Vivienda Y Segregación Social, Las Otras Desigualdades Que El Covid-19 Hizo Visibles Universidad De Chile

Luego del breve recorrido teológico, propongo algunas reflexiones finales que quieren ser una contribución al debate en torno a las desigualdades que hieren la convivencia humana, a nivel global y local, y que demandan una urgente respuesta que nos conduzcan a una paz basada en la justicia. Vemos, pues, que la igualdad como derecho humano basic ha hallado “carta de ciudadanía” y un desarrollo teológico en el discurso social de la Iglesia. No es posible presentar aquí la evolución teológica y ethical que ha tenido, en la enseñanza o doctrina social de la Iglesia (DSI), la comprensión del valor de la igualdad y su contracara, la desigualdad. Pero aun así hay personas en toda América Latina que siguen luchando por otro mundo y lo vamos a conseguir.

De hecho, algunas políticas han generado dinámicas que han provocado un agravamiento de las desigualdades y un estancamiento de la productividad. Pareciera regular que se permita que una mujer tenga un salario inferior a un hombre, aunque ambos desempeñen la misma función o la misma responsabilidad laboral, teniendo ambos la misma cualificación profesional. De estas incertidumbres sólo se salva un grupo que –dependiendo de la dimensión que se considere– oscila entre el 20% y el 5% de más altos ingresos. Para efectos de nuestro ejercicio inicial, esto implica que reducir la desigualdad de 0,49 a zero,forty three para Chile o de 0,50 a zero,43 para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. Si bien esta operación aritmética no se acerca a ser una aproximación exhaustiva para comprender los determinantes del conflicto social, logra dejar ver una tendencia clara que puede entregar luces respecto a alguno de los orígenes del descontento del país.

Para la académica estas dos son las principales causas de desigualdad en salud que afectan a la mujer, junto al tiempo que toma el cuidado del hogar. “La sociedad asume que el cuidado del hogar lo debe hacer la mujer, aunque además trabaje fuera de casa, debe hacer las dos tareas lo que ocupa mucho tiempo, por lo tanto tiene menos espacio para el autocuidado, la prevención de enfermedades, and so on.”. Las mujeres también son mayoritarias en los empleos considerados “vulnerables”, como por ejemplo los que realizan en sus propios hogares o cuando trabajan para algún familiar.

desigualdades en el mundo ejemplos

Entonces, veo que hay dos fuerzas que van en sentidos opuestos y que terminan por balancearse. En este sentido, durante las últimas semanas el Ministerio de Vivienda comprometió la entrega de “kits de salud” que incluyen cloro gel, toallas desinfectantes, detergente, pasta de dientes, cepillos de dientes, guantes, jabón, paños de limpieza y lavalozas, entre otros,  que están destinados a las personas que viven en los 802 campamentos que se tienen catastrados. La ayuda ya estaría llegando a los primeros 290 campamentos y seguirá sucediendo así todos los días, cube el ministro Cristián Monckeberg. “Mediante una alianza público privada, se acordó el aporte de la CPC para contar con 47 mil kits más, con los que llegaremos al whole de campamentos. Estamos trabajando en conjunto con las Fuerzas Armadas, el mundo privado, para llegar con estos kits, y con toda la información a las familias para prevenir contagios en los campamentos. Efectivamente, este virus a todos nos puede tocar, pero hay familias más vulnerables y en ellas debemos focalizar una ayuda lo más integral posible”.

Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto actual, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de crisis a través de recursos descargables. Para hacer seen este problema, desde Good Neighbors Chile hemos preparado una recopilación de datos alarmantes sobre la desigualdad educativa y la pobreza en Chile. «Hay un reduccionismo conceptual terrible en eso. Es impresionante y la falta de profundidad del tema, es decir, tener una sociedad más igualitaria contribuye a la paz social, contribuye al crecimiento económico, contribuye al desarrollo económico». «Llevamos décadas diciendo que Chile en términos de distribución de ingresos, tenemos una alta desigualdad y no mejora incluso después de algunas medidas redistributivas. Del punto de vista de la desigualdad material, está claro que no la hemos logrado podido revertir eso», detalla Méndez. Eso quiere decir, detalla Méndez, en que una sociedad ve que esas diferencias van configurando asimetrías que no consideramos legitimas.

Sin embargo, en países con indicadores de desigualdad de género más acentuados, las diferencias en la estructura cerebral son más notables, afectando áreas cerebrales relacionadas con procesamiento emocional, resiliencia a la adversidad, y respuestas a la desigualdad, así como con depresión y otros problemas de salud psychological. El acceso a educación de calidad y el entorno crean diferencias desde el primer día de clases, que pueden persistir toda la vida de una persona, “marcando” socialmente a cada niña o niño, afectando los conocimientos, relaciones sociales, el lenguaje, el desarrollo de habilidades y oportunidades, que se traducirán en empleabilidad, éxito profesional y movilidad social. Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y el nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa).

