Libro Desigualdad Y Distribución De La Riqueza De Luis Pazos

En Chile, el tema de la desigualdad es de larga data y se ve reflejado en la vida cotidiana de sus habitantes en diversas áreas. Esto ha traído consigo un aumento del descontento social, lo que se ha visto reflejado en una variedad de movilizaciones sociales, las cuales detonaron el año 2019 con el “Estallido Social”, lo que demostró, entre otras cosas, la urgencia que requiere enfrentar este problema en el país. Así, la reducción de esta debe responder a ambas dimensiones si estas se quieren disminuir efectivamente. En el año 2015, Chile adoptó la Agenda 2030, la cual busca guiar a los países en la implementación del desarrollo sostenible.

En esta sociedad, va a sonar feo, pero creo que hay que tener harto pituto”, señaló el hombre de 30 años. Además, cerca del 17% de los hogares en Chile tiene una deuda que supera sus activos y en el quintil más pobre, la riqueza negativa alcanza el 83% por ciento de los hogares. Según consigna La Tercera, ahí se outline la riqueza neta como la diferencia entre los activos y pasivos, en decir, la tenencia de vivienda, automóviles y activos financieros, como también el efecto que generan las deudas sobre la economía. “Me gustaría que el día que hablemos de cuánto creció el PIB se informe también exactamente a dónde fue ese crecimiento; y a partir de ahí, discutir si la distribución es justa o no”. Y junto con ese despertar cientos de analistas intentan entender cómo un país que hasta hace unas semanas era reconocido como una especie de modelo dentro de Latinoamérica, se tomó las calles mostrando su profundo malestar y reclamando mayor equidad. 11Utilizan dos bases de datos, la Encuesta Nacional de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2003 y el Censo de Población y Vivienda de 2002.

Además, el quintil de mayor riqueza del país alcanza el 41,3% del ingreso nacional, con una mediana de 839 mil pesos. Por su parte, el primer quintil, que tiene riqueza negativa, acumula el 14% del ingreso nacional, con desigualdad de la pobreza una mediana de 348 mil pesos. Las medidas que cada país pueda adoptar para combatir la desigualdad dependerán de los efectos políticos que puedan soportar cuando el crecimiento económico va acompañado de una elevada desigualdad.

desigualdad distribucion de la riqueza

Scheuer, quien es experto en gravámenes a la riqueza, afirmó que, en el caso de nuestro país, “aplicar impuestos a los ingresos personales y a las ganancias de capital es elementary si el propósito es lograr una redistribución de ingresos más equitativa y recaudar recursos fiscales”. Actualmente existen mecanismos de medición que buscan acercarse a conocer la calidad educacional en el ámbito escolar y medio. Aquí encontramos otro factor de desigualdad, debido a la segregación por poder adquisitivo y de requisitos de precio determinados por los establecimientos educacionales. En el artículo 19° sobre las garantías constitucionales, número 10 inciso 2, establece que “Los padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos. Con ello, el Estado se desentiende constitucionalmente de todos los niños que por distintas razones socioeconómicas no puedan estar estudiando en la actualidad y vivan en situación de calle, sin desmerecer el rol y potenciamiento del mismo que debemos propender otorgar al Sename.

Finalmente, pero no menos importante, Sen (2000) establece que la familia es la unidad básica a considerar para estudiar los resultados que se podrían alcanzar. El autor afirma que la libertad de los individuos para lograr un tipo de calidad de vida deseada depende, en parte, de cómo se distribuyen los recursos dentro de una familia. En otras palabras, la administración de los recursos dentro de la familia, de acuerdo a los diversos intereses y objetivos que haya dentro de ella, condicionarán el resultado ultimate desigualdad economica globalizacion de cada individuo. Este tipo de medidas traerá justicia social y desarrollo de la mano con el crecimiento, y la desigualdad se vería mejorada en el mediano plazo sin duda.

Esto quiere decir que las mayores diferencias en riqueza se concentran también entre los hogares más ricos de la población, evidenciando una diferencia significativa con los otros cuatro quintiles, que presentan niveles de dispersión bajos, y dando cuenta de que dentro del quintil más rico existe un porcentaje reducido que dispara las cifras. Y aunque las diferencias en la vida social sean evidentes, y pese a las sociedades tengan medios legitimados de distribución de los recursos, cube Méndez, se entiende que hayan asimetrías. Una nueva perspectiva para mirar la desigualdad en Chile, ya no solo desde el punto de vista de los ingresos, sino también de la riqueza. Con esa premisa, el Banco Central publicó ayer un informe de los investigadores Felipe Martínez y Francisca Uribe, en la que se constata que la distribución en el país es más desigual a nivel de riqueza que de ingresos.

