Pobreza Extrema En Latinoamérica Crece En 2021 Pese A Recuperación Económica

Estos elementos reflejan la continuación de la crisis social, para poner en evidencia la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios. De todas maneras, Bárcena ve espacios para ser optimista, al plantear que “la pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social que brinde protección, certidumbre y confianza. Un nuevo contrato social debe avanzar y fortalecer la institucionalidad de los sistemas de protección social y promover que estos sean universales, integrales, sostenibles y resilientes”. Por otra parte, Bárcena destacó que “la pandemia ocasionó una salida contúndete de las mujeres del mercado laboral o precariedad con pérdida de ingresos y aumento en la sobrecarga de cuidados”, fenómeno del que no queda ajeno Chile.

cepal pobreza 2022

A nivel regional, se registran 22 millones de nuevos pobres, lo que implica un retroceso de 12 años. Agregando, «Más de one hundred eighty millones de personas en nuestra región no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y, entre ellas, 70 millones no tienen ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos». Con respecto a la pandemia de COVID-19, el documento subraya que incumbe a los Gobiernos la responsabilidad primordial de adoptar y aplicar respuestas a la pandemia de COVID-19 que sean específicas para su contexto nacional, así como de movilizar los recursos necesarios para ello. En este contexto, destaca que la recuperación posterior a la pandemia debería ampliar y apoyar las políticas de desarrollo en América Latina y el Caribe, fomentar la inversión en innovación, investigación y desarrollo, así como una solidaridad y cooperación regionales renovadas. Según datos de la misma institución, el crecimiento de la tasa de pobreza extrema creció de thirteen,1% a 13,8% entre 2020 y 2021, con una disminución de la pobreza de 33% a 31,1%, lo que se traduce en 201 millones de latinoamericanos que están en este espectro socioeconómico. Esto significa que la cantidad de individuos en pobreza extrema pasaría de 81 a 86 millones y el número total de personas en situación de pobreza bajaría ligeramente de 204 a 201 millones, informó.

De acuerdo a la Cepal, la tasa de incremento de la pobreza extrema representa «un retroceso de 27 años» en el avance de los indicadores. Cimoli manifestó que «si se le suma que este problema afecta mucho más a las mujeres, a los sectores informales, que no hay recursos para mejorar en lo social, el impacto de la situación puede ser todavía mayor«. El organismo anticipa que el conflicto bélico europeo aumentará los precios de energía y alimentos. Para hacer frente a los retos, la Cepal aboga por impulsar la reactivación económica, enfrentar la inflación y el aumento del costo de la vida, ofrecer apoyo a los hogares más vulnerables, de conjunto con mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas. Con respecto a la meta del hambre cero, un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señaló que durante los últimos tres años, el número de personas con hambre en América Latina pasó de 43,three millones a 56,5 millones. La Covid-19 provocó en Latinoamérica la peor crisis en más de 100 años y objetivos de la Agenda 2030, como el fin de la pobreza y el hambre cero, están en zona de riesgo dado su bajo ritmo de avance, estancamiento o retroceso.

El informe publicado esta mañana revela que, tras la expansión económica de 2021 (6,3%), la región alcanzará este año un crecimiento anual promedio de 1,8%, una cifra que la ubica en el lento patrón de crecimiento registrado entre 2014 y 2019. El difícil panorama “es un conjunto de más de un decenio de disaster acumuladas, como la crisis financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia”, sostuvo Cimoli en una rueda de prensa en la que representantes de la Cepal detallaron los hallazgos realizados por el organismo. De igual forma, en el estudio se indica que las personas migrantes han aumentado su presencia en los mercados de trabajo de la región, contribuyendo con ello a la economía y sociedad de los países de destino.

“La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis sanitaria”, lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación digital del informe desde Santiago de Chile. Los países con las peores cifras en la región fueron Argentina, Colombia y Perú, los tres con aumento de siete puntos porcentuales o más. A la luz de todo lo anterior, Bárcena sostiene que “la ‘recuperación’ económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población”.

En setiembre de 2021, el aumento es del 70% y de 50% el mes siguiente (Presidencia de la República, 2020; 2021). Por un lado, se consideraron las comparecencias de las autoridades del MIDES al Poder Legislativo, organismo encargado de la aprobación, tanto de la Ley de Presupuesto como de las Rendiciones de Cuentas. La página net de la desigualdad de Presidencia de la República4, informa diariamente de diversas actividades realizadas por el gobierno, que son cubiertas por la prensa oral y escrita. Salvo excepciones, se trata de conferencias y ruedas de prensa por parte de autoridades gubernamentales, luego reproducidas por los medios masivos de comunicación.

La mayoría de las regiones del país presentaron bajas estadísticamente significativas en la pobreza multidimensional en comparación a la encuesta Casen 2017, destacando Ñuble (- 9,2 pp), La Araucanía (-7,2 pp), Coquimbo (-6 pp), Aysén (-5,6 pp), Los Lagos (-4,9 pp) y Magallanes (-3,6 pp). Las cifras descritas también dan cuenta de una situación más favorable que la registrada en 2019 (30,2% y eleven,3%, respectivamente), año previo al inicio de la pandemia de Covid-19. De no actuar ahora, la CEPAL advierte sobre el “riesgo de cicatriz permanente en las trayectorias educativas y laborales de las generaciones más jóvenes” de la región.

