Segregación Residencial Socioeconómica Y Desigualdad En Las Ciudades Chilenas Programa De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo

Entre 2006 y 2007, los habitantes del sector enfrentaron al municipio sobre la propuesta de un ordenamiento territorial que hubiera permitido el ensanche de avenidas y la desregulación de alturas y normas constructivas para incentivar la inversión inmobiliaria (López, 2011). Es believable suponer que la menor proporción de empleos formales con altos niveles de cualificación concentren altos salarios con prestaciones sociales que conducen a altas asignaciones de pensiones en la ciudad, a largo plazo, a la par que se registra una mayoritaria proporción de la población con menor cualificación que requiera de ayudas para enfrentar choques constantes que afectarían su ingreso. Crecen relativamente más aquellas regiones que son atractivas para el gran capital, sea por la dotación de recursos de que disponen o por las ventajas para la exportación y por el crecimiento de mercado que ofrecen o por sus playas y lugares atractivos para el turismo.

Esta thought preliminar manifiesta desde ya algunas de las dificultades y problemáticas que ocurren cuando un concepto desarrollado en otras geografías y en diferentes contextos se intenta adaptar y trasladar a las realidades urbanas en América Latina. Estas cifras evidencian que la desigualdad territorial es producto de estructuras sociales y de reglas formales e informales que interactúan, perpetuando las diferencias. Esto implica que tanto en Chile como a nivel global, el destino de las personas no depende de sus capacidades y esfuerzo, sino que muchas veces está determinado por el lugar donde se nace. La desigualdad territorial es producto de estructuras sociales y de reglas formales e informales que interactúan, perpetuando las diferencias. El Estado debe actuar e instrumentar políticas macroeconómicas que configuren los niveles de desarrollo tecnológico para incrementar el valor agregado interno de nuestras exportaciones y así potenciar el desarrollo de nuestras regiones y del país, como para contar con mano de obra altamente calificada y remunerada en beneficio de los ciudadanos. Para que se incremente la productividad, la competitividad, la producción y el empleo en todas las regiones, la política macroeconómica debe responder a ello y el problema es que los objetivos que prioriza han sido los de baja inflación, estabilidad cambiaria y disciplina fiscal; lo que atenta sobre las condiciones de desarrollo regional y nacional.

desigualdad en las ciudades

En primer lugar, las zonas urbanas de América Latina contribuyen a la discusión de interesantes perspectivas en las nuevas geografías de la gentrificación basadas en la creación de nuevos mercados inmobiliarios (Janoschka et al., 2013). En este sentido, Álvarez-Rivadulla (2007) reúne las geografías de la fragmentación, de la privatización y de la proliferación de las urbanizaciones cerradas bajo el discurso de la gentrificación. La propagación de urbanizaciones cerradas en la periferia metropolitana ha sido ampliamente reconocida como una de las principales desigualdad estructural ejemplos características de la inserción de las metrópolis de América Latina en un modelo de producción globalizada del espacio urbano (Janoschka, 2002). Basado en un estudio en Montevideo, Álvarez-Rivadulla identifica además las significativas trayectorias de clase entre los colonos suburbanos y las articula con los procesos de gentrificación. Con relación a este argumento, es necesario destacar que los procesos de urbanización suburbana en los países de América Latina exponen un conflicto de clase mucho más agudo del observado en Europa y América del Norte.

La contradicción entre la posición económica y social y su marginación política hizo que se sintieran con la suficiente fuerza como para pedir los mismos derechos que los peninsulares. 5Se entiende por carencias en servicios básicos cuando el agua se obtiene de un pozo, río, lago, arroyo, pipa; o bien, si el agua entubada se adquiere por acarreo de otra vivienda, o de la llave pública o hidrante. Asimismo, si no se cuenta con servicio de drenaje, o el desagüe tiene conexión a una tubería que va a dar aun río, lago, mar, barranca o grieta. También si no se dispone de energía eléctrica y si el flamable que se usa para cocinar o calentar los alimentos es leña o carbón sin chimenea (Coneval, 2010).

