit, información de pobreza cuya variable dependiente capta si el hogar es o no pobre de acuerdo con cada una de las distintas medidas de ingresos ajustados consideradas (ver Tabla A.2 de Anexo). Se discuten las diferencias conceptuales y de construcción entre las distintas escalas existentes y se revisan los principales resultados de la literatura que emplea escalas alternativas en los estudios distributivos.

Aún más, una escala más alta podría no asociarse siempre a una mayor tasa de pobreza estimada. En particular, los ingresos equivalentes están inversa y suficientemente correlacionados con la escala. Por ejemplo, una escala más alta puede deprimir los ingresos equivalentes (disminuyendo el umbral) tanto que el resultado de pobreza podría revertirse. En este sentido, las correlaciones son más fuertes con la escala de Barten, por lo que esta escala contrae más su línea de pobreza en comparación a las otras. En línea con el resultado teórico de Coulter, Cowell y Jenkins (1992), si los umbrales son relativos la tasa de pobreza no crece monótonamente con la escala.

Esto genera un corrimiento de la distribución de ingresos ajustados y un empobrecimiento relativo (efecto puro de la línea de pobreza). Este efecto se refuerza si la distribución de ingresos alrededor del umbral es densa; como se estima pobreza a nivel individual, cuantos más hogares numerosos haya por debajo de la línea, más concentrada será la distribución ajustada y mayor será la cantidad de individuos pobres (efecto de la forma de la distribución). En explicit, como las escalas empleadas difieren fuertemente para los niños y como estos son la principal fuente de diferencia en el tamaño de los hogares, la distribución ajustada con las escalas de Barten resulta la más concentrada. Posiblemente, si los hogares difirieran solo en el número de adultos la distribución se correría a la izquierda con las escalas de Barten pero la forma no cambiaría, porque las escalas para adultos se parecen más entre los distintos ajustes.

Con respecto a las técnicas de procesamiento y análisis de datos, se realizaron informes de la lectura de documentos y de observaciones. Los datos se clasificaron y codificaron con el objeto de fraccionarlos y de reordenarlos en categorías que facilitaran su comparación (Maxwell, 1996). Se construyeron matrices que permitieron reagrupar datos y profundizar su comprensión y análisis. La indigencia, por su parte, afectó al 6,3% de los ciudadanos (1,7 millones de personas) y al 4,8% de hogares. Argentina registró un 32,2% de personas en la pobreza en el segundo trimestre de 2016, mientras que la indigencia fue del 6,3%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que no publicaba datos oficiales desde abril de 2014. En lo que respecta a los grandes centros urbanos, los mayores niveles de pobreza se notaron en Resistencia, Chaco, con el 53 informacion de la organizacion social,6% de la población; seguida por los partidos del Gran Buenos Aires, con el 51%; Concordia, forty nine,5%; San Nicolás-Villa Constitución, 43,6%, y el Gran Tucumán, con el forty three,5% del total.

Las escalas oficiales basadas en criterios nutricionales y las paramétricas ad hoc poseen la ventaja de ser simples y fáciles de implementar. Sin embargo, consideran como única fuente de variabilidad las diferencias por edad y género de los integrantes de los hogares. En este sentido, las escalas empíricas basadas en el comportamiento de gasto observado pueden exhibir mayor variabilidad al capturar heterogeneidades observadas entre los hogares, ya sea en el tiempo, entre regiones o entre estratos de ingreso. Sin embargo, es posible destacar que estas escalas imponen altos costos computacionales y no necesariamente agregan suficientes ganancias en la medición de la pobreza. Por ejemplo, la escala de Barten empleada no provee información para adultos mayores de edad, en tanto la inclusión de este grupo dificulta las estimaciones econométricas de las escalas al exhibir un comportamiento de gasto observado muy distinto al de otros segmentos etarios.

Aunque todas las cifras aumentaron, la provincia de Tierra del Fuego a Islas del Atlántico sur (26.8%) aún mantiene el menor índice de la Patagonia y el segundo a nivel nacional, detrás de CABA (21.4%).A nivel país, la pobreza subió forty one.7% a fines del 2023 y afectaba a 19,5 millones de personas, según el INDEC. Este trabajo analiza la evolución y niveles de pobreza monetaria en Argentina y explora cómo se modifica la composición demográfica de la población pobre al emplear tres escalas de equivalencia alternativas. Los resultados sugieren que las tasas de pobreza son sensibles a la elección de la escala de equivalencia, mientras que la evolución es robusta. Se evidencian cambios en el perfil de la pobreza a favor de ciertos tipos de hogares de acuerdo con la escala empleada. Los resultados indican que las tasas de pobreza monetaria son sensibles a la elección de la escala empleada para ajustar demográficamente los ingresos del hogar, mientras que las tendencias se mantienen mayormente robustas.