Mujeres Indígenas: Charla Abordó Desigualdad Social En El Acceso A La Salud Durante La Pandemia > Uct

Otro aspecto relevante es la diferencia existente entre lo reportado por el MDSF durante el año 2020 y la estimación realizada para el año 2021. En la primera instancia se observó un fuerte aumento de la desigualdad en todos sus ámbitos, superando todo registro de estos indicadores para los últimos quince años. Con la intensidad del nuevo paquete fiscal para el año 2021 se logra revertir esa situación, consiguiendo que la desigualdad alcance mínimos históricos de forma momentánea. Por su parte, las ayudas que fueron directamente a los hogares en los años 2020 y 2021, tales como el IFE common y laboral, los bonos a la clase media y transportista, entre otros, se contabilizan en alrededor de 28,5 millones de dólares, según se detalla en la siguiente tabla. El coronavirus ha afectado a comunidades mapuche de diferentes formas, partiendo por la manera de relacionarse de las familias o personas mapuche en las comunidades.

Por ejemplo, Boyeco que está a 10 kilómetros de Temuco, en ese territorio funcionó por más de 20 años un vertedero, ahí la gente efectivamente no puede cultivar sus verduras porque el agua está contaminada. Hay personas que han sacado proyectos de riego y llevan sus lechugas de Boyeco, ¿quién las va a comprar? Por ejemplo, es que mucha gente que tiene que ir a Temuco a trabajar o hacer un trámite, le alcanza para una bebida con pollo asado lleno de hormonas porque no puede criar sus gallinas. Como organizaciones de salud y desde el punto de vista de la salud pública, hemos venido proponiendo hace mucho tiempo que los programas deben adecuarse al territorio y no al revés, pero hasta ahora siempre son los territorios los que se adecuan a los programas.

Pero eso ya es imposible de encontrar en ciudades de más de one hundred mil habitantes, por lo que terminan construyendo en la periferia, en lugares como Lampa, Buin, Talagante, Melipilla, donde hay menos población y donde tampoco están obligados a dotarlos de equipamientos complementarios, que las viviendas estén cerca de colegios, servicios de salud, and so forth.”, explica. “Por otro lado, aunque ha habido un avance con respecto a lo que se hizo durante la dictadura militar, todavía quedamos al debe en cuanto a otras condiciones de habitabilidad, como la parte acústica, térmica y de localización”. Además, Correa y otros integrantes del centro apelan a la necesidad de establecer cuarentenas preventivas en barrios vulnerables incluso antes de que se detecten casos de contagio. “Nosotros creemos que lo mejor es hacer la cuarentena, porque justamente es en situación de hacinamiento o de allegamiento que suben las probabilidades de que mucha gente se contagie y en un plazo más corto. Por ejemplo, si una persona está enferma en casa, pero esa vivienda tiene mala calidad térmica, no va a estar cómodo, va a pasar frío, habrá humedad y el virus puede ser más difícil de controlar”, cube Correa. “Estamos seguros de que el Estado puede aumentar su deuda pública en un 20%, como muchos países lo están haciendo, porque Chile es uno de los que tiene menor deuda pública de Latinoamérica.

A Chile no le faltan mecanismos regulatorios, le falta que nos pongamos de acuerdo sobre cómo queremos common las cosas. A mí me cuesta pensar, por ejemplo, que en el último año en Santiago se haya construido una mejor ciudad. Es el momento de pensar en una ciudad más equitativa con los estándares de vida, es brutal que eso no esté en discusión hoy día y es brutal también que mandemos a la gente a hacer cuarentena en su casa, pero no tengamos idea de en qué condiciones vive”. Imagen del pabellón chileno en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2018, donde Alejandra Celedón estuvo a cargo de la muestra Stadium, sobre el cambio en la política de viviendas sociales llevada a cabo en 1979.

