Como Superintendencia de Pensiones estamos comprometidos con la defensa y promoción de dichos principios, incorporando en nuestra labor el impulso de iniciativas que garanticen el cumplimiento de la normativa previsional sin discriminaciones y con una mirada integral como organismo de la seguridad social respetuoso de las diferencias, características y necesidades de la ciudadanía. Las acciones que formarán parte de ese trabajo se van a planificar a partir de los resultados de la encuesta, la que se realizará durante el mes de agosto en la institución. Aquellos que fuerzan la permanencia en el estatus de desigualdad cuando éstos se desequilibran, debido a un aumento de poder private de la mujer o una diminución del poder del hombre.
En este sentido, se destaca un claro enfoque en las metas 10.2 y 10.three, y por el contrario, que no existen acciones públicas que respondan específicamente a las metas 10.6, 10.a, 10.b y 10.c del ODS 10, al menos de acuerdo a lo informado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (2018). Ahora bien, estas últimas cuatro metas mencionadas, se enfocan en migración y las desigualdades entre los países. Si bien la novena acción pública analizada, el Proyecto de Ley de Migraciones, responde a una meta de migración, cabe destacar que esta se aprobó recién el pasado 20 de abril 2021 y aún no entra en vigencia, por consiguiente, no ha podido ser implementada aún. Por lo tanto, la estrategia chilena para reducir las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030 entre los años 2015 y 2018, se concentró principalmente en lo que ocurre dentro del país, respondiendo la mayoría de las acciones públicas a la segunda y tercera meta de este ODS. En Chile, el tema de la desigualdad es de larga information y se ve reflejado en la vida cotidiana de sus habitantes en diversas áreas.
Posteriormente, se trasladó a Valparaíso, donde se desempañó como jefa del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas del Hospital Dr. Carlos Van Buren hasta 2019, año en que se retiró. En su destacada trayectoria ha recibido numerosas becas y distinciones como la Beca de la Fundación Ford; la Beca British Council; el Premio Excelencia Académica, otorgado por la Sociedad Chilena de Pediatría, y la condecoración del Estado de Chile «Orden de la Cruz del Sur», en la Categoría Gran Cruz, por su contribución al desarrollo de investigaciones en el ámbito de la salud. El Premio
Incluso las nuevas mediciones de pobreza multidimensional, como la Casen, incorporan dimensiones como redes, entorno, comunidad. Estos son otros factores que permiten medir y evaluar las condiciones de vida de las comunidades», cube. En simple, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so forth.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado.
Por lo tanto, la diversidad en el medio influye di-rectamente en la libertad que tienen los individuos y países para lograr cierto nivel de calidad de vida “ideal”. Esto con el fin de determinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción de Chile respecto del objetivo anteriormente señalado, argumentando inicialmente que el concepto utilizado para justificar este plan es la desigualdad de ingresos principalmente. Sin embargo, y como se presentará a continuación, esta no sería la única dimensión de las disparidades a la que hay que aludir para disminuir las brechas existentes en Chile de manera efectiva.
Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y al nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa). Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género, y el origen étnico. Afortunadamente, evidencia reciente provista por Bernardo Candia y Eduardo Engel nos permite responder esta pregunta. Los autores muestran que el coeficiente de Gini de mercado calculado con los datos de la encuesta CASEN y registros tributarios es 0,59. Consistente con lo reportado por la OCDE, encuentran que en su conjunto la acción del gobierno es levemente progresiva.[8] El estudio muestra, además, que el sistema tributario es levemente regresivo y el sistema de transferencias es progresivo, especialmente debido a las transferencias en salud y educación.
De hecho, los datos muestran que mientras Chile progresaba y crecía iba disminuyendo sistemáticamente su desigualdad. Entre los años 1990 y 2017 se redujo de 57,2 a forty four,4 y cuando se presenció una disaster social, sanitaria y económica aumentó a forty desigualdad humana four,9 en 2020. Esto último debiera ser la mayor preocupación del gobierno, cuando un país crece, por lo general, mejora la calidad de vida de todos, mientras que cuando los países se desaceleran económicamente los más afectados suelen ser quienes menos tienen.
