Sin embargo, no es del todo adecuado atribuir de forma exclusiva al modelo neoliberal, los actuales indicadores de desigualdad que presenta la sociedad en que vivimos. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), al referirse al caso de Chile señala “La historia del país, la antigua y la más reciente, se puede escribir desde el lente de sus desigualdades, y muy probablemente sea este fenómeno el que marque la senda de su desarrollo” (p. 48). Para el logro de este propósito, la influencia de un conjunto de economistas y profesionales formados en la escuela de Chicago, conocidos como Chicago boys, resulta determinante.
Claro está, que este paso hacia la recuperación del sistema democrático no hubiera sido posible sin la tenaz y decidida movilización social de los opositores al gobierno autoritario. Entonces, cómo es que el proyecto neoliberal se logró propagar e instalar de manera tan acelerada y sostenida. Sobre esta interrogante, Morresi (2008) sostiene, los neoliberales desarrollan y expanden sus ideas en fundaciones y centros de estudio académicos, se instalan por lo general en espacios gubernamentales de poder, y desde allí implementan políticas públicas según sus idearios.
En la última década se ha hablado mucho de Malala Yousafzai, activista pakistaní por la educación de las mujeres que recibió el Nobel de la Paz en 2014 por su valiente resistencia a la doctrina de los talibanes (que había prohibido a las niñas ir a la escuela y, con ello, les negaba el derecho humano a la educación). En cierto sentido, este ejemplo se puede considerar representativo de dos tendencias del pensamiento actual. Una tiende a interpretar los esfuerzos heroicos de Malala como una prueba de la imperiosa necesidad de campañas en favor de la educación de las niñas; en especial, en países donde se les niega un acceso a una educación en pie de igualdad desigualdad segun la onu con los niños varones. Por añadidura, los datos muestran que, frente a un tercio de los hombres de la Unión Europea que llevan a cabo tareas del hogar y hacen la comida a diario, entre las mujeres esta proporción asciende a ocho de cada diez. También en la esfera privada, casi la mitad de las mujeres que trabajan dedican al menos una hora al cuidado infantil o de otro tipo, frente a un tercio de los hombres que trabajan. Al documentarme al respecto, he encontrado amplios indicios de la persistencia de la desigualdad de género en el ámbito internacional, más allá de la Unión Europea , en la esfera privada y la pública y en múltiples ámbitos.
En tanto, la indigencia —las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias— trepó al 7,7%, frente al four,9% del mismo período de 2018. Se destaca la profundización de la pobreza extrema en el proceso de deterioro de la condiciones de vida, la cual aumenta en un 57,1%. La nota de dicho medio agrega que el 10 por ciento de la población en México captó el 59 por ciento de los ingresos generados en el país entre 2000 y 2019. Ese mismo día, el diario La Jornada informó en sus ocho columnas que “tienen un tercio de la riqueza nacional 1% de millonarios”.
En América Latina y el Caribe sigue siendo alta, pese a que ha disminuido considerablemente. En muchas economías industriales avanzadas, la desigualdad aumentó ligeramente si bien ya se encontraba en valores bastante bajos. Varios países de Europa Oriental registraron un drástico aumento de la desigualdad durante su transición política. Las diferencias han disminuido en algunas partes de Oriente Medio, pero han aumentado en determinados grupos.
Esta serie escenifica una competición con 456 participantes que tienen grandes deudas sobre sus espaldas. Lo anterior implica que hay que empezar a ampliar la jornada escolar y que hay que invertir en los docentes. No es posible brindar a los estudiantes lo que en la actualidad necesitan para la vida o el trabajo en cuatro horas de clase que acaban siendo menos de tres horas efectivas en muchos casos.
Resulta evidente, que factores asociados a los ingresos, ubicación geográfica, y edad, se encuentran presente en la configuración de nuevas formas de desigualdad. Sin embargo, contar con acceso a Internet no es garantía para ser parte de la propuesta de gobierno electrónico. De acuerdo con un estudio del Gobierno de Chile (2016), se indica que para el año 2015, las personas consultadas le asignan un bajo porcentaje de importancia, a las actividades asociadas a relacionarse con el Estado por Internet, equivalente al dos por ciento. Por el contrario, un porcentaje elevado de importancia se asigna a actividades, tales como la adquisición de información y comunicaciones (Gobierno de Chile, 2016). Ante este cuadro, pareciera que la industria de la comunicación digital y las redes sociales ganan terreno en las preferencias de la población, en contraposición al interés que demuestran los ciudadanos de relacionarse con el gobierno en línea.
