Pues esto más la emergencia sanitaria ha llevado a nuestro país a una disaster política y de representatividad. Según el exponente, los cambios económicos y sociales que trajo la modernidad y el principio de que todos los hombres nacen iguales, aceleró la crítica hacia los sistemas tradicionales y llevó a las personas a cuestionarse lo que es la desigualdad. El Dr. Llorca en conjunto con los coinvestigadores del proyecto Fondecyt, Juan Navarrete y Roberto Araya utilizaron nuevas fuentes fiscales para concluir que, en las décadas anteriores a la primera globalización, los niveles de desigualdad eran ya muy elevados en Chile. «A partir de mediados de la década de 2000, el impulso hacia un orden mundial cada vez más abierto y liberal comenzó a fallar, y luego se invirtió» (F. Fukuyama, Identidad, ed. Planeta, 2019). Efectivamente, el vigoroso crecimiento de las últimas tres décadas, fundado en el comercio y las inversiones globales, ha dado un viraje de 180 grados. Explicando el planteamiento, Bartels propone que esta tendencia no es sólo consecuencia de los resultados de las fuerzas económicas, sino que de decisiones de políticas públicas derivadas de propuestas ideológicas de los mencionados partidos; combinado con las eventuales influencias que ejercen sobre los partidos los denominados grupos de interés de los sectores más acomodados.
Sin embargo, disminuyó paulatinamente, puesto que a comienzos de la década la región representaba un 30,3% del complete y en 1999 un 21,08% (MIDEPLAN, 2001). También en la década del 2000 se mantuvo una mayor inversión pública efectiva total en la región, siendo en promedio de un 27,41% en el periodo y evolucionando desde un 22,10% en el año 2000 a un 34,46% en 2005 y un 24,55% en 2010 (MIDEPLAN, 2011). En la sociedad occidental la perspectiva del juego de oposición clásico dominantes y dominados, parece tomar fuerza a través de las potencias colectivas por sobre las individuales en el marco de la lógica internacional de la comunicación. De esta forma, si bien en Chile el sistema de ciudades no se ha modificado sustancialmente, los procesos de transformación económica y concentración económica han dado origen a cambios importantes al interior de las ciudades, en su configuración espacial. Una vez verificado que Santiago es un punto de conexión para la economía global, cabe preguntarse cómo impacta este proceso en la actividad socio-económica de la ciudad.
En la Complutense se forma un equipo de delegados que está compuesto por vicerrectores y delegados, los vicerrectores se ocupan de los asuntos académicos y los delegados nos ocupamos de los asuntos que nos son estrictamente académicos, pero que significan política académica. Hay 4 delegaciones una de prácticas y movilidad externas, igualdad de género, medio ambiente y la mía de diversidad. La delegación de medio ambiente se unió a la mía y en este momento mi delegación es responsable de las políticas de diversidad y medio ambiente. Si se mide el tamaño de ambas economías, el esfuerzo a realizar por Chile no se puede subvalorar, por ello, con vistas a tal meta tampoco es correcto quitar importancia al impacto de crecer con equilibrio y sustentabilidad en los próximos años. El ex Ministro de Economía y ex presidente del Banco Central, José De Gregorio y el sociólogo y escritor de la Universidad de Chile Carlos Ruiz, expusieron sus investigaciones sobre la disyuntiva del progreso económico y la distribución de los bienes materiales. Así, los egresados contarán con las herramientas necesarias para contribuir a la creación de políticas que promuevan la equidad y la justicia en un mundo cada vez más interconectado.