Aunque en nuestro país haya más excepciones que normas, en todo el planeta existen “muchas redes de lo que se llama iniciativas lideradas por la comunidad”, muy centradas en aspectos como la transición ecológica. Eso mismo, explica, lo hizo también Ciudad del Cabo (Sudáfrica), una urbe “superavanzada”, según el experto. Y es que, a raíz de una “famosa” y peligrosa sequía, el 22 de abril de 2018 el país alcanzó su “día cero”.

¿Cómo la vivienda y el mercado de suelo son lugares estratégicos para la acumulación de capital y reproductores de un régimen de desigualdad? ¿Cómo el Estado enfrenta -a través de programas, políticas y formas de intervención sobre el espacio urbano- las tendencias de persistencia de desigualdades y de injusticia espacial? ¿Cuáles son las distintas formas, mecanismos y escalas de resistencia a la acumulación por desposesión, a la cristalización de exclusión y espacios de relegación urbana, y a las acciones que afectan directamente las condiciones de vida de los residentes en la ciudad? ¿Cómo los regímenes de desigualdad urbana se articulan con formas de socialización en el espacio urbano, de interacción inter grupos y clases, y pautas de interacción social? En fin, múltiples preguntas que organizan un campo de estudio sobre las desigualdades urbanas y para lo cual este dossier busca generar una humilde contribución.

Con más del 90 por ciento de los casos confirmados provenientes de áreas urbanas, las ciudades han sufrido la peor parte del COVID-19. En primer lugar, es importante resaltar que la política urbana neoliberal consolida y fortalece la asimetría de poderes en la pugna por la renta del suelo. Bajo términos como rehabilitación, revitalización o renovación urbana, se propicia y potencia una creciente mercantilización de las ciudades, cuyo producto de consumo prima sobre la satisfacción de las necesidades colectivas.

Huajuapan, al ser una ciudad grande, su mismo crecimiento y magnitud ha dificultado el logro de un desarrollo sustentable y equilibrado. Los resultados obtenidos para el año 2010 confirman el aumento de la desigualdad, ya que cinco ciudades se encontraron catalogadas con una distribución equitativa, once con presencia de desigualdades y una con distribución gravemente inequitativa o alta desigualdad. Destaca el caso de Teotitlán con un incremento constante de su desigualdad, pues llega a tener el índice de Gini más alto de todas las ciudades y en todo el período analizado. Territorialmente puede observarse que, de forma general, la desigualdad intraurbana en las ciudades de Oaxaca tiene una tendencia al incremento ( Figura 2 ). Cuando hablamos de pobreza, se tiende a generalizar y lo asociamos únicamente en la escasez de dinero.

Este método de aproximación del radio de la distancia a pie, conocido como radio “a vuelo de pájaro”, puede diferir enormemente del acceso peatonal real que permite una red de calles, pues las personas deben rodear edificios y cercos. El área complete a la que se puede acceder dentro de una distancia determinada se conoce como pedestrian shed o pedshed. Las urbes que habitamos en el país no aseguran una convivencia armónica, con acceso a beneficios iguales para todos. Tres expertos ayudan a dibujar el mapa que habitamos en Chile y a detectar las posibles causas de esta condición.

Una perspectiva de género en el urbanismo permitiría, expuso Muxí, abordar la necesidad de la proximidad de los servicios básicos de una forma más concreta. Estos ejemplos nos demuestran que, al situar a las comunidades en el centro y promover la toma de decisiones colectiva, se empodera a las personas para que cuiden unas de otras. Dejan de ser receptores pasivos de ayuda para convertirse en actores integrales de cambio y progreso.

