En Tu Bolsillo: Las Impactantes Cifras De Desigualdad De La Riqueza

“A lo largo de casi 300 mil años después de la aparición de homo sapiens, los ingresos per capita fueron apenas superiores al mínimo necesario para sobrevivir”, escribe. Las consecuencias de tener un precario estado de bienestar y un modelo económico que ha promovido la privatización de la seguridad social se ven reflejadas en diversos aspectos de la sociedad. En esta categoría, Sen (2000) señala que hay diversas características, de las cuales el individuo no es res-ponsable, que configuran de una u otra manera sus necesidades, y, por consiguiente, sus metas y elecciones.

El video entrega recomendaciones a la familia para estimular el desarrollo de la lectura y escritura en niños y niñas de 3 a 5 años. En las pruebas de alfabetización financiera, la población chilena tiene un 47% de respuestas correctas versus el 64% que es el promedio OCDE. Un dato, publicado en enero pasado por la misma organización permite comprender la dimensión del problema. “En 2017 por cada dólar de ingreso fiscal colectado en el mundo, solo 4 centavos procedían de la fiscalidad sobre la fortuna”. El exministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, se refiiró al problema de Estado que involucra a Chile y Argentina, luego de que el país trasandino instalara paneles solares, pertenecientes a una base militar, en territorio chileno. Ignacia Fernández, subsecretaria de Agricultua, profundizó en las ayudas del Gobierno tras la declaración de Emergencia Agrícola en La Araucanía por los daños provocados por el sistema frontal que azotó a la zona centro-sur del país.

Hoy, dice, lo que están usando en muchos países es la metodología que ha desarrollado el Laboratorio Mundial de la Desigualdad (World Inequality Lab) y que integra datos que provienen desde encuestas de hogares -como la CASEN- hasta datos de declaraciones fiscales, de seguridad social y de las Cuentas Nacionales que elabora el Banco Central. (La metodología que usa Flores, conocida como “Cuentas Nacionales Distributivas”, fue propuesta en una investigación de 2008 de Thomas Piketty, Emmanuel Saez, Gabriel Zucman). Además de las brechas en la distribución de la riqueza, este crecimiento desigual no ha ido aparejado con el desarrollo de un estado de bienestar que esté a la altura de las necesidades. El país tiene un estado de bienestar extremadamente reducido y una mercantilización de los servicios básicos extremadamente elevada que ha llevado a la mayoría de los chilenos, no solo a la clase media, a gastar altas sumas de dinero y endeudarse para acceder a la salud, educación y a la seguridad social. En un informe de inicios de año, desde Oxfam se indicó que “desde 2020, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado.

desigualdad riqueza

La ‘vivienda asequible’ suele oponerse a la ‘vivienda a precio de mercado’, desarrollada y comercializada o arrendada –ostensiblemente– sin regulación gubernamental ni subsidios. Aunque ni el precio ni la elegibilidad estén regulados, la vivienda a precio de mercado se beneficia de reducciones de impuestos que se suman a subsidios gubernamentales propios. Para Deaton, Premio Nobel de Economís 2015, la estimulante historia del progreso materials es también el relato de cómo se ha extendido la desigualdad entre los países y dentro de los países. Los avances de la medicina han significado para gran parte de la humanidad el “Gran Escape” respecto de todo tipo de privaciones y de muchas enfermedades mortales. Pero aunque es cierto que cada vez hay más gente saludable y con acceso a bienes y servicios básicos de calidad, hoy en día el mundo es crecientemente inequitativo. 1Estas dimensiones de la desigualdad hacen referencia a aquello que ocurre, primeramente, con la distribución de la riqueza e ingresos en una economía, es decir, dimensión ex-ante; y ex-post, cuando se alude a la redistribución de estos mismos (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2013).

El motivo es que el Gini reportado periódicamente por los organismos internacionales no captura correctamente los ingresos de los individuos de más altos ingresos. Estos indicadores se basan exclusivamente en datos provenientes de encuestas de hogares (en el caso chileno, la encuesta CASEN), que no son representativas para los percentiles de más altos ingresos (es decir, muy rara vez una persona de altos ingresos aparece encuestada en la CASEN). Además, las personas de altos ingresos que sí son encuestadas, subreportan sus ingresos, ya sea porque no los conocen con exactitud o porque no desean hacerlos públicos. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.

El dato decidor, según la Encuesta Casen 2009, es el que ubica a la Región del Bío-Bío como la segunda región más pobre del país, solo superada por la Región de la Araucanía. Hay que considerar que esta medición es anterior al terremoto del 2010, por lo tanto el cuadro real debe ser hoy mucho más dramático por la pérdida de fuentes de trabajo, cesantía, destrucción de viviendas, alza del costo de la vida, and so forth. Para la Investigadora principal de la línea Geografías del Conflicto del COES y especialista en movilidad social, se trata de un trabajo imprescindible para la comprensión de las desigualdades sociales y sus efectos. “Sabemos que uno de los principales desafíos para la comprensión de la desigualdad de riqueza es atender a su dimensión global y comparada”, explicó.

