Cómo Afecta La Inflación A Los Más Pobres Entre Los Pobres

A su vez, la teología de la liberación incorpora en su metodología las ciencias sociales y humanas(Tamayo, 2011), situándose desde el lugar social de los pobres en un continente marcado por la injusticia, la desigualdad y la exclusión social (Gutiérrez, 2006); proponiendo la liberación de las estructuras y del ser humano integral (Gutiérrez, 1972). En el año 1974 se empezaron a levantar Recursos de Amparo en forma sistemática, se presentan a la justicia ordinaria denuncias por presunta desgracia y rapto presunto, además de la atención a condenados y procesados con respecto a su situación authorized y la posibilidad de acogerse a indulto o el extrañamiento (Comité Pro-Paz, 1975a). Este Departamento entregaba un servicio, esencialmente técnico centrado en la acción jurídica; sin embargo, las asistentes sociales del Comité ofrecían un espacio de escucha a través de la entrevista individual, lo cual derivó con el tiempo en una ficha única de recepción que pretendió organizar mejor la acogida de las víctimas. A su vez, esto permitió visualizar otras problemáticas que originaron otros departamentos como el legal-laboral y la necesidad de ayuda a las familias que se encontraban en situaciones precarias debido a la cesantía.

Ahora bien, el golpe militar y sus consecuencias propiciaron la necesidad de una intervención de urgencia en lo que se refiere a la defensa de los Derechos Humanos, este hecho propició la creación del Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad cuyo trabajo fue posible gracias al aporte de las habilidades profesionales de los y las trabajadoras sociales. Esta historia de mutua colaboración permite proyectar una búsqueda de incidencia conjuntadesde la dimensión de la fraternidad y la sororidad. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) es desde el 28 de junio de 1991 un organismo defensor de los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales. Trans e intersexuales (LGBTI), cuyas intervenciones son de alcance nacional y abarcan los ámbitos sociales, culturales, políticos, económicos,  jurídicos y legislativos. Una de las transformaciones más significativas experimentadas por la sociedad chilena entre 1924 y 1973, fue el proceso de expansión de la influencia del Estado sobre las condiciones de vida de la población.

En un comienzo se pensó que iba a ser por un tiempo breve, pues se pensaba que el estado de guerra iba a ser pasajero, es por este motivo que el Comité nace “bajo el signo de la transitoriedad” (Comité Pro Paz, 1975a, p.4). Incluso en agosto de 1974 Raúl Silva Henríquez junto a Helmut Frenz, obispo luterano de Chile, Juan Vázquez, obispo de la Iglesia Metodista de Chile y Angel Kreiman, Gran Rabino de Chile, realizaron un petitorio a Augusto Pinochet donde se solicitaba el cese del estado de guerra y la revisión de los procesos judiciales (CECH, 1982). Lo primero a sugerir es una mayor preocupación e intervención estatal en la solución del asunto, en explicit en salud y educación, sobre todo porque esta última, al alcance de todos y con calidad, es la herramienta más eficaz para lograr igualdad. Según Oxfam algunos gobiernos favorecen a las compañías multinacionales en materia de gravámenes por medio de reducciones excesivamente generosas, lo que genera que la carga impositiva para las empresas nacionales equivale al doble de la carga efectiva soportada por las compañías multinacionales. Son tiempos de espera, pero sobre todo de inflación, un fenómeno que las actuales generaciones desconocen y que no sólo afecta al Hogar de Cristo. Sabemos que otras fundaciones, con operación residencial, están padeciendo problemas similares.

Desde esta situación impera la empatía profesional y la búsqueda de soluciones efectivas a través de becas en el extranjero para finalizar sus estudios y ofertas laborales (Del Valle, 2018). El camino del diálogo propuesto por la CECH no prosperó y, finalmente, se produjo el golpe militarque puso término al gobierno de la Unidad Popular. Se buscó la solución a los problemas de Chile fuera de la constitución y la ley, produciéndose un desenlace violento bombardeando la Moneda y resultando fallecido el presidente Salvador Allende. Ahora bien, cuando se funda la Conferencia Episcopal de Chile en el año 1957, desde sus inicios hace sentir su voz con respecto a la cuestión social que aqueja al pueblo en cuanto a sus problemáticas laborales y económicas (CECH, 1957). En la década del sesenta releva los derechos de los campesinos pronunciándose sobre la reforma agraria (CECH, 1962) y llevándola adelante a través del obispo de Talca Manuel Larraín y el arzobispo de Santiago Raúl Silva Henríquez, entregando la tierra de los respectivos obispados a los campesinos.

En América Latina hay varias experiencias de transferencias monetarias (condicionadas) que tienen efectos significativos en el combate contra la pobreza (Progresa de México y Bolsa Familia de Brasil, cuyos costos son 0,37% del PIB). Son transferencias que no dependen del ciclo económico sino que aseguran un mínimo de ingreso si las familias cumplen con ciertas condiciones referidas principalmente al capital humano de los niños. Tras plantearse la interrogante ¿de qué manera los sistemas de protección social que han existido en Chile, pueden considerar lo native como un espacio de posibilidades?