Lo mismo sucede con los territorios, dado que mientras las zonas estratégicas para la economía global mejorarían su desarrollo económico, tecnológico y social, aquellas en las que no se realizan los intercambios económicos multinacionales quedarían apartadas del crecimiento que posibilita la globalización. Por lo anteriormente destacado, se considera oportuno generar un debate sobre políticas públicas que podrían mediar en la dinámica por la cual los territorios donde se concentra el poder económico global concentran en mayor medida el desarrollo económico y el bienestar social. El impulso de centros industriales, por ejemplo, a través de incentivos tributarios para localizar los mismos en comunas desigualdad ocde en las que existe una menor actividad económica y son las menos desarrolladas, tanto en la RMS como en otras regiones del país, podría ser un camino a valorar. Además, generar estructuras político-administrativas más integrales en las ciudades del país donde se concentra la actividad económica, a través de Alcaldías Mayores o GORE con autonomía y recursos adecuados para distribuir la riqueza generada, podría ser otra política de mediación al respecto. La concentración de la actividad económica también impacta en el valor de los bienes raíces de la ciudad y, por tanto, también en los impuestos recaudados por las municipalidades, que aumentan según sea mayor el precio de los inmuebles.
Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado. En ese sentido, los altos niveles de desigualdad en Chile no son consecuencia inevitable de la economía internacional. En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”. En esta columna, sostienen que ese Estado mínimo es una decisión política para que los sectores de más altos ingresos tengan un sistema tributario que los beneficie.
Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%. Todos los estudios son relativamente consistentes y sugieren que los individuos en el 1% más rico reciben entre un cuarto y un tercio del ingreso nacional. Sin embargo, no son suficientes para entender el problema en su globalidad y pueden inducir a conclusiones erróneas. Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el total de 159 países con datos disponibles, y nos corona como el país más desigual de la OCDE. La consecuencia esperable ha sido el aumento de un sentimiento antiglobalizador, la Ocde consideró por primera vez como prioridad la búsqueda del crecimiento económico incluyente.
Por su lado, las actividades de comercio, restaurantes y hoteles igualmente se concentraron en la capital, siendo este sector económico el quinto en importancia para el país – el 11,4% del PIB nacional en 2014 – y teniendo la RMS una concentración del sixty four,96% de este tipo de actividad en Chile. Sólo el sector de la minería, que es el tercero en importancia económica (representando un 12,2% del PIB nacional) no está concentrado en la RMS, puesto que la actividad minera en la región sólo corresponde a un 2,49% del whole en el país. Otros sectores económicos concentrados en la RMS son los servicios de vivienda (56,63% de la actividad complete del sector se da en la región), el transporte y las telecomunicaciones (40,93% de actividad en la región), y la administración pública, que en Santiago concentra el 39,55% del whole de la actividad económica que genera en el país. Lo primero que debemos comprender al pensar en la globalización es que benefició a una cantidad inmensa de personas que no forman parte de la élite global. A pesar del incesante crecimiento poblacional, la cantidad de personas pobres en todo el mundo se redujo más de mil millones en los últimos treinta años.
El pasado martes 05 de mayo de 2020, la Academia se reunió para conversar y reflexionar sobre “la ética del crecimiento y el dilema de la desigualdad”para intentar interpretar los descontentos sociales en Chile y en el mundo. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de la Usach trabajaron con los primeros censos agrícolas. La Oficina del Catastro, entre 1832 y 1834 censó todas las propiedades agrícolas de norte a sur. “Ese hecho fue algo inédito en Latinoamérica e incluso muy pocos países de Europa lo habían hecho. Gracias a esa información logramos establecer como se distribuía la tierra y el ingreso agrícola”, detalló el académico de la Facultad de Administración y Economía de la Usach.
Es decir, mientras más se extrema la dinámica de poder global y política local, parece que más fuertemente se instauran las lógicas de concentración y exclusión, inherentes a la globalización económica financiarizada y desregulada. Para ello, estas empresas globales necesitaban una localización estratégica en la que pudieran acceder a recursos laborales, capital humano altamente cualificado y una infraestructura de calidad que les permitiera coordinar sus operaciones con otras que realizan en el mundo. Santiago period un lugar adecuado por la cantidad de población que permite obtener mano de obra, porque se puede acceder a personal cualificado y porque se desarrolló la infraestructura crítica necesaria.