Claro, hay grandes diferencias entre las desigualdades del mercado y las que vienen luego después de la redistribución. Pero como comentamos antes, en la OECD los estados que hacen eso logran disminuir la desigualdad, y en América Latina en common, aparte de Uruguay, no hay otros países que tengan un impacto mayor en ese tipo de redistribución. Hace dos semanas, el World Inequality Lab, entidad liderada por el economista francés Thomas Piketty, actualizó los datos de desigualdad para muchos países del mundo, incluyendo Chile, y los resultados no fueron muy alentadores. En agosto de 2019 se aprobó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Integración desigualdades de la globalización ejemplos Social Urbana que impulsa el MINVU y que incentiva la densificación de buenas locaciones de vivienda con proyectos privados que incorporen cuotas para viviendas sociales, lo que le permitirá a las personas acceder, con subsidios, a barrios mejor localizados. La iniciativa ya se discute en el Senado y es defendida por el ministro Monckeberg, ya que “busca acabar con la segregación”, pero ha sido más bien cuestionada por los expertos entrevistados. Imagen del pabellón chileno en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2018, donde Alejandra Celedón estuvo a cargo de la muestra Stadium, sobre el cambio en la política de viviendas sociales llevada a cabo en 1979.

En cambio, los malos colegios solo permiten a los jóvenes pobres y de clase media, ingresar a universidades de baja calidad o estudiar profesiones sin demanda en el mercado. Cuando los estudiantes de estos colegios son evaluados por PISA logran resultados similares al promedio de los estudiantes de la OCDE, que en su mayoría asisten a escuelas públicas. Menos del 5% de los estudiantes de Chile son capaces de alcanzar los niveles máximos de aprendizaje en la prueba PISA”.

La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es fundamental para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Según los resultados de la última PAES, Cambridge College, ubicado en Providencia, fue el establecimiento con el promedio más alto (879,three puntos).

Mucha gente que podría ser un gran aporte a la sociedad se queda atrás porque no logra avanzar, por más que quiera. Un llamado de este estudio es a que cada individuo puede disfrutar al máximo su potencial, para sí mismo y la sociedad, pero para ello tenemos que tener soluciones más creativas para los problemas que se presentan”. Para la Directora Ejecutiva de CIDENI, Ester Valenzuela, “salir de la pobreza no es una responsabilidad individual desigualdades socio territoriales de las personas, sino una responsabilidad del país”, agregando que Chile “necesita una ley de Garantías y una institucionalidad que integre la participación de los niños, niñas y adolescentes”.

En 2013, la riqueza promedio de familias de altos ingresos era casi siete veces la de las familias de ingresos medios y casi 70 veces la de las familias de bajos ingresos. Estos son los mayores niveles de desigualdad de riqueza registrados por la Reserva Federal desde que comenzaran a recopilar datos treinta años atrás (Fry y Kochhar, 2014)(1). A escala mundial, según un estudio de 2014, el patrimonio de las ochenta y cinco personas más ricas del mundo es equivalente al de los three.500 millones más pobres(2).

«Otro elemento que es bien relevante y que nosotros en COES también hemos recogido en las encuestas, es que la gente se queja de un maltrato sistemático, maltrato en el trabajo, maltrato por la gente de mayores ingresos, maltrato en la vía pública, que también tiene que ver en cómo nos organizamos como sociedad». Las políticas implementadas en la región para abordar la desigualdad y la productividad han tenido éxito limitado. Por ahora se observa la búsqueda de soluciones a corto-plazo para combatir los desafíos de la alta desigualdad y la baja productividad. Las respuestas políticas tienden a ser fragmentadas e ineficaces y, en algunos casos, incluso pueden terminar profundizando las distorsiones existentes en el largo plazo.

La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. América Latina se ha convertido en la región más desigual del mundo y con una mayor cantidad de personas en condiciones de pobreza. Sociedades más desiguales tienen más probabilidades de padecer inestabilidades sociopolíticas.

Ignacio Flores, coordinador para América Latina del World Inequality Lab, explica por qué los datos de Casen no son suficientes para medir la desigualdad y la concentración de los ingresos. Agregó que respecto a la prevención de Infecciones de Transmisión sexual y VIH, “las mujeres han demostrado ser muy efectivas, según las cifras entregadas por la Plataforma Sur VIH del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud. El año 2020, el eighty three,3% de los casos confirmados VIH positivo correspondieron a hombres, superando en 5 veces los casos confirmados en mujeres; en Sífilis, la infección en hombres representa un 67%, con una relación de 2,1 hombre por cada mujer. Respecto a la Gonorrea la notificación durante el año 2020, correspondió a eighty four,8% en hombres, con una relación de 5,6 hombres por cada mujer”. Aunque en este caso el sistema haya sido desarrollado por una universidad privada local, nuevamente se trata de una iniciativa invasiva de recolección de datos sensibles de menores de edad que conlleva gran riesgo de profundizar situaciones de prejuicio y estigmatización hacia grupos históricamente vulnerables.