Esto, porque constataban en terreno que el modelo económico promovido por la dictadura, “excluía a la población más pobre del ‘proceso de producción’, privándola de trabajo estable y reducía su participación en la sociedad a su ‘demanda de bienes de consumo y de servicios’, demanda que, por lo demás, tampoco era satisfecha” (Fernández y Del Villar, 2019, p. 142). Algunos/as militaban en partidos políticos como el MAPU y el Partido socialistas o bien eran simpatizantes de la Unidad Popular; sobre todo en los primeros años, llegaron a trabajar en el Comité porque tenían vínculos con la Iglesia a través del trabajo realizados en los barrios populares. Es más, algunos/as del Comité habían sido víctimas de la represión y se disponían a colaborar en un espacio no gubernamental que más bien operaba al modo de resistencia al régimen, a veces, sin considerar los peligros que les pudiese causar en su vida personal trabajar en una institución de estas características (Del Valle, 2018). De esta manera el presente artículo busca describir una co-incidencia virtuosa entre el aggiornamento eclesial del Vaticano II y la Reconceptualización del Trabajo Social como encuentros de búsqueda de un estatuto epistemológico que respondiera a los nuevos contextos. Es decir, tanto para la Iglesia católica como para el Trabajo Social el golpe militar las encuentra en un período de renovación y fortalecimiento de su identidad.

Además, las dificultades para acceder al mercado laboral formal, especialmente para los que llegaron recién, también puede explicar tasas de pobreza por ingresos más altas en ese grupo en particular”. El objetivo de la presente reflexión es mostrar que la lucha contra la pobreza económica y material, debe comenzar con un cambio de actitud individual en que aportan las organizaciones sociales que podemos llamar conversión o búsqueda de pobreza espiritual. Convertirnos al pobre no debe ser una opción política o religiosa entre otras más (una ideología política o una teología particular), sino que en esta conversión debemos encontrar el sentido mismo a nuestra existencia, y la posibilidad de vivir en una sociedad realmente justa y fraterna.

en defensa de los mas pobres

Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Datos de Banco Mundial en que consiste la desigualdad social (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional. Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–.

«No podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de un monitoreo permanente. El Papa señala que «la transición que se necesita, hacia energías limpias… abandonando los combustibles fósiles, no tiene la velocidad necesaria. Por consiguiente, lo que se está haciendo corre el riesgo de interpretarse sólo como un juego para distraer» (55). No se puede buscar únicamente un remedio técnico a los problemas, «corremos el riesgo de quedarnos encerrados en la lógica de emparchar… mientras por lo bajo avanza un proceso de deterioro que continuamos alimentando» (57). Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.

Pero mirar qué pasa con ese fenómeno obliga no sólo a condenar la violencia y el desenfreno, sino que a revisar parte de las condiciones que provocan esta situación. Migrantes, xenofobia y aporofobia son tres conceptos situados en el centro de los violentos eventos sucedidos el fin de semana pasado en Iquique. Cuatro especialistas reflexionan sobre las causas y el trasfondo tras las reacciones desmedidas en contra de un grupo de extranjeros en nuestro país. Es así como en Cap Haitien, mediante las labores de la Sección de Coordinación Civil Militar (CIMIC) del Batallón Chile, se programan visitas a orfanatos y hogares que, en su mayoría, son dirigidos por religiosos y misioneros, que extreman sus recursos para brindar atención digna a los más necesitados en sus centros de rescate. Entre dulces y peluches, los hombres y mujeres que trabajan diariamente en la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, aparte de cumplir con las extenuantes jornadas en terreno, se han impuesto la misión paralela de llevar un poco de alegría additional en las visitas que realizan a las instituciones que albergan niños abandonados y enfermos.

El éxito del plan consiste entonces en crear una sensación de seguridad a partir de la detección de la falta más pequeña,[13] construyendo una sólida relación de confianza entre la comunidad y la policía que trabajarían mancomunadamente, en lugar de la excesiva asignación de recursos a la policía, señala el famoso plan de las «Ventanas rotas» o «Tolerancia Cero». Simultáneamente, debe crearse una sensación de vigilancia y de presencia policial para los posibles transgresores.[14] Los especialistas aseguraron, ante la preocupación manifestada por el costo de estas medidas, que se pueden aplicar en cualquier ciudad por muy limitados que sean sus recursos. Dado que la sociedad se desinteresa y criminaliza las conduc-tas de sus miembros improductivos o peligrosos para el orden social, los hechos que acontecen en las cárceles con consecuencia de muerte para los detenidos no provocan mayores críticas. Al contrario, se puede advertir en la opinión pública -inmediatamente después de las tragedias-, una cierta tranquilidad.

Las fuentes bibliográficas corresponden, principalmente, a la historia de la Iglesia en Chile, los aportes de la Doctrina Social de la Iglesia y la historia del Trabajo Social. El artículo se ordena en tres apartados el primero refiere al aggiornamento y Reconceptualización, el segundo al aporte profesional de los y las trabajadoras sociales al Comité Pro Paz y a la Vicaría de la Solidaridad y, finalmente, se desarrolla una reflexión sobre el co-incidir virtuoso. Completarían los esfuerzos una generación constante de empleos e inversión en áreas productivas tanto del sector privado como estatal, y para completar un Estado que desarrolle políticas públicas dirigidas a garantizar acceso y oportunidades para todos. En el caso de  Honduras, el BM señaló que tiene sixty four,5 por ciento de la población en la pobreza y 42,6 por ciento en la extrema pobreza, por lo que en términos del coeficiente Gini, la desigualdad es del 53,7. El economista de la Universidad de Quilmes y de la Asociación de Economía para el Desarrollo de Argentina, Germán Herrera Bartis, señaló que es necesario distinguir entre pobreza y desigualdad en este grupo heterogéneo. Agregó que la pobreza se vincula con el ingreso medio de una sociedad y la desigualdad con la distribución.