Se impone así un orden de valores y virtudes, donde la libertad individual es entendida únicamente como libertad para producir y consumir. Por ejemplo, en China e India, las encuestas muestran una concentración de ingresos del 1% más rico cercana a la mitad de la concentración real. En simple, estos son impuestos que se cobran sobre activos, como por ejemplo activos financieros o propiedades. A diferencia de los impuestos al ingreso que se calculan en base a flujos (es decir, a cuánto se gana en un año), estos impuestos se calculan en base a inventory desigualdad ocde (es decir, a la cantidad acumulada a través de los años). Dentro de esta categoría encontramos, por ejemplo, las contribuciones, el impuesto a la herencia y el impuesto a la riqueza.
SUR, Centro de Estudios Sociales y Educación llevó a cabo el estudio en Chile, con el apoyo de la Dirección de Organizaciones Sociales del Ministerio Secretaría General de Gobierno. Es esencial que este esfuerzo de recuperación se efectúe con los ciudadanos y sus organizaciones. Pues, aparte de la recuperación de calidad de vida en la metrópolis, lo que está aquí en juego es la restitución de las certidumbres y confianzas básicas de las personas, tanto en su capacidad de creación y vivencias colectivas, como en el sentimiento de pertenencia a un espacio común donde se funda el sentimiento de un nosotros ciudadano. En los barrios populares el reconocimiento político y la efectividad práctica del liderazgo se han deteriorado, y está de moda hablar de la crisis de las organizaciones. Al mismo tiempo, muchos de los liderazgos sociales mantienen una perspectiva fuertemente crítica tanto de la política como de los políticos. Desde otro punto de vista, esto revela el repliegue de una energía social que permanece intacta, pero al margen de la esfera política y estatal, percibida como ajena (Salazar, 1988).
Cualquiera sea la explicación, lo relevante es ver que la consecuencia fue una decisión política, no una tendencia inevitable. Las familias de menores ingresos destinan una mayor porción de sus ingresos a la alimentación. Así, el IVA a los alimentos es un impuesto regresivo, ya que estas familias pagan una mayor proporción de su ingreso en esos impuestos. Una primera opción son los impuestos a los bienes de consumo, como por ejemplo el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Este es un impuesto donde todos los individuos, independiente de sus ingresos, pagan el mismo porcentaje por cada compra que realizan. En Chile la tasa es 19% del monto consumido y aplica a (casi) todos los bienes y algunos servicios.
Las concepts de la doctrina neoliberal, que también ha sido conceptualizada por algunos autores como “fundamentalismo de mercado” (Soros, 2002; Stiglitz, 2007), permearon en ciertas autoridades, lo que supuso la apuesta por políticas gubernamentales de austeridad, liberalización económica y privatización de empresas estatales en distintos países en el mundo. Está lógica de concentración impacta aún más en aquellas zonas que no cuentan con industrias y están alejadas de los centros de decisión y control de la economía. Municipios como Puente Alto o La Pintana, además de contar con procesos históricos de mayor marginalidad, se ven excluidos de las dinámicas económicas de alto valor agregado y dependen en gran medida del mecanismo de distribución del FCM. Estas dos comunas no tienen prácticamente ingresos municipales propios, puesto que los impuestos municipales favorecen a aquellos municipios en que se concentra la actividad económica. Esto para el caso de las patentes comerciales y los bienes raíces, pero también en el caso de los permisos de circulación, puesto que en las comunas con mayor poder adquisitivo existen más automóviles por hogar y los mismos son más caros, permitiendo mayor recaudación municipal al respecto.
Algunos ejemplos clásicos son los banqueros que presionan al gobierno para debilitar regulaciones y después, cuando los bancos quiebran, dejan a los contribuyentes un costoso desastre que arreglar. Los programas de rescate derivados de sus errores supusieron la entrega de sumas asombrosas de dinero público a personas que ya eran fabulosamente ricas. En países como Estados Unidos, el llamado a poner freno a la globalización refleja la creencia de que generó traslado de empleos hacia lugares como México o China. Pero la mayor amenaza a los empleos tradicionales no son los trabajadores de estos países, sino los robots.