Lo único nuevo es que ahora lo dicen los socios del «club de los países ricos»; club al que los dueños y administradores del modelo chileno se esforzaron tanto por ingresar. “Contar con datos de alta calidad que permitan reconocer las particularidades institucionales de los diferentes contextos de distintos países en los que operan las élites, será muy relevante para ofrecer perspectivas fiables sobre la cohesión social”, concluyó Méndez. “En tercer lugar, y lo más importante, hay una intensa competencia fiscal entre países debido a un sistema fiscal basado en la residencia. Esto es diferente de los Estados Unidos, el cual es un país más grande, por lo que es más difícil mudarse al extranjero y, en segundo lugar, y lo que es más importante, tiene un sistema de impuestos basado en la ciudadanía, así como impuestos de salida sobre la renuncia a la ciudadanía”.

El autor muestra que el momento constitucional de 1925 marcó el declive político de esa elite, pero que su preponderancia social se ha visto poco afectada hasta el día de hoy. En la primera etapa de investigación, el grupo de estudio centró la atención en las élites económicas que cumplen una variedad de roles organizacionales clave y que están en posiciones para tomar decisiones consecuentes sobre producción, intercambio y redistribución, es decir, para ejercer poder económico. De Chile, explica que “al ultimate del día, el tema de la desigualdad está en otros componentes que tú experimentas más que un índice.

Sin embargo, no son suficientes para entender el problema en su globalidad y pueden inducir a conclusiones erróneas. Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el total de 159 países con datos disponibles, y nos corona como el país más desigual de la OCDE. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.48 en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Las 2.153 personas más ricas del mundo controlaron más dinero que la suma de los four.600 millones más pobres en 2019, mientras que el trabajo no remunerado o mal pagado de mujeres y niñas suma tres veces más a la economía global cada año que la industria de la tecnología, dijo Oxfam el lunes.

En Chile, estos mismos impuestos representaron el fifty four,6%, por lejos la proporción mayor entre los más de 30 países que componen el grupo (en segundo lugar aparece Turquía con 43,6%). Las personas de mayores ingresos ahorran más, y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos. Sin entrar en los detalles de su cálculo, hay que saber que éste toma valores entre 0 y 1, y que un mayor Gini implica una distribución de ingresos más desigual. En los casos extremos, 0 implica que todos los individuos tienen los mismos ingresos, y 1 que sólo una persona recibe todos los ingresos. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres.

Para disminuir esta brecha sugiere aumentar otros impuestos y cerrar ciertos privilegios tributarios que poseen los multimillonarios. Específicamente, en el parlamento chileno se discute un proyecto que propone un impuesto de 2,5% a las grandes fortunas del país, esto con el fin de recaudar más fondos fiscales como una posible solución tanto para los temas de desigualdad como para lidiar con los desafíos y gastos de la pandemia. María Luisa Méndez, académica de la Universidad Católica e investigadora principal de Centro de estudios desigualdad oxfam de Conflicto y Cohesión Social (Coes), señala que el trabajo de PNUD muestra las bases históricas de la desigualdad. Un fenómeno que parte en las haciendas, se dio en el desarrollo de la minería y posteriormente se profundiza con la instalación del modelo neoliberal. «Va mostrando que hay una configuración histórica estructural que involucra distribución de recursos, una institucionalidad, un marco normativo y uno legal que le da forma a esta distribución altamente desigual de ingresos y de representación política».

El punto de inflexión se produjo con la Revolución Industrial, la reducción de las tasas de natalidad y el impulso en la educación. Entonces, Europa y América del Norte “comenzaron a experimentar un aumento rápido y sin precedentes históricos del nivel de vida en distintos estratos sociales”. Profesor de economía en la Universidad de Brown, Galor es autor de la Teoría del Crecimiento Unificado, un modelo que intenta explicar la histórica desigualdad de riqueza entre las naciones. Ahora, si bien esta institución no ha sido nombrada oficialmente como responsable del ODS 10, desigualdad social onu sí ha resultado ser un árbitro sobre este mismo, por lo que su influencia y polí-ticas afectarán el trabajo de parte de las metas que este contiene, desafiando el resultado de este objetivo. Otra crítica que ha recibido este objetivo tiene que ver con que no cuenta con un organismo temático o institución a nivel internacional para dirigir acciones en pro de este mismo, como tampoco para financiarlo ( Donald, 2017). Por lo tanto, se corre el gran riesgo de quedar rezagado al no existir muchas herramientas a nivel internacional para abordarlo (Donald & Lusiani, 2016).