En Chile, ya transcurrido algunos años de la implementación de la modernización del Estado y desarrollo del gobierno electrónico. Es posible analizar críticamente su incidencia en el fortalecimiento del sistema democrático y bienestar de la población. Para lo anterior, se requiere poner en contexto el análisis de la experiencia, toda vez que este fenómeno, no debiera ser abordado como un acontecimiento explicit y aislado de las profundas transformaciones acaecidas, como resultado de los efectos del neoliberalismo. En este escenario, es que la racionalidad tecnológica de orientación capitalista, finalmente se instala en los procesos de modernización del Estado.
Solo el 47% de las mujeres del mundo están empleadas; apenas 20 son jefas de Estado o Gobierno; solo un 50% puede decidir utilizar métodos anticonceptivos o negarse a tener relaciones íntimas; todavía representan el 75% de los padres solteros; y aún son sometidas al matrimonio infantil y mutilación genital. Un nuevo estudio de la ONU recoge graves estadísticas, que muestran que, a pesar de los avances en algunos ámbitos como la educación, el progreso se ha estancado por un cuarto de siglo. “La cartografía de la pobreza crónica es un insumo indispensable para la puesta en marcha de Estados inteligentes. Contar con este tipo de herramientas es basic para definir mejor los problemas y ganar precisión en la orientación de la política pública y recursos escasos”, sostuvo Ianina Tuñón, investigadora del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. A las dos interpretaciones sobre la persona y la igualdad que se presentaron en la sección anterior, la primera basada en la autodeterminación individual a través del uso de las capacidades; la segunda fundada en que la personalidad se outline por la estructura de la relación mercantil, corresponden dos definiciones distintas de clase social.
Un claro ejemplo es el uso de Facebook por movimientos sociales como Black Lives Matter, que han utilizado la plataforma para organizar protestas y difundir información relevante sobre la injusticia racial. El estudio pregunta a los participantes por los factores más importantes que afectan a la “movilidad social” y el más indicado es la educación (56,9 %), seguido de “el esfuerzo personal, trabajo duro, constancia” (45,5 %) y la familia (31,9 %). Cuestionados sobre si piensan que hoy en día las diferencias de ingresos entre las personas ricas y pobres son demasiado grandes, el 84,7 % respondió estar “muy de acuerdo” o “bastante de acuerdo”. El coeficiente se distribuye en el intervalo comprendido entre 0 y 1, siendo 0 equivalente a “máxima igualdad” y 1 a “máxima desigualdad”, ambos referidos a ingresos salariales.
Lo hacemos en los estados más pobres del país, como Puebla, Oaxaca o Chiapas, y aliados con organizaciones de la sociedad civil mexicana. Nuestro objetivo no es otro que mejorar los derechos de la infancia y garantizar sus necesidades de educación, salud y vida digna, y todo ello para que familias y comunidades accedan a mejores condiciones de vida (alimentación, vivienda, agua, salud…) o para fortalecer las acciones de organizaciones comunitarias. De esta forma, impulsamos el desarrollo de iniciativas económicas locales, que hagan prosperar a los territorios en los que estamos presentes. A pesar de ello, en lugar de aplicar impuestos a las personas y empresas más ricas, los Gobiernos de África Oriental planean reducir en los próximos años las inversiones públicas en servicios que benefician a las personas en mayor situación de pobreza, como la atención médica y la educación, o en agricultura y protección social. Estos recortes empeorarán la crisis económica que sufre África Oriental y agravarán la pobreza y las desigualdades en la región. La cuestión fundamental alrededor de lo anterior es que el rol funcional que se tenga dentro de esta relación de producción determina la pertenencia a una clase social.
“Son personas que históricamente ya han sido criminalizadas y estigmatizadas” lo que hará “que tengan muchísimo más miedo de ser testeadas”. Por ello, la medida, según la activista, provocará justo el “efecto contrario”, ya que, la falta de diagnóstico abre las puertas de la transmisión. La relevancia de la informalidad laboral es otro signo de desigualdad en tanto representa una carencia o falta de cobertura por parte de la legislación en materia de trabajo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI), en el primer trimestre de 2020 hubo un 56 desigualdad onu,0% de informalidad laboral siendo uno de los ejemplos de desigualdad en México más preocupantes. La gran mayoría de ellas tiene escasa formación y no cuenta con otras opciones de supervivencia, lo cual les obliga a aceptar las condiciones deplorables que les ofrecen las empresas que se dedican a la explotación de este recurso. Realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.