A esa conclusión llegó la Comisión Económica para América Latina y el Carbine (Cepal), de acuerdo al informe «Panorama Social de América Latina», presentado esta semana. En el caso de Chile seguimos con la segunda tasa de pobreza más baja de la región, después de Uruguay (5%), pero se registró un aumento de 3,5 puntos porcentual hasta 14,2% en 2020. El último informe de la Cepal “Panorama Social de América Latina 2021” entrega un triste panorama sobre la pobreza en la región. En términos generales, Latinoamérica ha retrocedido casi 30 años en materia de pobreza extrema debido, principalmente, a los efectos generados por la pandemia. En medio de los severos efectos de la pandemia sobre la economía y el mercado laboral, las ayudas estatales entregadas por el gobierno llevaron a que Chile fuera el país que destinó los mayores recursos a gasto social el año pasado.

En 2021, la pobreza en América Latina alcanzó al 32,3% de la población, incluyendo a un 12,9% de la población en situación de pobreza extrema. Estas cifras representan una leve caída respecto del año anterior, de 0,5 puntos porcentuales en la pobreza y de 0,2 puntos en la pobreza extrema. Al mismo tiempo la encuesta reveló que la pobreza extrema también experimentó una reducción en 2022 y se ubicó en el 2% a diferencia de 2020 que fue del four,3%. Más de one hundred eighty millones de personas en nuestra región no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y, entre ellas, 70 millones no tienen ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos. En whole, casi un tercio de la población de la región vive en situación de pobreza, porcentaje que se eleva a 42,5% en el caso de la población infantil y adolescente, una realidad que no podemos tolerar. La incidencia de la pobreza también es más alta entre las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales”, señaló José Manuel Salazar-Xirinachs, máxima autoridad de la CEPAL.

La encuesta Casen tiene representatividad a nivel nacional, por zonas geográficas urbana y rural, y también regional, y no está diseñada para tener representatividad a nivel comunal. En materia de la desigualdad económica, la Casen 2022 destaca que el 20% de los hogares con mayores ingresos monetarios obtiene ingresos eight,2 veces superiores a los del 20% de hogares con menores ingresos. Ambos indicadores muestran mejoras en comparación con mediciones anteriores y son los mejores resultados de su serie. Entre las regiones, Ñuble (12,1%), La Araucanía (11,6%), Tarapacá (11%) y Arica y Parinacota (9,2%) presentan las tasas de pobreza por ingresos más alta en el país, mientras que en Magallanes (3,4%), Aysén (4%), Metropolitana (4,4%) y Los Ríos (5,9%) se observan las tasas más bajas. No obstante, solamente la pobreza extrema ha aumentado levemente con respecto al año pasado, que se registró en 12,9%, y según indicó el organismo, las proyecciones 2022 significan un retroceso de 25 años para la región.

Wünsch recalca además el papel de las ONG y la difícil situación que viven en muchos países de Latinoamérica. Nicaragua, por ejemplo, ha clausurado ya unas 1.500 ONG desde que estalló la disaster política en 2018. La Cepal calcula que 2022 cerró con un 32,1 % de la población de la región en situación de pobreza, y un thirteen,1 %, en pobreza extrema. De acuerdo a ONU Mujeres, durante los últimos años la tendencia de muertes relacionadas con el género tuvo una baja, sin embargo, la pandemia del COVID-19 agudizó las cifras, generando un deterioro de la situación. El organismo señala que durante 2022 más de 133 mujeres y niñas fueron asesinadas por alguien de su propia familia, haciendo del hogar el lugar más peligroso para muchas mujeres. Con más de 55,7 millones de casos y cerca de 1,5 millones de muertes en dos años, Latinoamérica es una de las regiones más afectadas en términos sanitarios y económicos por la covid-19, que provocó en 2020 una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 6,8 % -la mayor en 120 años-.

Se necesitan mecanismos de estabilización de los precios de los combustibles, así como subsidios focalizados y temporales a los grupos de población más vulnerables y a los sectores productivos orientados al mercado interno, recalcó el informe. En diciembre de 2021, la CEPAL proyectaba un aumento del 10% del valor de las exportaciones regionales de bienes y del 9% del valor de las importaciones. Sin embargo, el alza de los contra la desigualdad precios de varios de los principales productos que la región comercializa elevó la proyección para 2022 a una expansión del 23% tanto de las exportaciones como de las importaciones. En cuanto a las exportaciones, el documento agregó que éstas se verán impactadas por el alza en los precios de las materias primas, el aumento de los costos de transporte y las perturbaciones en las cadenas internacionales de suministro.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, llamó a mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la disaster sanitaria esté controlada, ya que fueron claves en gran parte de los países para mantener a raya los niveles de pobreza. La pobreza en América Latina y el Caribe alcanza niveles alarmantes, según informe de 2022 de Panorama Social, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se estima que en esta situación se encontrarían aproximadamente 201 millones del whole de la población regional que abarca aproximadamente los 662 millones. Al mismo tiempo, el citado informe revela que también se encontrarían más de 82 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza extrema. La tasa de pobreza extrema también bajó hasta el 11,2 % de la población (70 millones de personas), manteniéndose en niveles similares a 2019, indicó en una nueva edición del informe ´Panorama Social de América Latina y el Caribe´ el organismo dependiente de la ONU, con sede en Santiago de Chile. El cierre prolongado de las escuelas en América Latina (70 semanas promedio de cierre frente a 41 semanas en el resto del mundo), exacerbó las desigualdades preexistentes en materia de acceso, inclusión y calidad.