De conformidad con la Nueva Agenda Urbana, se debe garantizar a las mujeres la igualdad de derechos en todas las dimensiones que afectan a las ciudades. Con este libro se procura indagar sobre quiénes cuidan en la ciudad y cómo esta puede planificarse y gestionarse para responder a las necesidades de las mujeres, a quienes tradicionalmente se han asignado las tareas de cuidado, de manera que puedan ejercer sus derechos y ampliar su autonomía económica. El objetivo, a partir de estudios sobre distintas ciudades latinoamericanas, es ampliar el debate y hacer aportes desigualdad en la infancia que contribuyan a que mujeres y hombres usen y disfruten del espacio y del tiempo en la ciudad en condiciones de igualdad. En el libro se plantea avanzar hacia una ciudad cuidadora, que propicie que las mujeres superen las barreras de inclusión que las afectan y se apropien del derecho a la ciudad. En países como Uganda, Liberia o Túnez, la coalición, que reagrupa organismos multilaterales, Estados miembros, sociedad civil y asociaciones de gobiernos locales, trabaja de la mano con las comunidades más pobres para definir prioridades de desarrollo urbano.

Al mismo tiempo, compartir una visión sobre la ciudad que sea sostenible en el largo plazo, compacta, con un centro histórico very important, pluricentralidades y un sistema de transporte y espacio público que integre distintas formas de habitabilidad constituye un imperativo categórico. La segregación en la educación, originada con el proceso de municipalización y la desregulación urbana, ambas promovidas durante la dictadura cívico-militar, dieron origen a una profunda brecha social y cultural. El estado ha tenido la mayor responsabilidad en estas, por favorecer un patrón de segregación urbana en gran parte de las grandes ciudades en Chile, especialmente en santiago. Desde todo punto de vista, la mixtura social y cultural en barrios debe ser considerada un atributo de la ciudad, no un defecto, para lo cual es urgente avanzar en educar a la ciudadanía con ese propósito. A pesar de la hermosa teoría, aplicar este concepto a la práctica demuestra lo utópico que puede llegar a ser.

La equidad, condiciones y calidad de vida urbana están directamente relacionados con proyectos urbanos integrales, imbricados con políticas de densificación variable y límite al crecimiento en el territorio, donde el sistema de parques, espacios públicos y colectivos promuevan la integración social. Esta se debe combinar con una oferta de transporte integrado, eficiente, no segregado y directamente asociado con usos mixtos del suelo. Ante los actuales desafíos que enfrenta América Latina, los instrumentos acordados en el marco de las Naciones Unidas ofrecen una base importante para la implementación de políticas públicas innovadoras. En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se reconocen la igualdad de género y la autonomía de las mujeres como factores fundamentales para avanzar hacia el desarrollo sostenible.

Luego de un periodo de alto crecimiento urbano debido a razones demográficas y migratorias, las tasas de crecimiento urbano se han reducido pese a que la extensión territorial de las aglomeraciones urbanas sigue creciente. Estamos frente a un nuevo patrón de urbanización en la región caracterizado por dinámicas de consolidación urbana, mayor crecimiento de ciudades intermedias, consolidación de áreas metropolitanas y grandes conurbaciones urbanas, cambios en la base económica de las ciudades, de las actividades productivas a las actividades de servicios, entre otros. La ciudad continúa creciendo y expandiendo, pero bajo nuevas modalidades como la predominancia de los mecanismos irregulares asociados al tráfico de terrenos, la relevancia de las políticas de vivienda como modelo económico, las políticas de vivienda social -precarias y adquiridas a través de créditos habitacionales- que llevan a sectores de la población a las periferias. Lo nuevo trae consigo también el carácter persistente de la pobreza urbana y de áreas de relegación y acumulación de desventajas estructurales. Las miradas centradas en la dualidad de mercados y de formas de producción urbana (asociados a los términos authorized e ilegal), implosionan y se expresan en márgenes de legalidad en la producción de la ciudad y en un continuum que articula lo ilegal, authorized y delictivo.