Venezuela es el país que ha registrado una mayor caída de su producción, como en años anteriores, si bien esto no se puede achacar solo al impacto del virus. Durante la dictadura, en tanto, la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) a cargo de Miguel Kast elaboró los primeros mecanismos para diseñar, aplicar y evaluar su política social, entre los que se cuentan el Mapa de Extrema Pobreza (1974), la Ficha CAS (1977) y la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional o CASEN (1985). Con ellas se proponía una política social que tuviera como objetivo erradicar la pobreza extrema mediante el crecimiento económico y la entrega directa, desde el Estado, de subsidios a los más pobres, pero para ello se debía identificar a los beneficiarios. Si analizamos el aumento de la pobreza por tipos de hogares, lejos el mayor crecimiento ocurrió en los hogares monoparentales (donde es más habitual desigualdad social ejemplo que solo cuenten con un ingreso), que suelen estar encabezados por mujeres.

“También es necesario desarmar la concept de que los migrantes tengan un problema especial con el virus; son las condiciones habitacionales las que tienen un problema y eso afecta a todos quienes vivan en esas condiciones. Asimismo, en el actual contexto de pandemia es importante analizar los problemas de hacinamiento haciendo énfasis en el rango etario de la población a la cual afecta. Quizá esto suena utópico, sin embargo, en aquellos lugares en donde el Estado y el sistema capitalista han resuelto no poner atención, o peor aún, ponerla únicamente para despojar y violentar, la alternativa natural ha sido resolver los problemas colectivos a partir de la autogestión y la organización comunitaria. Es en esas regiones y pueblos, con procesos sociales autogestivos potentes, en donde tenemos la oportunidad de aprender distintas maneras de relacionarnos con la naturaleza visualizándonos como parte de ella, mirar resistencias frente al sistema capitalista y conocer formas de desarrollo integral comunitario. En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores. Pablo Allard, por su parte puso de manifiesto que el coronavirus ha dejado en evidencia las grandes diferencias que existen en las grandes ciudades, “el Covid nos mostró el sentido de urgencia que tenía el hecho de garantizar el acceso universal de viviendas dignas y por otro lado el acceso a una ciudad que sea realmente un atajo a la equidad”, expresó.

Para esto deberán generarse programas de capacitación y de apoyo para que cada vez más trabajadores puedan realizar sus labores de forma remota e incorporarse a las nuevas tendencias de tecnologías digitales. En segundo lugar, es de vital importancia poner en el centro de la estrategia actividades basadas en innovación que permitan superar el estancamiento de la productividad en la región. Uno de los principales desafíos para superar este obstáculo será lograr reformar el aparato del Estado, con el objetivo de convertirlo en un agente articulador de los actores públicos y privados como los casos más emblemáticos que pudieron salir de la “trampa de ingreso medio”.

Cabe destacar que el monto recibido period reducido a la mitad si es que el hogar contaba con ingresos formales. En los casos donde el hogar recibiese ingresos formales, este debía encontrarse dentro del 40% más vulnerable del ISE, y la suma de los ingresos formales debía ser menor al aporte que le correspondiese a un hogar sin ingresos formales de similares características. El artículo analiza el impacto de la pandemia Covid-19 en la situación laboral de las personas jóvenes en Argentina. A partir de una revisión bibliográfica y del procesamiento de información estadística secundaria, se argumenta que la situación educativa y laboral de las juventudes se encuentra atravesada de manera interseccional por los patrones de género y clase social.

Dejar en evidencia las desigualdades sociales es una de las consecuencias de esta pandemia por Covid-19, la cual ha golpeado a nuestro país y el mundo. Y es que, si bien ello conlleva a que compatriotas sufran injusticias y carencias, es también una oportunidad para que la estructura del sistema se fortalezca en favor de un mejor vivir para la sociedad en su conjunto. Para analizar la situación actual desde la visión del trabajo social y sus diversas teorías, se consultó a la directora de la Escuela de Trabajo Social sede Chillán, Dra. Carmen Gloria Jarpa Arriagada y al jefe de carrera de Trabajo Social sede Concepción, Felipe Saravia Cortés. En materia laboral, por ejemplo, se da cuenta de lo dispar del acceso al teletrabajo, que tuvo a solo 19% del estrato social bajo con acceso al beneficio, a diferencia del 31% del medio o el 48% del alto. Respecto de esta modalidad laboral, sobre el 70% en todos los sectores económicos aseguró que ha traído como consecuencia un aumento de la carga de trabajo.

