El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos.
Estas actividades de solidaridad y ayuda con los menos favorecidos son un elemento central en la superioridad moral de las élites, como grupos que solucionan problemas, ya sean locales o globales. Sumado a ello, estos colegios tradicionalmente han enseñado los códigos culturales de los países occidentales desarrollados y son habitualmente bi o trilingües (especialmente aquellos en países de habla no-inglesa). Las familias, por su parte, cuentan con una serie de estrategias que refuerzan estos mecanismos de segregación por medio de la elección escolar. Van Zanten (2015) señala que las estrategias educativas de las familias de élite son seleccionar colegios guiados por su estatus de excelencia y por ser miembros de una comunidad de exclusividad, entre parecidos.
Con ese dato en específico se puede establecer el porcentaje de participación de los grupos ocupacionales en los deciles. Esta hipótesis resulta ser una especie de regularidad empírica, dado a que los cambios distributivos que se producen al inside de los países se atribuyen a las diferentes etapas del crecimiento económico por el cual atraviesa. En este sentido, en etapas tempranas del crecimiento económico, la desigualdad al inside del país tenderá a crecer, para luego comenzar a disminuir conforme más desarrollado se vuelva el país, fenómeno que es planteado como un comportamiento en forma U invertida.
Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial. El sentimiento de justicia social y económica se ha perdido, con lo que la instalación de una gran brecha que separa los super ricos de los tremendous pobres en Chile, se ha naturalizado. Muchos no saben por qué son pobres, y los que comprenden el origen y las causas les parece imposible cambiar la estructura de la fábrica de pobreza del Estado.
Hay en el mundo hay un movimiento respecto de medir de distintas maneras la desigualdad, y yo creo que esa es la avenida en la cual hay que avanzar más o menos rápido para tener una mejor medición de este problema social», subrayó el académico. En el encuentro, moderado por Claudia Martínez, profesora Asociada del Instituto de Economía UC, los economistas líderes del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Matías Busso y Julián Messina presentaron los mensajes transversales del libro “La disaster de la desigualdad. América Latina y el Caribe en la encrucijada”, publicación en la que se busca entender la magnitud de la desigualdad en la región y sus razones. En 2018, esta tendencia se vio reflejada en los movimientos feministas que surgieron en diferentes países.
Adicionalmente, se provee acceso a actividades extracurriculares en áreas de ciencias desde la robótica, artes desde la creación cinematográfica y al desarrollo socioemocional de forma específica y transversal en cada programa. Por medio del Coeficiente de Gini se puede determinar la desigualdad en el ingreso, tomando entre 0 y 1, donde 0 corresponde a la máxima igualdad de la distribución del ingreso y 1 corresponde a la máxima desigualdad; es decir, una persona tiene el control complete de los ingresos. Según esta línea, la capacidad limitada de endeudamiento implica que las tasas de rendimiento de las oportunidades de inversión no se equiparan necesariamente al margen; por lo tanto, con un limitado acceso al crédito, la utilización de oportunidades de inversión dependerá del nivel particular person de bienes e ingresos.
En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. El motivo es que el Gini reportado periódicamente por los organismos internacionales no captura correctamente los ingresos de los individuos de más altos ingresos. Estos indicadores se basan exclusivamente en datos provenientes de encuestas de desigualdad entre paises hogares (en el caso chileno, la encuesta CASEN), que no son representativas para los percentiles de más altos ingresos (es decir, muy rara vez una persona de altos ingresos aparece encuestada en la CASEN). Además, las personas de altos ingresos que sí son encuestadas, subreportan sus ingresos, ya sea porque no los conocen con exactitud o porque no desean hacerlos públicos. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.
Es este apartado, de manera muy somera, recogeremos algunos análisis sobre el fenómeno de las desigualdades, consideradas sobre todo desde la economía, de la historia y las ciencias sociales, tanto en estudios globales como locales. La percepción de las personas de que la distribución de ingresos en su país era injusta o muy injusta disminuyó al caer la desigualdad, en tanto subió cuando la brecha se acrecentó. “La caída de la desigualdad se detiene, el ímpetu se acabó, y se acaba en un contexto en que además también está disminuyendo la tasa de crecimiento y en algunos países incluso hay algo de recesión y aumenta la pobreza”, dijo.
Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia. Si bien, desde la recuperación de la democracia Chile ha logrado importantes avances en términos institucionales y en la superación de la pobreza4, a la siga de un crecimiento económico sostenido, poniéndolo en primer lugar en la región; sin embargo, el progreso alcanzado no al canza a todos por igual.
Desde el año 2.000 en América Latina se ha disminuido en gran medida la desigualdad de ingresos, gracias a políticas de aumento de impuestos a los más ricos, salarios mínimos e inversión en los servicios públicos. Según la confederación Oxfam, quienes están detrás de la promulgación de este tipo de políticas, es la ciudadanía. En la segunda parte de nuestro trabajo probamos que los datos respaldan el efecto ambiguo de la desigualdad en el crimen predicho por el modelo teórico. Para ello, realizamos un meta-análisis, que es una revisión estadística formal de toda la literatura disponible que estudia una relación specific (Stanley & Doucouliagos, 2012). En nuestro caso, recopilamos todos los trabajos publicados y no publicados que estudian la relación entre desigualdad y crimen. A través de las técnicas de meta-análisis, podemos mostrar que la relación entre desigualdad y crimen es ambigua.
En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado. Estas reformas incluyen establecer altos requisitos de ingreso y nueva acreditación para programas de formación docente, proporcionar un año de tutoría para cada maestro/a entrante con pago adicional para mentores y aprendices, y crear un sistema de desarrollo profesional desigualdad hoy en dia para la promoción profesional a largo plazo. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. La educación es un derecho, pero no todas las personas tienen el mismo acceso a la misma calidad. «Los impuestos suelen ser mayores para los pobres, reduciendo sus ingresos disponibles y las posibilidades de movilidad social ascendente», concluyó un artículo de Business Insider.
Esto implica que la cifra ultimate de gasto público reportada por la OCDE es en efecto mayor de lo real, tal como se pudiera entender si se restara este aporte a fondos privados. Una tercera y muy importante fuente de financiamiento que menciona el informe es el gasto de bolsillo “que incluye compra de remedios, pago de exámenes no cubiertos por los seguros de salud y copago a las prestaciones en salud como hospitalizaciones y consultas médicas”. Otra fuente de financiamiento del gasto en salud en Chile son los aportes directos que hace el Estado tomando recursos recaudados por impuestos generales.
Para efectos de nuestro ejercicio inicial, esto implica que reducir la desigualdad de 0,forty nine a 0,forty three para Chile o de 0,50 a 0,43 para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. Si bien esta operación aritmética no se acerca a ser una aproximación exhaustiva para comprender los determinantes del conflicto social, logra dejar ver una tendencia clara que puede entregar luces respecto a alguno de los orígenes del descontento del país. Por ejemplo, en China e India, las encuestas muestran una concentración de ingresos del 1% más rico cercana a la mitad de la concentración real. Si bien estos indicadores aún no alcanzan la relevancia que tiene el coeficiente de Gini en el debate público, en parte porque su disponibilidad es más reciente, hoy son el estándar en el debate académico sobre desigualdad. En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica al debate público, un grupo de investigadores crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis más sistemático de la desigualdad a nivel global. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión.
En 2017, Chile ocupó el cuarto lugar en el Ranking de desigualdad entre los países de la OCDE con un índice Gini de 0,forty five. Esta desigual distribución del ingreso acompaña a otros tipos de desigualdad, como, por ejemplo, la desigualdad del acceso a la atención médica o la educación (PNUD, 2017). Por otro lado, la encuesta de victimización de 2017 (ENUSC, 2017) muestra que los chilenos consideran el crimen como uno de sus problemas más relevantes. El porcentaje de la población que identificó el delito como su principal preocupación fue un 20%, o 30% si se considera el tráfico de drogas. La matrícula en educación superior ha crecido rápidamente, y hoy muchos estudiantes son los primeros en su familia en graduarse de cuarto medio y acceder a la educación superior.