En la versión 2021 del reporte del Banco Mundial, países como Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Portugal y Suecia lograron una puntuación de 100 en el índice, lo que los sitúa muy por sobre Chile, que con eighty puntos se ubica en el lugar ninety one de los a hundred ninety que componen el ranking. Cabe señalar que desde el año 2019 sólo 27 economías de todo el mundo han promulgado reformas que apuntan a avanzar hacia la equidad de género, siendo Chile una de ellas. El grupo también está compuesto por Portugal, Nueva Zelandia, Austria, Eslovenia y Brasil, entre otros países.
La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas. Finalmente, el tercer fundamento que propone Atkinson (2015) es que la desigualdad de resultados afecta directamente la igualdad de oportunidades para la próxima generación, ya que condicionará el punto de par-tida para ellos, para bien o para mal. En este sentido, el nivel de resultados obtenido por un sujeto influirá en la distribución familiar futura y limitará nuevamente el nivel de resultados para esta nueva generación de individuos dentro de una economía, generando un círculo vicioso que irá incrementando las brechas económicas, como ya ha ocurrido en el mundo ( United Nations, 2020b).
Es más, para el caso de Chile, el PNUD (2017) identificó seis factores que reproducen la desigualdad a lo largo del tiempo en el país. Primero, la estructura productiva de Chile, que se relaciona a las diferencias de productividad, capacidad de inversión y nivel educacional de los/as trabajadores/as. Igualmente, el tercer issue contempla el rol pasivo del Estado que no tiene mayor injerencia distributiva de los recursos, y el cuarto la concentración del poder político que tienen las personas con mayores ingresos. El quinto factor refiere a las desigualdades de oportunidades, como es el sistema educativo del país que se encuentra bastante dividido y finalmente, los principios normativos establecidos en Chile que en algunos casos avalan las disparidades y limitan iniciativas que promuevan la igualdad. Ahora bien, muchos de estos factores, ex-ante o ex-post, que influyen en la desigualdad económica, pueden ser aumentados o disminuidos por las acciones públicas de los gobiernos 2 . Sachs (2015) concluye firmemente que el rol de estos mismos es elementary a la hora de fomentar o mermar la desigualdad.
Los estudios sugieren que los problemas de calidad de sueño están sujetos a un «gradiente social». En primer lugar, según la OMS (2018), se observan condicionantes relativas a las estructuras y composiciones sociodemográficas de los países, que responden a una mayor desigualdad humana longevidad y esperanza de vida en mujeres, en comparación a los hombres. Es decir, en palabras simples, las mujeres viven más, y tal como indica la ENDIDE 2022, al vivir más años, presentan una mayor condición de discapacidad y también, mayor severidad en ella.
Además, esto permite que este ODS quede weak a las interpretaciones u obstaculizaciones de otras instituciones ( Donald, 2017). La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto significativo en la masa salarial (la suma complete de los salarios percibidos, ajustados por inflación). La disaster ha resultado en la pérdida de empleos y reducción de horas trabajadas, lo que ha llevado a una disminución significativa de los ingresos para los trabajadores y sus familias en muchos países. La inflación ha continuado erosionando la masa salarial, siendo ahora el issue dominante en esta disminución. “Debemos entender la desigualdad como un riesgo sistémico, que afecta la estabilidad social, el progreso económico y la licencia de las empresas para operar.
La pandemia nos ha demostrado que no tener acceso a la banda ancha, te excluye del desarrollo, de la educación, del trabajo, de los trámites y de la recreación”, indicó el gobernador Claudio Orrego. El sueño es esencial para la salud, pero persisten diferencias en el acceso a la salud del sueño entre las poblaciones de todo el mundo, lo que crea cargas adicionales y refuerza las desigualdades en salud. Durante más de dos siglos Chile ha sido un país construido sobre la base de instituciones oligárquicas, las cuales han impedido un equitativo progreso social. De hecho, la ENDIDE 2022, también entrega aportes sobre esto mismo con relación a las diferencias por sexo, según rubro y considerando en ambos la condición de discapacidad en Chile. De manera que, la encuesta estima que el mayor porcentaje de población con discapacidad se desenvuelve en 1.
También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.48 en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). En la versión 2022 de CASEN, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se encargó del marco muestral, la selección de la muestra de viviendas y la elaboración de los factores de expansión, mientras que el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile realizó el levantamiento de la encuesta y el procesamiento de los datos.