desigualdad social en pandemia

Tratamos de darle un poco la vuelta a cómo repensar los marcos teóricos, cómo darle vuelta a la metodología y cómo también un poco motivar a los estudiantes en ir un poco más allá de los simples datos y de los simples promedios que generalmente estamos mirando”. No podemos quedarnos de brazos cruzados o hacer vista gorda, ya que los conflictos sociales una vez terminada la pandemia probablemente no disminuyan, es más, hay buenas razones para pensar desigualdad social en américa latina que escalará en Latinoamérica. Primero, hay que generar acuerdos sociales amplios (en este sentido la convención constituyente es una buena oportunidad, pero con mucho riesgo de no resultar satisfactoria). Recuperar con fuerza el empleo (sobre todo en grupos más vulnerables, donde debería existir un subsidio). Ser cautos en entregar muchos beneficios sociales a costa de dificultar el emprendimiento y la labor empresarial (aunque sea poco popular).

“Hasta que la dignidad se haga costumbre” fue una de las frases que se transformó en consigna tras el estallido social del 18 de octubre y que de alguna manera engloba las exigencias de la ciudadanía relacionadas con diversas materias que van desde mejora de sueldos, pensiones y término de las AFP hasta reformas en la educación. Sin embargo, en esa larga lista, las demandas de mejor salud y vivienda digna aparecían más bien desplazadas. Hoy, la pandemia ha hecho nítida la vulnerabilidad de quienes viven en condiciones precarias como campamentos y viviendas sociales de baja calidad, o en situación de hacinamiento y con escaso acceso a una atención de salud oportuna. ¿Pero cómo pueden acatarla las seventy seven mil familias del quintil de más bajos ingresos que viven hacinadas? Las autoras de esta columna argumentan que esa precariedad es hoy un factor que facilita el contagio. En este detallado mapeo del hacinamiento y la disponibilidad de agua potable en los campamentos, las autoras destacan que la pandemia ha dejado al desnudo el rol social que cumplen las viviendas.

Al margen de Venezuela, cuya disaster es mucho más profunda y tiene causas que van más allá del efecto de la pandemia, las economías centroamericanas han reducido sus exportaciones por encima de la media, así como Paraguay, Uruguay, Perú y Argentina. La caída en las importaciones ha sido más pronunciada en Panamá, Paraguay, El Salvador, Ecuador, México y Colombia. Algunos ejemplos son el Ingreso Familiar de Emergencia en Argentina, el Bono COVID-19 de Chile, el Ingreso Solidario de Colombia, el Bono Proteger en Costa Rica o el Bono de Emergencia en Brasil. El estudio «La desigualdad social frente al COVID-19 en el Área Metropolitana de Santiago«, desarrollado por CEPAL, contradice aquella teoría. Una frase escuchada en más de una ocasión durante este prolongado confinamiento y que pretende explicar de manera, tal vez algo simple, sus devastadores efectos entre la población.

Lo anterior implicó incertidumbre por parte de los distintos gobiernos alrededor del mundo respecto de cómo lograr reducir la transmisión del virus, y, al mismo tiempo, mitigar el impacto en la economía asociado a los efectos de la pandemia. En este sentido, el Ingreso Familiar de Emergencia fue un aprendizaje por parte de los distintos actores, no solo en aspectos fiscales, sino también en la necesidad de poder identificar de forma correcta cuáles fueron los sectores más afectados por la disaster sanitaria. Lo anterior implicó un fuerte desafío para los instrumentos de focalización en Chile, obligando a realizar una revisión de la información utilizada y de la capacidad de reacción de las instituciones ante una emergencia de este tipo. Como se observa en el Gráfico four, la participación de los hogares del primer decil en los ingresos totales a nivel nacional se triplica.