Movilidad Y Desigualdad Social Reflexiones Sobre La Ciudad De México

Ante esta necesidad se propone en los próximos meses de campaña, incluir de manera explícita y transversal, los derechos de las mujeres y niñas en la Ciudad de México, así como propuestas puntuales que pueden mejorar su calidad de vida y acceso a derechos humanos. Incluir propuestas congruentes, viables y técnicamente sustentadas en desigualdad entre ricos y pobres materia de derechos de las mujeres y niñas, representa un área de oportunidad para generar una ventaja en relación al resto de las y los candidatos. Con estas circunstancias, tampoco puede sorprender que la tasa de paro en Ciutat Meridiana ronde el diez por ciento y en Pedralbes y sus barrios aledaños no llegue al dos por ciento.

En el caso de Santiago de Chile es posible destacar que la gentrificación tiene y tuvo lugar en la medida que los gentrificadores no son exclusivamente los nuevos residentes, sino los agentes inmobiliarios que realizaron la ganancia de renta y el proceso expulsivo. En este año de elección presidencial y aprovechando que se “nos vino marzo” no perdamos la oportunidad de incluir esta mirada para efectivamente transformar Chile y hacerlo un país más inclusivo en cada uno de sus territorios. No se puede dejar a las libres fuerzas del mercado de economía abierta la determinación de los rumbos del acontecer regional y nacional, pues sería no sólo condenarnos al atraso, sino perder identidad nacional y pasar a ser enclaves de empresas transnacionales.

Como lo expone el PNUMA en su informe GEO 3, la desigualdad urbana al generar territorios rezagados y empobrecidos aumenta la carga sobre el medioambiente, ya que la pobreza es uno de los principales factores que genera degradación ambiental (PNUMA, 2002). El presente artículo analiza la relación entre las desigualdades intraurbanas y el desarrollo sustentable en las principales ciudades de Oaxaca, bajo la hipótesis de que, a mayor grado de desarrollo, las desigualdades intraurbanas disminuyen. Para la medición de la desigualdad intraurbana se utiliza la técnica de estadística de componentes principales y la metodología del índice de Gini. La metódica del IDH, agregando la dimensión ambiental, es utilizada para la medición del desarrollo sustentable.

desigualdad en las ciudades

En conclusión, las ayudas contribuyeron a reducir la desigualdad en todas las ciudades, pero en Cartagena y Pereira contribuyeron de forma sustancial, mientras que en Barranquilla y en Bucaramanga lo hicieron de forma marginal. La urbanización sostenible genera valor económico, medioambiental, social e intangible que se puede aprovechar para el bienestar de todas las personas. Este mensaje puede y debe guiar los esfuerzos de desarrollo durante la Década de Acción para lograr los ODS y mientras el mundo se recupera de la pandemia de COVID-19.

Esta necesidad de obtener ingresos de manera inmediata puede frustrar cualquier intento de plantear una trayectoria laboral ascendente. Las mayores diferencias en el nivel educativo en las grandes ciudades, por tanto, nos ayudan a explicar en torno a un tercio del incremento de la desigualdad absoluta en las dos principales metrópolis españolas. Pese a ello, y sin que aquí podamos explicar las razones que subyacen de fondo, en los municipios de más de un millón de habitantes los inmigrantes, ceteris paribus, están más penalizados con respecto a autóctonos que en el resto de ciudades de menor tamaño. Simon Kuznet, premio Nobel de economía en 1971, ya avisó de que el debate de la desigualdad se ve afectado por la gran confusión en las definiciones, invitando a diferenciar «entre cantidad y calidad del crecimiento económico, analizando sus costes y beneficios a corto y largo plazo». Amartya Sen, Nobel en 1998, avisaba de que la desigualdad se debería «definir más por el acceso al bienestar que por la igualdad de los ingresos» y Joseph Stiglitz, Nobel del 2000, señalaba que el alto precio de la desigualdad nos obligará a escoger entre política o economía. Esta es la unidad ejecutora de la prestación de servicios sociales del Distrito Metropolitano de Quito.