La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre zero y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos.

En caminos paralelos al de Kuznets hubo autores que apoyaron y reforzaron la existencia de una relación positiva entre ambas variables, para ello efectuaron una interpretación retrospectiva de la curva. En esta línea de autores se encuentran principalmente neokeynesianos, como Lewis (1954), Kaldor (1957) y Pasinetti (1962), quienes sostuvieron que la desigualdad inicial en la distribución del ingreso period necesaria para el crecimiento. Por otra parte Okun (1975) fue mucho más allá en los planteamiento, sosteniendo que la desigualdad no solo era necesaria, sino que además period buena (Domínguez 2009). Lazear y Rosen (1981) defendieron la thought de que la relación entre desigualdad y crecimiento es positiva porque la desigualdad incentiva la innovación y el espíritu empresarial, lo que a su vez promueve el crecimiento. En la misma línea, Thierry Verdier (1993) concluyó que en países con sociedades más desiguales se tiende a destinar mayores recursos financieros a educación, lo que trae consigo capital humano más capacitado y, por tanto, crecimiento. Desde la academia, la relación entre desigualdad y crecimiento económico ha estado bajo la mirada de los investigadores durante los últimos sesenta años, como consecuencia de los planteamientos realizados por Simon Kuznets.

Así, el diseño mismo del sistema tributario explicaría por qué la desigualdad antes y después de impuestos y transferencias es particularmente acotada en el caso chileno. Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado. En ese sentido, los altos niveles de desigualdad en Chile no son consecuencia inevitable de la economía internacional.

Sin duda la igualdad de oportunidades en materia de educación es uno de los grandes cimientos de las sociedades más equitativas (y, no casualmente, más desarrolladas) del planeta, como es el caso de los países nórdicos. La desigualdad es un ámbito multidimensional vinculado con el problema de la distribución de los beneficios del crecimiento económico entre los distintos grupos sociales o categorías de personas. La desigualdad es un indicador que puede contemplar la medición de distintos ámbitos dentro de un mismo país, como las diferencias de ingreso, estatura, educación, o cobertura de salud, sea por estratos sociales o por género. Estudiar la desigualdad de la riqueza es importante porque la riqueza es una medida de “poder”. El poder entendido como la capacidad que tiene cada persona de realizar sus deseos u objetivos (incluso contra los deseos de otras personas). El que una minoría de la población sea dueña de casi toda la riqueza tiene, entonces, importantes consecuencias (Domhoff, 2018).

Y una tercera buena noticia es que, si bien no se acentúa, al menos sigue la tendencia de reducción de brechas entre las zonas urbanas y rurales. El economista británico Paul Collier, en El futuro del capitalismo, señala que el deterioro de las identidades nacionales también contribuyó al crecimiento de la desigualdad. Para el autor, el éxito de la socialdemocracia de posguerra —que estima como un modelo best de Estado ético e igualitarista— se debió a un extraordinario alcance en las obligaciones mutuas asumidas por los ciudadanos.

Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. Una vez hecho el diagnóstico inicial, es imperativo generar herramientas más precisas y profundas que nos permitan complejizar los cuestionamientos que nos hacemos cuando nos referimos a la desigualdad. ¿Es esta una discusión que concierne principalmente a quienes viven en la Región Metropolitana, pero que omite la presencia de otros fenómenos y problemáticas más urgentes a resolver en otras partes del territorio nacional?

En ella se evidencia de forma notoria que la desigualdad causa directamente a las transferencias, no dándose aquello en sentido contrario. Lo anterior concuerda con lo que la teoría económica específica sobre ambas variables, dado que un país con más desigualdad tiende a la redistribución desde ricos hacia pobres. Por tanto, agregar las transferencias al modelo supone un aumento en el grado de multicolinealidad y explicación de la variable desigualdad sobre la tasa de crecimiento del PIB. La evidencia anterior no es lo suficientemente fuerte como para rechazar el modelo, pero sí entrega señales claras para tener presentes en este tipo de situaciones.