En otras palabras, en paralelo a la hipótesis de U invertida de Kuznets, existe también una relación opuesta – en forma de U – entre el tamaño promedio de las ciudades y la desigualdad de ingresos. Los resultados significan que el crecimiento de la ciudad puede ser deseable cuando las ciudades son pequeñas, ya que la desigualdad disminuye. Sin embargo, el crecimiento continuo de las grandes ciudades representa un riesgo preocupante de aumento de las desigualdades. En términos generales, la investigación realizada sugiere que las ciudades medianas pueden ser más deseables si lo que queremos son sociedades menos desiguales. Un lugar común en las descripciones de América Latina es presentarla como la región más urbanizada y con mayor desigualdad de ingresos en el mundo.

La literatura especializada explica la atracción de las grandes urbes debido a las oportunidades de empleo que ofrecen. Sin embargo, pocos son los estudios que han analizado si estos beneficios difieren entre el colectivo autóctono y el inmigrante. Los hallazgos de este trabajo desigualdad en la globalizacion muestran cómo la desigualdad entre ambos grupos en términos de clase social aumenta conforme mayor es el tamaño del municipio. En concreto, las grandes ciudades atraen a los trabajadores más cualificados, pero con más fuerza a aquellos de origen nativo que inmigrante.

De hecho, el país solo es superado por Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, El Salvador y Honduras, que experimentan índices de desigualdad muy altos. La desigualdad en México tiene profundas raíces históricas y es cada vez más compleja; asume diversas expresiones y es multifactorial. Se manifiesta en condiciones, niveles y esperanzas de vida fuertemente diferenciados entre personas y grupos de población, y determina trayectorias laborales y educativas que profundizan estas distancias.

Las áreas urbanas con más diferencias de ingresos tienden a estar físicamente segregadas, creando divisiones visibles entre comunidades, y los barrios más pobres sufren tasas de criminalidad más altas, una esperanza de vida más baja y problemas de salud más graves. De una forma u otra el resultado es que en las ciudades aparece el fenómeno de la segregación. La segregación es una característica socioespacial del medio urbano que indica la existencia de poblaciones diferentes y separadas entre sí. Las zonas en las que se concentran los grupos con menos influencia, recursos y prestigio tienden a tener peores equipamientos y acabar desconectadas de los lugares de empleo y recursos. La estigmatización territorial es un tipo de discriminación basada en el lugar de residencia que completa el círculo desigualdad – ciudad – desigualdad.

Ante esto, Cortez y Porras (2004 ) mencionan que la planeación territorial puede ser un medio para adecuar las condiciones del espacio a las actividades, garantizando la sustentabilidad con un orden en la ocupación del territorio, un acceso equitativo a los bienes y servicios, preservando la memoria histórica y evitando o mitigando los riesgos y la vulnerabilidad. Sin embargo, cuando esta no se aplica de manera equitativa, puede generar desequilibrios territoriales, tanto al inside como entre las mismas ciudades. Cuicatlán en los tres años evaluados, no mostró ningún cambio significativo en cuanto a la evolución de su nivel de desarrollo sustentable.

Estos incluyen transferencias insuficientes e impredecibles del gobierno central, gestión fiscal deficiente, escasa generación de ingresos y limitaciones legales. Los marcos sólidos de gobernanza multinivel son clave para fomentar la cooperación vertical y horizontal entre los diferentes niveles de gobierno y entre los gobiernos locales. Además, debe habilitarse una gobernanza metropolitana sólida que responda a las realidades de las geografías económicas y sociales. Un sistema que no olvida a nadie y crea igualdad de oportunidades para todas las personas reconoce que el crecimiento económico por sí solo no reducirá la desigualdad y la pobreza. Los derechos de propiedad, las regulaciones del uso de la tierra y los sistemas de transporte deficientes están limitando la generación de valor económico en las ciudades de los países en desarrollo. La diversidad cultural contribuye al valor social, económico y ambiental de la urbanización a través de la tolerancia, la integración y el encuentro en los espacios públicos.

A lo que respecta el estado de Oaxaca es considerado uno de los estados con mayor riqueza cultural, ambiental y política, sin embargo, a pesar de sus características es uno de los estados con mayor desigualdad económica y social. Ahora bien, sabemos que las grandes urbes atraen a los trabajadores, especialmente a los más productivos. En la medida en que la selección de trabajadores más cualificados se produzca en mayor medida entre la población autóctona, el cambio en la desigualdad podría dejar de producirse una vez se tengan en cuenta esas diferencias.